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Culto a San Simón refleja la ambivalencia del ser humano

  • Blanca Marín Valadez, egresada de la UV y estudiante de posgrado de la UNAM, investiga sobre este santo guatemalteco no católico, quien es un refugio para sectores sociales marginados y criminales 

 

Blanca Mónica Marín, estudiante de la UNAM y egresada de la UV

 

Paola Cortés Pérez 

12/03/19, Xalapa, Ver.- Blanca Mónica Marín Valdez, egresada de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), dijo que el culto a San Simón (santo guatemalteco) refleja los buenos y malos deseos que tienen los seres humanos. 

El pasado 7 de marzo, la también estudiante del Doctorado en Estudios Mesoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dictó la conferencia “El culto de San Simón, migración, sexo y brujería”, en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de esta casa de estudios, acompañada de Guadalupe Vargas Montero, investigadora del IIH-S, y Witold Jacorzynki, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Unidad Sureste. 

Blanca Marín comentó que el trabajo de investigación en torno a San Simón lo ha realizado durante cinco años en una zona entre México y Guatemala, que ha pasado por un sinnúmero de conflictos y cambios. 

“También trabajé en el Kumbala Bar, un prostíbulo localizado en la frontera, donde las chicas rinden un culto a San Simón, bailando con él, haciéndole table dance, incluso se meten la figura del santo entre los senos y sus partes íntimas.” 

Explicó que San Simón es un santo guatemalteco no católico. Se piensa que fue heredado por un grupo de indígenas guatemaltecos, que ha pasado por varias escenificaciones y mestizajes. 

“Es una figura muy popular en Guatemala se equipara con la Virgen de Guadalupe en México, todos lo conocen pero no todos son devotos de él, por ello hay diferentes cofradías que le rinden culto y lo protegen como Santa Cruz, Chekul, Quetzaltenango, entre otras.” 

Dijo que una de las características principales de este santo es que surge desde la voz popular, lo cual se muestra al ser un santo que bebe alcohol, usa cocaína, echa plomo (dispara), sostiene relaciones con sus devotas, “es un santo muy humano que desconoce la frontera entre lo sagrado y lo profano”. 

Destacó que San Simón sostiene una relación horizontal con sus devotos, es decir, si el santo no cumple es castigado por diferentes formas: meterlo al refrigerador de las cervezas, ofenderlo con malas palabras o no bañarlo. 

“Lo interesante de este culto es que en Guatemala, en algunas partes de México y de Estados Unidos, se han levantado altares donde la gente realiza brujería blanca y negra con ayuda del santo, por lo que en ocasiones es asociado con San Judas Iscariote y el demonio.” 

Uno de los casos de los que habla en su trabajo de investigación del doctorado, es el de doña Cota, una bruja y espiritista por herencia familiar y profunda devota de San Simón. 

Marín Valdez conoció a esta señora por medio de una amiga que trabaja en el Kumbala Bar, quien la llevó hasta la casa de la espiritista y desde hace cinco años trabaja con ella, así como en esta zona fronteriza. 

Doña Cota le contó que en años recientes narcotraficantes, sicarios, halcones y personas dedicadas al lavado del dinero se han acercado para pedirle “trabajos” de brujería, especialmente de protección. 

“Otro de los trabajos que han surgido en los últimos ocho años es la petición que le hacen muchas mujeres a Simón: deportar a sus maridos de Estados Unidos; porque en la mayoría de los casos los hombres han dejado de mandar remesas o se han casado nuevamente.” 

La fiesta al santo es el 28 de octubre y sus seguidores organizan una gran celebración que va desde contratar todo tipo de música, hacer peleas de gallos, tomar grandes cantidades de alcohol hasta poner muchas velas, porque San Simón no es sólo un santo, es un miembro de la familia. 

Blanca Mónica dijo que San Simón es reflejo de los grupos más marginados y olvidados de Guatemala, aquellos que no son atendidos por las iglesias institucionalizadas, porque “es un culto que nació de los sectores bajos”. 

Destacó que éste se ha expandido debido a la migración y se ha logrado mantener gracias a las aportaciones y donaciones económicas del narcotráfico y de las remesas de guatemaltecos que laboran en los Estados Unidos, para ellos ésta es una manera de agradecer al santo su ayuda. 

Aclaró que los devotos de San Simón son diversos, no sólo criminales, sicarios, narcotraficantes o prostitutas, pero en su trabajo le interesa mostrar la historia de vida de estas personas y cómo se entretejen con el culto a partir de su condición social. 

“San Simón es el reflejo de ellos mismos, nos muestra la ambivalencia del ser humano, porque los seres humanos no sólo deseamos y pedimos cosas buenas, también estamos llenos de oscuridad y tenemos malos deseos, así que refleja los diferentes sentimientos y deseos del ser humano.” 

Cabe mencionar que esta charla es parte de las actividades para festejar el 25 aniversario del grupo “Historia y Cultura”, el cual a partir de 2006 se conformó como cuerpo académico. 

 

Witold Jacorzynki y Blanca Mónica Marín

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