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El juego, herramienta para la educación ambiental

  • La académica Margarita Hurtado Badiola impartió taller sobre el tema en EcoDiálogo

 

Margarita Hurtado Badiola

 

Karina de la Paz Reyes Díaz 

29/08/18, Xalapa, Ver.- Para Margarita Hurtado Badiola, presidenta del Instituto Mexicano para el Desarrollo de Ciudades Verdes, Sociedad Civil, con sede en Cuernavaca, Morelos, el juego es una herramienta de trabajo educativo al que deberíamos recurrir, sobre todo en temas como el ambiental. 

Hurtado Badiola asistió el 23 de agosto al Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes (EcoDiálogo) de la Universidad Veracruzana (UV) para compartir el taller “El juego y la educación ambiental”, donde presentó los materiales didácticos ya descritos; además, minutos antes piloteó un juego ─cuyo nombre está por definirse─ que tiene la finalidad de que cada participante identifique qué tan sustentable es su plantel educativo. 

“Si vemos el tema ambiental como una catástrofe ante la cual no podemos hacer nada, no tiene sentido, pero si aprendemos a través del juego y nos involucramos creo que podemos hacer algo y disfrutarlo”, expresó. 

Al preguntarle sobre la importancia que se le da a la educación ambiental en los programas educativos del país, destacó que no tiene el lugar que debería. 

“He trabajado tanto en educación formal como no formal. Soy maestra normalista y he trabajado en todos los niveles educativos, también con obreros, campesinos, y creo que la educación ambiental debería ser ingrediente básico, porque todos tenemos la costumbre de respirar, de comer, de usar el agua. Somos seres vivos y tenemos que cuidar el entorno del que somos parte y creo que no debería ser una materia aparte sino algo que permee toda la formación.” 

El primer juego creado por Margarita Hurtado fue “Dime qué comes”, cuya finalidad fue conocer hábitos alimenticios de la población y que cada persona asumiera la responsabilidad de lo que consumía. Sin embargo, compartió, “nadie creyó en mí y ahí se quedó como un tablero muy bonito. Fue motivo de mi tesis de Licenciatura en Educación para jóvenes y adultos, pero no se reprodujo ni aplicó a gran escala”. 

Tal escenario no restringió su iniciativa de crear materiales didácticos como herramienta en materia de educación ambiental. Como parte de su trabajo en el proyecto de una escuela para promotores ambientales, diseñó un instrumento que intituló “Ecojuego”, se trata de un juego de mesa cuya intención es elaborar un diagnóstico participativo de la situación ambiental de una comunidad. 

Otros juegos autoría de la integrante de la Academia Nacional de Educación Ambiental (ANEA) son: “AcuaJuegos”, para elaborar un diagnóstico participativo en torno a la situación del agua en una comunidad; “Naranja dulce, limón partido. Un juego para refrescar al planeta”, con el cual se toca el asunto del cambio climático; “El tren de la planeación”, partir de un diagnóstico con este instrumento es posible establecer paso a paso los objetivos, metas, indicadores, actividades a realizar, tiempos, recursos, evaluación, sistematización y divulgación. 

El último de los juegos que explicó se llama “Chachicomula. Brebajes para preparar materiales educativos ambientales”. “Se llama así porque les digo que cualquier objeto puede transformarse en material educativo y contiene lo todo lo que se debe considerar para diseñar un material educativo, a quién va dirigido, la finalidad”. 

 

Margarita Hurtado con estudiantes y académicos de EcoDiálogo

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