Ciencia

No existe evidencia de que el virus de viruela símica se transmita por leche materna

 

  • Mariana Cortina Cortés, consultora internacional certificada en lactancia materna, considera que no se debe suspender el amamantamiento ni separar al bebé de la madre
  • Se debe valorar cada caso para saber el procedimiento

 

Mariana Cortina Cortés, médico pediatra infectóloga

 

José Luis Couttolenc Soto

Fotos: Omar Portilla Palacios

11/08/2022, Xalapa, Ver.- Es poco probable que la madre infectada por el virus de la viruela símica lo transmita al bebé a través de la leche, “cuando menos no existe evidencia científica que así lo demuestre”, afirmó Mariana Cortina Cortés, médico pediatra con subespecialidad en infectología.

En entrevista para Universo, Cortina Cortés sostuvo que son mayores los beneficios que aporta la leche materna que el miedo a una infección al bebé. Opinó que si una madre tiene la enfermedad no debe suspender el amamantamiento ni separarse del bebé, “ya que las afectaciones para la díada pueden ser mayores”.

Explicó que la leche materna contiene compuestos bioactivos fundamentales que favorecen el desarrollo adecuado del sistema inmune; si una mujer está enferma de cualquier infección pasa anticuerpos a su bebé a través de la leche, aunado a los componentes que ésta ya tiene; “incluso si tiene viruela pasa anticuerpos que pudieran proteger de forma pasiva al bebé contra la enfermedad”.

No obstante, apuntó que si la madre presenta síntomas de la enfermedad es recomendable adoptar las siguientes medidas para evitar el contagio: lavado de manos; uso de cubrebocas apretado; usar bata que cubra del cuello a los pies; cubrir las lesiones que generalmente aparecen en boca, manos y genitales; si hay lesiones en el seno, cubrirlas y tratar de amamantar con el seno que esté sano, o extraer la leche y proporcionársela al bebé.

La consultora internacional certificada en lactancia materna por la Consultora de Lactancia Certificada por la Junta Internacional (IBLCE, por sus siglas en inglés), reconoció que no existe un consenso sobre qué hacer en la atención de los casos; precisó que la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos y la Secretaría de Salud (SS) de México emitieron guías que son contradictorias entre sí, dado que una de ellas menciona que sí se puede amamantar al bebé, mientras que la otra se recomienda que no.

En consecuencia, la OMS establece que se debe evaluar cada caso y dependiendo de la gravedad de la enfermedad debe ser el procedimiento; mientras tanto, el Colegio Real de Ginecobstetricia de Inglaterra recomienda valorar siempre el riesgo de infección, así como el daño o angustia que se pueda presentar con la separación de la madre y el bebé, y las consecuencias que esto tendría.

Tanto el CDC como la Guía de Práctica Clínica en México aconsejan no amamantar si se padece viruela símica, e incluso exhortan a desechar la leche materna extraída.

“La lactancia materna es una intervención fundamental de salud en la etapa de vida de un lactante y la persona que amamanta; para mí es una prioridad proporcionar la leche materna y favorecer el contacto piel a piel siempre y cuando no haya lesiones activas. A su vez, es importante que en el caso de extracción de leche materna, ésta se proporcione de igual manera en un vaso, jeringa, gotero o cuchara”, recomendó la integrante de la Asociación de Consultores Certificados en Lactancia Materna (ACCLAM).

En la entrevista también participó Clara Luz Sampieri Ramírez, investigadora adscrita al Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Veracruzana (UV), quien señaló que en Internet existe mucha información sobre el tema pero carente de soporte científico, por lo que sugirió documentarse en páginas de la OMS, CDC y SS, cuyos datos están basados en evidencia científica.

Mencionó que muchas personas buscan también información sobre vacunas, por lo que señaló que las existentes están destinadas a la población que estuvo en contacto estrecho o directo con personas infectadas, así como personal de salud con alto riesgo, pero no están aprobadas para mujeres lactantes.

Finalmente, invitó a acudir con personal de salud certificado en lactancia para recibir apoyo durante el inicio y establecimiento de esta actividad, así como capacitación en métodos de extracción y manejo de la leche humana.

 

Clara Luz Sampieri Ramírez, investigadora del Instituto de Salud Pública de la UV

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