Cultura

Saberes vivos en la investigación artística, tercera publicación del SPIA

 

  • Fue coordinada por Natalia Calderón, Abel Cervantes y Atzin Salazar

 

La obra es de libre consulta en https://bit.ly/3wIMCrb

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

10/04/2022, Xalapa, Ver.- Saberes vivos en la investigación artística es el título del tercer libro del Seminario Permanente de Investigación Artística (SPIA), adscrito al Instituto de Artes Plásticas (IAP) de la Universidad Veracruzana (UV). Ahí, una decena de académicas, académicos y artistas exploran varias interrogantes, entre ellas: ¿cómo es que un saber puede estar vivo? y ¿cómo hacemos una práctica artística viva?

El texto fue coordinado por Natalia Calderón, investigadora del IAP, así como por Abel Cervantes y Atzin Salazar, egresados de la Facultad de Artes Plásticas, también de la UV. Salió a la luz en marzo de este año y, como los anteriores, está disponible en soporte impreso y digital.

Le anteceden: Practicar la inestabilidad. Diálogos y acercamientos desde la investigación artística (2018) e ¿Indisciplinar la investigación artística? Metodologías en construcción y reconstrucción (2020). Consúltelos en https://investigacionspia.wordpress.com/publicaciones/

El SPIA, cuyo objetivo es producir y legitimar los conocimientos artísticos, así como abrirlos a otras áreas del saber, inició actividades ininterrumpidamente desde 2017, y una de ellas es la obra editorial.

“En este libro buscamos poner de manifiesto la vida misma, es por ello que decidimos invitar a distintas autoras y autores, que nos abrieran el espectro más allá de las artes visuales. En la publicación encontrarán acercamientos a los saberes vivos desde lo antropológico, lo social, lo escénico, e incluso un relato situado desde la perspectiva de un neuroetólogo que se ha sumergido en la investigación artística a través del SPIA”, plantean en la Presentación.

Está dividido en tres secciones: Saberes, Cuerpos y Territorios. La primera la conforman dos textos: “Cuerpos vivos, territorios vivos, saberes vivos”, de Natalia Calderón y Abel Cervantes, y “Saberes vivos en la investigación artística. Reflexiones a partir de los proyectos Calpulli Tecalco y Ecología del saber. Historias que la historia no cuenta”, por Mónica Amieva.

En la segunda están: “Saber(se) viva/o: conjuros desde/con el cuerpo y el archivo para explorar los paisajes del yo en Carguyoq. Investigación acción escénica”, por Lucero Medina Hú; “Topoficción. Teatros del paisaje, panorama de Cuatrociénegas”, por Aristeo Mora de Anda, y “Mapas corporales de la trashumancia: saberes desde la emoción viva y corporizada”, por Porfirio Carrillo Castilla.

Mientras en la tercera: “Comunidades de cuidados como prácticas y experiencias de resistencia entre mujeres de la sierra de Zongolica”, por Verónica Moreno Uribe y Shantal Meseguer Galván, y “Recuerdos-potencia: del archivo caminante al archivo predictivo”, por Eduardo Molinari.

Esta publicación tiene como antecedente el Tercer Encuentro de Investigación Artística del SPIA, nombrado precisamente Saberes vivos en la investigación artística, que se realizó en octubre de 2021, en formato híbrido.

“El Tercer Encuentro nos dejó con muchas provocaciones de pensamientos, sentires y más preguntas que resoluciones. Es por ello que Saberes vivos en la investigación artística decidimos continuar con la labor de comunicación y pensamiento crítico para seguir debatiendo este tema en otro formato, el escritural”, explican en la Presentación.

En entrevista, la también coordinadora del SPIA, Natalia Calderón, compartió que los saberes son vínculos vivos que hay que cultivar y cuidar, “para que florezcan y crezcan, para seguir alimentándonos de ellos”.

Además, dejó en claro que los saberes artísticos no están desligados de los de otros campos, es por eso que en el SPIA tienen la intención de crear libros como éste, que se convierten en espacios donde se atraviesan la sociología, las artes escénicas, entre otros.

Para ella, los conocimientos o saberes no le pertenecen a ningún campo o área en específico, más bien, “son del terreno donde habitamos y de los cuerpos de quienes los habitamos”.

En tal panorama, este libro no es necesariamente uno sobre las artes o para las artes, sino para la vida en general, donde los conocimientos artísticos son “primordiales”. Lo son no por la estética, aclaró, sino porque generan emociones, sentimientos y saberes necesarios a todas las personas.

Por su parte, Abel Cervantes compartió que, si bien Saberes vivos no deja de moverse dentro de las dimensiones académicas, buscó trabajar o resolver un planteamiento: ¿cómo trabajamos con el territorio desde cuerpos vivos y sintientes?

Para Atzin Salazar, este tercer título es una clara evolución de lo que ha trabajado el SPIA en estos años de actividad, toda vez que se acerca a saberes y conocimientos pertinentes y que apremian en estos tiempos pandémicos y de crisis ambiental. A su parecer, se acercan a las epistemologías del sur, lo que implica pensar de otras formas, “más vivas”.

Así, al relacionar los términos sociales con los artísticos, Atzin dejó en claro que el arte necesariamente es social, de lo contrario no lo es y “se queda en una mera experiencia estética”.

De acuerdo con ella, lo que también intentan desde la investigación artística –y buscaron reflejar en este libro– es romper estructuras tan dicotómicas, como las metodologías que sirven para hacer análisis sociales y las que lo son para hacer o pensar arte.

“Realmente se pueden generar entretejidos”, dijo; “a mí me parece un intercambio de metodologías que están en constante construcción”.

En palabras de Abel Cervantes, Saberes vivos está posicionado desde un lugar muy político, donde toda persona se puede reconocer, es decir, desde un capitalismo tardío, el extractivismo y la pérdida del territorio, “cuestiones que nos involucran día a día”.

Por eso es “tan personal este libro”, enfatizó; porque para quienes lo coordinaron y quienes escriben la preocupación latente versa en preguntarse: ¿cómo cuidar la vida?, ¿qué haremos al respecto? y ¿cómo negociar con esta realidad, con esta explotación en distintos niveles?

Más allá de los grados académicos

Para Atzin y Abel es la primera vez que coordinan un libro y lo hicieron en calidad de estudiantes, pues en ese entonces aún no egresaban. Si bien fue “acelerado, cansado, intenso”, significó un proceso de muchos aprendizajes en los sentidos humano, académico y técnico.

Ambos destacaron la preponderancia que en este libro tiene el trabajo en equipo, la colaboración e igualdad, al hacer cada quien lo que estaba dentro de sus habilidades y aptitudes.

A propósito de esto, Natalia Calderón compartió que este proceso de creación dejó saberes importantes en ella, sobre todo en el ámbito de la elaboración: “Fue un gran aprendizaje ver cómo estudiantes de licenciatura se involucran en proyectos de investigación a nivel profesional y lo hacen de una manera sorprendente. Tanto Atzin como Abel tomaron este proyecto muy en serio, se implicaron, se comprometieron”.

Por otro lado, le significó una gran sorpresa y aprendizaje ver que un grupo de personas, sin distingo de grados académicos, puede lograr proyectos de investigación y editoriales de esta magnitud.

“Pensamos que sólo las personas profesionalizadas pueden hacer esto, y darle la oportunidad a gente que no lo ha hecho, pero que sí tiene la motivación y el compromiso, fue súper gratificante.”

A eso se añade una expresión de Atzin: “Cuando ves que aparecerás en una portada, dices: ‘¡Wow, eso es muy fuerte para mí!’. Creo que ha sido un proceso bien bonito, porque son cosas que me atraviesan y conmueven. Incluso, este tipo de textos me salvan de sentirme mal, triste. Entonces, ha sido también muy íntimo”.

Cabe mencionar que ya preparan la primera presentación del libro, por ello sugieren estar pendientes en las redes sociodigitales del SPIA: Facebook: SPIA.SeminarioPermanentedeInvestigacionArtistica, e Instagram: SPIA/Investigación Artística.

 

También está disponible en versión impresa; para saber cómo obtenerlo consulte en sus redes sociodigitales

Categorías: Cultura