Cultura

Pelléas et Mélisande, ópera onírica y evocadora

  • Guillermo Cuevas resaltó las características de una obra que en su época provocó admiración y críticas

 

Guillermo Cuevas en su exposición sobre Pelléas et Mélisande, de Claude Debussy

 

Jorge Vázquez Pacheco

30/09/18, Xalapa, Ver.- La Sala “Carlos Fuentes Lemus” de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) fue sede de “Música y Literatura”, que el miércoles 26 de septiembre estuvo dedicada a Pelléas et Mélisande, única ópera escrita por Claude Debussy (1862-1918), estrenada en París el 30 de abril de 1902.

La ponencia del académico Guillermo Cuevas –con apoyo multimedia de Axel Juárez– ilustró la opinión de los observadores contemporáneos, en especial los que integraron el grupo conocido como “Los Apaches”, entre quienes se contaron personalidades como Manuel de Falla, Florent Schmitt, Igor Stravinsky y Ricardo Viñes.

Cuevas resaltó la estupefacción de los observadores por una obra novedosa, plena en melodías y armonías etéreas, y ámbito onírico en que la acción dramática resulta apabullante. Para algunos críticos, Pelléas et Mélisande fue una broma de mal gusto, mientras que otros la observaron como una partitura genial y renovadora.

En la ejemplificación mediante proyección de video, el discursante se valió de dos producciones totalmente distintas entre sí. “Así como hubo la época de los directores y los virtuosos totalmente protagonistas, hoy estamos en la era de los divos de la escena”, indicó Guillermo Cuevas.

“Los directores de escena tienen todo a la mano para hacer lo que les venga en gana con las óperas. Cada uno tiene su propio concepto”; así, mientras en la primera proyección el acto I –el encuentro de Goulad con la bella Mélisande– se da en el bosque, como lo indica el libreto, en la segunda la acción se muestra en una recámara y en época actual.

Debussy había comentado que su drama, pese a la atmósfera surrealista, poseía “más elementos de humanidad que las demás óperas supuestamente basadas en la vida real”, declaración que fue interpretada como severa crítica hacia los veristas italianos. “Acomoda a mis propósitos de manera admirable”, redactó el músico. “Posee un lenguaje evocador cuya sensibilidad puede encontrar una extensión adecuada en la música y en la orquesta”.

Llamó la atención hacia la denominación para el castillo del anciano rey Arkel, abuelo de Pelléas y Goulad: Allemonde, una combinación de los vocablos Alle (alemán que significa “todo”) y monde (“mundo” en francés), seguramente para aportar la idea de la universalidad en la problemática que enfrentan los protagonistas elementales.

Por otro lado, jamás se despeja el enigma que plantea la personalidad de Mélisande. Nunca se sabe de dónde procede ni se aclaran sus antecedentes familiares.

Para el miércoles 3 y viernes 5 de octubre se considerarán las principales obras para piano de este autor: la suite Bergamasque, Estampas, Imágenes y El rincón de los niños. El acceso es sin costo y la invitación es para todo público.

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