Cultura

Enseñanza presencial en la formación artística es irremplazable: académicos

 

  • Sergio Domínguez Aguilar y Xavier Cózar Angulo expusieron desventajas de la formación virtual durante pandemia
  • Concluyó el 1er Coloquio Internacional Virtual “Retos, estrategias y procesos de la enseñanza artística virtual durante el confinamiento por COVID-19”

 

Sergio Domínguez Aguilar y Xavier Cózar Angulo expusieron algunas desventajas de la enseñanza virtual en alumnos de artes

 

Claudia Peralta Vázquez

Fotos: Luis Fernando Fernández Carrillo

29/04/2022, Xalapa, Ver.- Sergio Domínguez Aguilar y Xavier Cózar Angulo, académicos del Instituto de Artes Plásticas (IAP) de la Universidad Veracruzana (UV), subrayaron que la enseñanza presencial en la formación artística de estudiantes de esta área de conocimiento es irremplazable.

Esto, al exponer ciertas desventajas detectadas dentro de la formación virtual de universitarios durante el periodo de pandemia, derivadas de las desigualdades sociales, culturales, tecnológicas y económicas, tanto de alumnos como de académicos.

El 28 de abril, los profesores participaron en el panel “Función académica universitaria mediada por políticas y prácticas de distanciamiento social en el contexto de pandemia: problematización de dos casos del Instituto de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana”.

En el marco del 1er Coloquio Internacional Virtual “Retos, estrategias y procesos de la enseñanza artística virtual durante el confinamiento por COVID-19”, realizado los días 28 y 29 de abril, plasmaron en su conversación virtual transmitida por Zoom algunos contrastes entre su desempeño académico, así como del discurso y usos institucionales en el dilema salud-trabajo derivado de la aparición del SARS-CoV-2.

También, emitieron algunas propuestas encaminadas a retomar el sentido humanista de la Universidad con base en el fortalecimiento de la perspectiva gremial en el campo de las artes.

En el encuentro dirigido a académicos dedicados a la enseñanza superior de las artes como: danza, teatro, música y artes plásticas, Sergio Domínguez comentó que a raíz de la contingencia la UV se sumó a las medidas de distanciamiento social, movida por la inmediatez a través de acciones remediales consistentes.

Consideró que la expresión es una característica del arte y pareciera que se trata de un saber suntuario que no tiene un sustento, no es demostrable, y es sumamente subjetivo.

“Tenemos un problema en cómo ha sido visualizada la difusión de las artes en el campo educativo, tiene el estigma de un saber sometido, más asociado al ocio.”

Dicha desventaja y concepto institucional no surge con la pandemia, sino que se exacerbó, subrayó.

Con la pandemia se hicieron visibles ciertas realidades que no figuraban en la página oficial de la UV como: deserción escolar por la pérdida de empleo de los padres, insuficiencia de equipos móviles para tomar las clases, “hubo una tragedia para algunos por esta condición endémica”.

A esto se sumó el escaso o nulo acceso a Internet que padecieron muchos alumnos, y el reflejo de historias de éxito, de resiliencia, y toda esa parte que impactó el plano psicológico, anímico, educativo y laboral.

Xavier Cózar señaló que a partir de estos hechos, los académicos identificaron diversas situaciones adversas, por lo que celebró el desarrollo de foros de este tipo para exponerlas.

En cuanto al uso de la plataforma Eminus, planteó que no ha respondido lo suficiente a las necesidades integrales, es por ello que un gran número de alumnos demanda el regreso total a las aulas porque han detectado una serie de vacíos cognitivos, vivenciales, sociales y disciplinares.

“Debemos considerar esas deficiencias, que habrá una generación universitaria cuya mitad de su vida escolar, como alumnos de pregrado, pasó desde la virtualidad.”

Ante este contexto, dijo, los académicos generaron alternativas virtuales en las que solamente lo cuantitativo resultó conveniente para la Universidad, a través de un discurso en el cual se aseguró que el sistema funcionaba cualitativamente.

Por ello, cuestionó el nivel de aprendizaje y asimilación de contenidos de distintas ramas de conocimientos, pues no es lo mismo el aprendizaje para un alumno de Derecho que para uno de Artes.

“La postura para sostener un violonchelo, la forma en cómo se granea una piedra litográfica, y en el caso de los bailarines, la postura, desplazamiento y movimiento, obvio son cosas que no se aprenden por Internet.”

Luego de exponer las limitaciones en el diseño y operatividad de la plataforma Eminus, comentó la carencia de luz e Internet que padecían algunos estudiantes que se conectaban desde comunidades o rancherías, y manifestaban más conductas de angustia por ingresar a la clase que por la asimilación de conocimientos.

Entre muchas otras situaciones, planteó que para la formación de personas y profesionales de las artes la enseñanza presencial resulta irremplazable, ya que dentro de la praxis del productor artístico se requiere atender aspectos de forma y contenido de manera física e inmediata.

Por otra parte, cualquier modalidad no presencial reduce potencialmente el desarrollo óptimo de los saberes teóricos, heurísticos y axiológicos que promulga el modelo educativo institucional.

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