Trastornos psicológicos y mediaciones tecnológicas: Prevención e intervención ante el COVID-19

La expresión “Quédate en casa” aunque con muy sanas intenciones desde su propósito divulgativo, implícitamente olvida varios aspectos básicos que trataré de desvelar en el siguiente itinerario de preguntas.

¿Y si no tengo casa?.

No me refiero específicamente a las personas que viven en situaciones de calle, sino a la población vulnerable y no exclusivamente a la población de mayor riesgo de contagio, sino a las personas y contextos socialmente vulnerables: centros de readaptación social, asilos, albergues, refugios, solo por citar algunos ejemplos).

¿Cuántas personas en promedio viven en casa?.

Contemplar los efectos del hacinamiento en el comportamiento humano, a mayor número de personas en espacios reducidos los índices de agresividad se detonan por un mecanismo inconsciente de territorialidad (ampliamente estudiado por la etología1), los territorios son manifestaciones espaciales de sistemas de significación compartidos, no es de extrañar, pero si de lamentar, el incremento de la violencia doméstica (Red Nacional de Refugios: 12% de ingresos de mujeres y 80% de llamadas de emergencia, 7% de detenciones por violencia intrafamiliar), el consumo de alcohol (Consultora Nielsen, 63% incremento venta de cervezas, comparado con Abril de 2019), paradójicamente al aumento de vulnerabilidad ante el Covid-19 (OMS, 2020) y la venta de antidepresivos, aunque en una situación de verdadero confinamiento2 (fronteras entre lo restrictivo y privativo de la libertad), tenemos el caso muy reciente de las cárceles de El Salvador en donde tomaron la decisión de juntar los diferentes grupos de Maras, la historia nos contará el resultado de este experimento social.

¿En qué condiciones se vive en casa?.

La frase o slogan de `Susana distancia´, invita a la distancia física, que no precisamente social, se socializa a través de las diferentes redes digitales. Un reciente comunicado de la UNESCO, invitaba a mantener una sana distancia de las redes sociales, lo anterior de virtud de la exposición desbordada de información sobre la pandemia, pero principalmente, poner distancia a la desinformación y las noticias falsas (fake news). Y aquí tendríamos que abordar el fenómeno social de las redes en cuanto a que “el chisme mediático no es deseable, pero como nos entretiene”.

¿Cuál es el papel de las mediaciones tecnológicas para la prevención e intervención de trastornos psicológicos en contextos de aislamiento social?.

Quizá el foco de conversación de este webinar. Los seres humanos tendemos a polarizarnos cognitivamente, es decir, pensar que la tecnología es un excelente recurso para la mediación en nuestras vidas, pero que también podría representar una vía para depender de la misma.

La función de la mediación tecnológica se limita a ser un puente, vía, o conexión virtual, entre los recursos, instancias o profesionales de la salud mental y las personas que manifiestan algún cambio súbito o crónico en su comportamiento.

En este sentido consideremos que la mediación juega un rol:

De intervención:

A través de todas las alternativas de atención y consejo psicológico que se brindan por medio de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) de las instancias  de salud oficiales, asociaciones de profesionales de la salud mental y la contribución de las instituciones de educación superior:

  • apoyo telefónico,
  • videoenlaces,
  • guías y video tutoriales,
  • podcasts3,
  • páginas web oficiales,
  • entre otras

Para la prevención:

a) Debemos contemplar los grupos de edad, recordar la regla de 3,6,9 y 12, para el uso de tecnología por los niños, prácticamente hablamos de una doble sana distancia, social y de empleo digital.

Los trabajos del Psiquiatra francés Serge Tisseron (Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria) y UNICEF (2017) basados en el aprendizaje social postulan que:

Antes de los…

  • 3 años, nada de TV.
  • 6 años, nada de Videojuegos.
  • 9 años, nada de Internet.
  • 12 años, nada de Redes sociales y celular.

Por otra parte, en un estudio de 143 universitarios de la Universidad de Pensilvania, demostró que el uso de Facebook, Snapchat e Instagram aumenta la depresión y la soledad.

b) Sana distancia social. No creer todo lo que se lee, al margen de verificar la fuente, guardar distancia de las redes sociales es psicológicamente saludable. Echemos un vistazo a la cantidad de redes a las que participamos voluntariamente (Whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram, etc. etc.). ¿Por qué no reducir el número?, o quizá prescindir de las mismas, representaría un buen ejercicio para determinar nuestra dependencia a la tecnología.

c) Rutinas. Representan una sana alternativa y una opción para administrar nuestro tiempo en cuarentena: de trabajo, ejercicio, aseo, lectura, meditación, entre múltiples.

d) En caso de violencia intrafamiliar, tener un plan de seguridad por si empeora la situación. Tener una red de contactos (familiares, amigos, vecinos, conocidos) o alojamiento a donde acudir si tuviera que abandonar su domicilio inmediatamente (OMS, 2020).

e) Aprovechar el potencial de internet para la formación, a través de la oferta gratuita en línea de las diferentes plataformas que ofertan MOOC (EdX, Udacity, Cousera, MéxicoX, etc.).

Conclusión

Ayer a través de las notificaciones de noticias que se distribuyen de manera masiva a todos los teléfonos celulares de los mexicanos, leía un encabezado que refería…

¿Qué se necesita para salir de la cuarentena y volver a la normalidad?

Al respecto debemos entender que NO vamos a volver a la normalidad, la humanidad comienza a reintegrarse (algunos países de oriente y europa) a un contexto social, educativo, económico trastocado por una contingencia sanitaria, las condiciones no serán las mismas y debemos asumirlo, rediseñarnos social y psicológicamente, necesitamos a la brevedad realizar una especie de reseteo de nuestra conciencia colectiva y global, para poder asumir el nuevo orden de lo cotidiano.

  1. Estudio científico del comportamiento humano y animal.
  2. Pena por la que se obliga al condenado a vivir temporalmente, en libertad, en un lugar distinto a su domicilio.
  3. Archivos de audio o vídeo que suelen ser de larga duración.

Referencias

Forbes (2020). Freno a producción y ‘ley seca’ detona compra de cerveza: Nielsen. En red: https://www.forbes.com.mx/negocios-consumo-cerveza-cuarentena-covid-19-nielsen/

Hunt, M., Marx, R., Lipson, C. & Young, J. (2018). No More FOMO: Limiting Social Media Decreases Loneliness and Depression. Journal of Social and Clinical Psychology: Vol. 37, No. 10, pp. 751-768.

https://doi.org/10.1521/jscp.2018.37.10.751

Milenio (2020). Efectos de enfrentar una pandemia. En red: https://www.youtube.com/watch?v=OqwLbohkDOI

OMS (2020). El alcohol y la COVID-19: lo que debe saber. En red: https://www.paho.org/es/documentos/folleto-alcohol-covid-19-lo-que-debe-saber

Red Nacional de Refugios (2020). Los Refugios seguirán atendiendo a más de 25 mil mujeres e infantes al año.En red: https://twitter.com/RNRoficial/status/1255512647828754436

Tisseron, S. (2013). La campagne 3-6-9-12 en français. En red: https://www.3-6-9-12.org/nos-campagnes-daffiches/

Tisseron, S. (2017). Introduction aux balises 3-6-9-12. En red: https://www.youtube.com/watch?time_continue=101&v=_UGndF3Z1lI&feature=emb_logo

UNICEF (2017). Niños en un mundo digital. En red: https://www.unicef.org/media/48611/file