Universidad Veracruzana

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Vivir para contarla – Gabriel García Márquez

(…)La pérdida de la inocencia me enseñó al mismo tiempo que no era el Niño Dios quien nos traía los juguetes en la Navidad, pero tuve el cuidado de no decirlo. A los diez años, mi padre me lo reveló como un secreto de adultos, porque daba por hecho que lo sabía, y me llevó a las tiendas de la Nochebuena para escoger los juguetes de mis hermanos. Lo mismo me había sucedido con el misterio del parto antes de asistir al de Matilde Armenta: me atoraba de risa cuando decían que a los niños los traía de París una cigüeña. Pero debo confesar que ni entonces ni ahora he logrado relacionar el parto con el sexo.

vivir-para-contarlaEn todo caso, pienso que mi intimidad con la servidumbre pudo ser el origen de un hilo de comunicación secreta que creo tener con las mujeres, y que a lo largo de la vida me ha permitido sentirme más cómodo y seguro entre ellas que entre hombres. También de allí puede venir mi convicción de que son ellas las que sostienen el mundo, mientras los hombres lo desordenamos con nuestra brutalidad histórica.

Sara Emilia Márquez, sin saberlo, tuvo algo que ver con mi destino. Perseguida desde muy joven por pretendientes que ni siquiera se dignaba mirar, se decidió por el primero que le pareció bien, y para siempre. El elegido tenía algo en común con mi padre, pues era un forastero que llegó no se sabía de dónde ni cómo, con una buena hoja de vida, pero sin recursos
conocidos. Se llamaba José del Carmen Uribe Vergel, pero a veces sólo se firmaba como J. del C. Pasó algún tiempo antes de saberse quién era en realidad y de dónde venía, hasta que se supo por los discursos de encargo que escribía para funcionarios públicos, y por los versos de amor que publicaba en su propia revista cultural, cuya frecuencia dependía de la voluntad de Dios. Desde que apareció en la casa sentí una gran admiración por su fama de escritor, el primero que conocí en mi vida. De inmediato quise ser igual a él, y no estuve contento hasta que la tía Mama aprendió a peinarme como él.

Fragmento tomado de: “Vivir para contarla”, Gabriel García Márquez, Ed. De bolsillo

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Fecha: 21 octubre, 2021 Responsable: Lectores y Lecturas – Programa Universitario Contacto: mirimorales@uv.mx