Universidad Veracruzana

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La memoria y el conocimiento de los animales

Corre, lee y dile

Germán Martínez Aceves

 Más allá del instinto y de los impulsos naturales, los animales tienen memoria y capacidad de transmitir su información, actos de vida que les permiten la sobrevivencia y la reproducción de su especie. Conforme se amplían los estudios sobre la naturaleza y sus seres vivos, se ha descubierto que también plantas, bacterias y virus tienen cualidades cognitivas.

Un acercamiento a estas investigaciones las podemos encontrar en el libro La cognición en los sistemas biológicos, coordinado por José Eduardo Reynoso y Laura Teresa Hernández Salazar, del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), publicado en la colección Quehacer científico y tecnológico de la Editorial UV.

La cognición permite a los organismos animales, a las plantas y a las bacterias, captar información y procesarla para resolver diferentes problemas. Es parte de la vida misma, es un proceso en el que funcionan la percepción, la atención, la memoria, el aprendizaje, la toma de decisiones y manifestaciones más complejas como la conciencia, el autocontrol y la autopercepción, todo ello les permite a los sistemas biológicos marcar territorios, alimentarse, reproducirse y preservar las especies.

En este libro se reúnen diez ensayos de investigadores connotados que, a través de su quehacer científico, abordan modelos en animales, en primates, en aves, en insectos o en plantas.

Abre el libro Jaime Huidobro Dávila con su escrito “Desde mi balcón: el mundo desde otro punto de vista”, en el que hace una metáfora de alguien que vive en un departamento y desde ahí ve todo, un día visita a su vecina y nota que desde ese departamento se ve otra perspectiva. Por lo tanto, se da cuenta que una persona o un organismo actúa de acuerdo con el lugar en el que está situado, y no es tan solo biológico si no también sicológico, pues todo ser vivo es producto de su entorno.

En “Siguiendo las huellas de la cognición: desde aves hasta primates”, Irma L. Montero Domínguez, Mauricio A. Núñez-Murrieta y Trilce María Fernanda Ortega-Hernández hacen un análisis de la cognición de primates y cuervos, que pueden ser especies no emparentadas, pero tienen una convergencia evolutiva en la que se distingue la manera de resolver sus problemas a través del uso de herramientas. En su estudio encuentran muchas similitudes.

“Cognición canina: desde nuestro lazo con el lobo hasta nuestros días”, de Fabrizio Dell’Anna, Roberto Karim López Hernández y Laura Paola Rivera Ortega, es un ensayo que aborda nuestra relación longeva con los lobos. Su hipótesis parte de que los caninos tienen sistemas sociales similares a los humanos, por eso congeniamos. Históricamente está la relación con la caza, el acompañamiento, la protección e incluso, el entrenamiento para salvar vidas. También se ha comprobado que los sistemas sensoriales de los caninos envejecen lo que les puede provocar pérdida de la memoria.

Karen Guadalupe Sánchez Solano y Carlos Eduardo Ramírez Torres escriben “Comportarse con sentido: la función de los sistemas sensoriales en primates no humanos” y nos explican como las diferentes especies de monos usan los sentidos de la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto para discriminar, interpretar y recordar cada estímulo que perciben, principalmente para obtener alimentos y habitar territorios.

“Creencias populares sobre cognición y emoción en reptiles”, de Mariel Almaguer-Azpeitia, aborda sobre los poco estudiados reptiles en los campos de sus emociones y conocimientos, en parte se debe al rechazo que hay sobre ellos, muchas veces son considerados de “sangre fría”, sin embargo, también son de complejidad conductual.

Daniel Salinas Velarde ofrece “Entre Gea y Mnemósine, la historia no contada: influencia del ambiente sobre el aprendizaje y la memoria”, donde habla sobre estudios de laboratorio de los modelos animales en ambientes enriquecidos y demuestra que la memoria puede estar influenciada por el ambiente.

“La memoria en el mundo: animales, plantas y otros organismos”, es el trabajo que presentan José Eduardo Reynoso Cruz y Laura Teresa Hernández Salazar en el que asientan que la memoria no es exclusiva de los animales, sino que también hay evidencias de esta en plantas, bacterias y virus.

“Michis cazadores: implicaciones de la memoria y del aprendizaje sobre la conducta depredatoria del gato doméstico”, de Isac Mella Méndez y Rafael Flores Peredo, es un escrito en el que exponen el cuidado que debe haber en los gatos, domésticos y ferales, con su conducta depredatoria.

Jesús García-Salazar y Mariel Almaguer-Azpeitia en “Uso de la información social en insectos no sociales”, hablan de la relevancia de estudios durante la pandemia, donde los maestros buscaron alternativas para que los estudiantes hicieran prácticas fuera de laboratorio y los insectos fueron un buen tema. Más allá de la conocida asociación de hormigas y abejas, otros insectos como grillos, moscas y langostas también tienen cognición social,

Finalmente, en “¿Por qué ayudan las ratas?”, Rodolfo Bernal-Gamboa nos explica que las ratas blancas sistemáticamente se ayudan entre ellas para obtener alimentos, hay empatía y contacto social en su grupo.

La cognición en los sistemas biológicos, coordinado por José Eduardo Reynoso y Laura Teresa Hernández Salazar, es de la colección Quehacer científico y tecnológico de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 137 página, 2023. El libro se puede adquirir en acceso abierto en librería.uv.mx

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Fecha: 25 abril, 2024 Responsable: Editorial Contacto: direccioneditorial@uv.mx