Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
Un gesto simple puede significar muchas cosas: alegría o enojo; amabilidad o desconcierto; nostalgia o melancolía; ingenuidad o picardía; cordura o locura. Un gesto, cuan insignificante que sea, puede denotar una actitud en el momento, es la expresión de un sentir profundo que provoca una historia.
Es un gusto encontrar en el catálogo de la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV) letras frescas como las de Karla Marrufo (Mérida, Yucatán, en 1982) quien ofrece su primer libro de cuentos que se publican en la colección Ficción con el título de Un gesto simple.
Es interesante cómo se construyen los vasos comunicantes en el sureste mexicano. Karla Marrufo llegó a Xalapa para estudiar la maestría en Literatura mexicana e ingresar tiempo después al doctorado en Literatura Hispanoamericana donde formó parte de la primera generación, ambos posgrados de la UV. Ahora ella vive en Mérida y sus cuentos ven la impresión en la capital veracruzana.
Su trabajo, que tiene como base a la literatura, lo desarrolla en la docencia, la investigación y la creación que plasma en libros de teatro, de poesía y de crónica que le han redituado reconocimientos como el Premio Nacional de Dramaturgia Wilberto Cantón 2005l, el Premio Dolores Castro de narrativa con la novela Mayo, en 2014 y el Premio Peninsular de Poesía José Díaz Bolio 2016 por el poemario La ciudad en ti. Su obra poética ha sido traducida al inglés y publicada en Estadps Unidos y Europa
En los siete cuentos que nos ofrece Karla Marrufo podemos encontrar historias donde los personajes caminan por la cuerda floja jugueteando entre lo real y lo ficticio. Con ellos explora las posibilidades de lo que sucedió o puede suceder.
Todos, de alguna manera, nos hacemos nuestras propias historias, en nuestros pensamientos y sentires hay lapsos y quiebres que pueden generar un mito, un fantasma o una realidad.
Los personajes que habitan los cuentos de Karla Marrufo muy bien pueden ser nuestros vecinos, nuestros amigos o nuestros familiares que deambulan en los caminos de las cosas simples, donde lo cotidiano se acumula y en ocasiones puede llegar a la asfixia que conduce al suicidio. Esos seres que parecen sencillos, previsibles, son los que adquieren protagonismo y se sitúan en el primer plano.
Con ellos, la escritora explora las oscuridades de sus vidas muchas veces desconectadas de la realidad o bien situados en planos donde la melancolía es lo cotidiano, la pérdida de la memoria la puerta que se abre al limbo, el ruido incesante de los vecinos es el que rompe la armonía de la convivencia o los hombres negados para hacer algo útil pero que siempre están pensando en hacer algo que nadie ve, todos llevados a límites que encontrarán una sorpresa al final de sus relatos.
Los siete cuentos, que en ocasiones se ambientan en el calor y el vaivén de hamaca con aires del Caribe, son:
“La elocuencia de los gatos”, donde el personaje, como gato agazapado mira el entorno del vecindario y su caótica convivencia. Los mininos deambulan como consejeros del mal, entre las sombras, y atestiguan locuras y suicidios.
“Un gesto simple” pone en primer plano una práctica que ha caído en desuso: verter los sentimientos a través de cartas, el remitente es prolijo en escribir misivas pero ¿tendrán correspondencia?
“La casa del pollo” es el caso de una señora que se deambula en la pérdida de memoria y transforma y proyecta su vida en los pollos que se venden para preparar guisos.
En “De puerta a puerta”, el vecino dadivoso deja regalos a una vecina que se la imagina en medio de una soledad que comparte con el perro Humboldt.
“Retratos” es un juego de olvido y memoria de un rostro que se asemeja a los retratos de Al Fayum (momias egipcias) o a los ojos expresivos de Buster Keaton.
“Próximo destino, Lisboa”, donde una mujer enclavada en una relación y en una casa en la región yucateca imagina el “cambio de aires” en otro país.
“Detalles”… ‘Lo que más nos jode son los detalles, las pequeñas cosas de a diario que en apariencia no cambian, pero que un poco más allá de su aspecto superficial están gestando revoluciones’.
Y ahí están los personajes que no sabemos hasta qué punto imaginan, inventan, fabulan o son partícipes en la construcción de sus propios laberintos mentales en los que sucumben, juegan o encuentran otra manera de vivir, de olvidar, de morir en un gesto simple.
Un gesto simple, de Karla Marrufo, colección Ficción de la Editorial de la Universidad Veracruzana, 107 páginas, 2023. Para adquirir el libro consulta www.uv.mx/editorial/puntos-de-venta-11