JEP: tiempo y memoria
Por José Woldenberg
El tiempo pasa y todo lo corroe, todo lo destruye. No sólo transforma, sino aniquila, convierte a las personas y a las cosas en su contrario, en algo irreconocible, y en el largo plazo, en humo. Ésa parece ser una de las contantes de los cuentos de José Emilio Pacheco reunidos en El principio del placer (Joaquín Mortiz, México, 1972).
Zenobia, por fin, puede festejar que su amiga Rosalba y ella son iguales. La vejez las ha hecho más que similares. Una larga vida marcada por la envidia pone las cosas en su lugar. Rosalba fue la mejor alumna, «la que llevaba la bandera, la que salía bailando». Leer más…