Dra. Yajaira Baeza Guzmán
El objetivo principal del taller fue promover el uso sostenible de los recursos no maderables que se encuentran en nuestros bosques, en particular, los hongos ectomicorrízicos nativos. Estos hongos establecen una relación simbiótica crucial con plantas forestales, especialmente con los pinos.
Esta simbiosis proporciona una serie de beneficios, como el aumento en la tasa de germinación de las semillas, mejor desarrollo de las plantas en las primeras etapas de crecimiento, una mayor absorción de nutrientes y, en consecuencia, una mayor resistencia a enfermedades y estrés ambiental.
La utilización de inoculantes basados en hongos micorrízicos ha demostrado ser una práctica altamente beneficiosa para mejorar la calidad de las plántulas producidas en vivero. Además, las plantas inoculadas con estos hongos y luego trasplantadas al campo exhiben tasas de supervivencia más elevadas. Vale la pena destacar que muchos de estos hongos micorrízicos son comestibles y tienen un gran valor para las comunidades que dependen de la conservación de los recursos forestales.
El taller tuvo como objetivo concienciar sobre la importancia ecológica de estos recursos no maderables más allá de su uso culinario. Se mostró cómo pueden ser utilizados desde una perspectiva biotecnológica para producir plántulas con una mayor capacidad de adaptación a los cambios ambientales que enfrentamos en la actualidad.
Este taller se llevó a cabo en la Localidad del Escobillo, Municipio de Perote, el 8 de septiembre de 2023, en donde se encuentra un vivero comunitario dedicado a la producción de pinos, abetos, cipreses y frutales. En el evento, participaron 30 productoras y productores forestales, a quienes se les proporcionó información detallada sobre la importancia ecológica de los hongos, el uso de las micorrizas en el ámbito forestal, la comparación entre los inoculantes comerciales y los inoculantes nativos, así como ejemplos de casos de estudio en vivero. Además, se brindaron detalles prácticos sobre los métodos de elaboración de inoculantes forestales con hongos nativos de la zona, se llevaron a cabo identificaciones de hongos comestibles, se enseñaron técnicas de inoculación en vivero y se mostró como identificar las micorrizas in situ.
Este taller nos ha recordado que la naturaleza nos brinda soluciones efectivas y sostenibles para los desafíos ambientales que enfrentamos. Al aprovechar los recursos no maderables de nuestros bosques, como los hongos micorrízicos nativos, no solo promovemos la conservación de nuestros ecosistemas, sino que también fortalecemos la resiliencia de nuestros bosques ante los cambios ambientales actuales. La micorriza se presenta como una herramienta poderosa para impulsar la sostenibilidad forestal y proteger nuestros valiosos recursos naturales para las generaciones futuras.
