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Voces y rostros de la Colonia Francisco I. Madero de Xalapa, memoria del barrio bravo

  • “Es un barrio peculiar. Cuando una persona se muere, en una bolsa o cachucha alguien recoge dinero casa por casa para comprar la caja”, compartió uno de los protagonistas 
  • Con la presentación de este libro iniciaron las actividades por el décimo aniversario del CECC 

 

Un testigo, dos protagonistas y los autores Alejandro Rodríguez y Homero Ávila

 

Karina de la Paz Reyes Díaz 

28/03/19, Xalapa, Ver.- Con la presentación de la memoria Voces y rostros de la Colonia Francisco I. Madero de Xalapa, cuya intención es contribuir a la memoria histórica de ese “barrio bravo” de la ciudad, iniciaron los festejos a propósito del décimo aniversario del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV). 

El libro, autoría de Alejandro Rodríguez Hernández (quien nació y creció en el lugar) y Homero Ávila Landa, inició como un proyecto que se inscribió en la convocatoria del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) 2017 y contó con el respaldo del CECC. Como citaron ambos, la intención fue rescatar la memoria histórica, ubicada en la generación de quienes fueron jóvenes en las décadas 1980 y 1990, y se les identificó como “chavos banda”. 

Precisaron que Voces y rostros de la Colonia Francisco I. Madero de Xalapa recopila testimonios de sus principales actores y recrea algunas de sus prácticas barriales, concretamente su carácter de barrio bravo y la popularidad de la que gozó en el ámbito futbolístico con el equipo Colfraima. El libro está conformado por cinco capítulos breves: Memoria e identidad; El barrio de la Col. Francisco I. Madero; Broncas: tiros y campales; El glorioso Colfraima: futbol, integración e identidad barrial, y El barrio es siempre primero. Además, está ilustrado con 70 fotografías y seis dibujos. 

El trabajo implicó recorridos en el barrio y registro fotográfico, revisión de información etnográfica y metodológica por parte de estudiantes, consultas del archivo hemerográfico del Diario de Xalapa y álbumes familiares, 19 entrevistas y tres grupos focales. Actividades que propiciaron la vinculación con estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, las facultades de Ciencias Administrativas y Sociales, Sociología y Antropología, así como del CECC de la UV. La naturaleza de la investigación propició además una serie de actividades como la posada “El guateque navideño”, el foro “El barrio es primero” y un torneo de futbol callejero. 

Homero Ávila, coordinador del CECC, citó varios puntos que hacen valiosa a la obra, uno de ellos es precisamente su contribución a recuperar la memoria histórica: “Las colonias populares más cercanas al centro (de Xalapa) están viviendo una transformación, de alguna manera radical, con el cambio del uso de suelo; la emergencia de nuevas avenidas, edificaciones habitacionales y comercios, que generan una especie de borramiento de las características urbanas y habitacionales que tenía la ciudad. Nosotros partimos de la idea de que existen dinámicas, experiencias e historias que todavía siguen ocurriendo ahí”. 

Añadió que si bien los temas que recoge la memoria no aparecerán en los libros que den cuenta de la historia de Xalapa, son significativos para quienes habitan esa colonia porque hablan de ellos. Se narran concretamente dos dinámicas: la deportiva y la reunión de personas en las calles que en la década de 1980 se conoció como “chavos banda”. Se trata de dos aspectos distintos pero que de alguna manera están relacionados, pues algunos de éstos formaban parte de los equipos deportivos y de la porra que les apoyaba. 

“Ese ‘barrio bravo’ definió por mucho el carácter de la Madero y la actitud deportiva. La memoria trata de presentar testimonios de las personas entrevistas, donde podemos encontrar justamente eso, que podrían reconocerse no grandes jugadores, pero sí aferrados”, citó Homero Ávila, quien de paso elogió que en esa época los nombres de los equipos deportivos hacían referencia a la cotidianidad de quienes lo conformaban, así como énfasis en la pertenencia, tal es el caso del Colfraima, que alude al nombre de la colonia en mención. 

“El Colfraima es un desprendimiento de un equipo familiar y que hoy llamaríamos ‘fifí’ que era de la misma colonia; pero cada ocho días en los torneos no se permitía jugar a los chavos del barrio, aunque pertenecieran al equipo. Jorge (un vecino) tuvo la valentía de decir ‘nos vamos del Venusca’ (en alusión a Venustiano Carranza, una de las calles importantes de la colonia) para conformar el Colfraima. 

Ésa especie de subalternidad se convirtió en una razón de lucha constante y en la época dorada del primer Colfraima se ganaron varios campeonatos a los rivales odiados, el Venusca y El Dique; posteriormente vinieron otras igualmente doradas pues siguieron campeonatos por todos lados”, narró el Coordinador del CECC. 

Asimismo, aclaró que la obra no es la historia del barrio, más bien aporta apenas algunos datos que demuestran que se requiere profundizar y lograr una memoria en extenso. 

Cabe citar que el libro fue presentado primeramente en la colonia y en esta ocasión tocó el turno al recinto universitario que le dio el respaldo. Ahí, Alejandro Rodríguez comentó que el recurso económico que les proporcionó el PACMyC alcanzó para la publicación de tan sólo 100 ejemplares, de los cuales 20 se entregan al propio programa gubernamental, como lo estipula la convocatoria, y el resto se distribuyó entre el barrio. “Lo que quisimos es que el material se quedara con ellos, como un testimonio de lo que fueron en algún momento. Lamentablemente no hay más ejemplares”. 

En la sesión de preguntas y comentarios participaron algunos de los vecinos de la Madero y otras personas más, que aunque no fueron protagonistas de esta historia ni habitantes de la colonia, les tocó ser testigos de la misma. 

Uno de los protagonistas, el ya citado Jorge García Hernández, compartió con el público lo que significa para ellos como barrio la memoria Voces y rostros de la Colonia Francisco I. Madero de Xalapa. Aprovechó para narrar algunas de las riñas de aquellas épocas, los conflictos, pero también los vínculos sociales que hasta la fecha son vigentes. “Es un barrio peculiar. Cuando una persona se muere, en una bolsa o cachucha alguien recoge dinero casa por casa para comprar la caja. Algunas veces, la familia ya no pone nada. Eso no es común. A lo mejor somos un poco conflictivos y nos tienen catalogados así en los parámetros del gobierno, ¡pero somos conflictivos porque no nos dejamos!”. 

De acuerdo con Jorge García, la conformación del Colfraima evitó los conflictos que habitualmente había entre los “chavos” de una calle y otra: “Nos unimos y dejamos de bronquearnos los de la Nicaragua con los de Honduras y otras; porque como teníamos la visión de integrar a los buenos jugadores, nos traíamos a alguien que jugara bien y se traía a su porra. De alguna manera esto fue algo muy padre”. 

Esta actividad concluyó con la presentación del documental Posadas, huateques y otros choros de la Madero, de Mario Alberto Hernández Hernández y Juan Carlos D. Castellanos. 

 

En el CECC se reunieron estudiantes, académicos y habitantes de la Colonia Francisco I. Madero

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