• Egresadas de Pedagogía de la UV
• El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es detectable en niños a partir de los siete años de edad
• Se trata de un problema latente en nuestro país que afecta los entornos social, escolar y familiar

Claudia Peralta Vázquez

Ante el diagnóstico creciente del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños y adolescentes, Angélica Hernández Martínez y Guadalupe Sánchez Hernández, egresadas de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana (UV), realizaron una investigación teórica donde abordaron la importancia de adoptar nuevas competencias y estrategias de enseñanza-aprendizaje para la atención de este sector.

El TDAH es una alteración del orden conductual que afecta el rendimiento escolar, por lo que el docente debe enfrentarlo como un reto profesional, señalaron las egresadas, quienes dieron a conocer este trabajo bajo la modalidad de tesina dentro del Foro de Experiencia Recepcional.

Es un problema de la velocidad con la que el cerebro procesa la información de entrada, por lo que afecta el mantenimiento sostenido de la atención del niño durante un periodo ajustado a su edad. Lo presentan las personas desde los primeros años de vida y dura hasta la adultez, teniendo efectos negativos sobre su vida en casa, escuela y comunidad.

La exclusión es una de las consecuencias más significativas de este padecimiento, ya que un alumno de primaria presenta menos oportunidades de participar, no lo toman en cuenta para eventos académicos ni se le brinda la atención adecuada requerida para obtener un aprendizaje.

Por tanto, ambas estudiantes consideraron de vital importancia conocer cuáles son los factores que influyen en el proceso de aprendizaje y la integración en las aulas de los alumnos con este trastorno.

Establecieron como objetivos principales conocer, identificar y describir los factores del contexto que intervienen en el proceso de aprendizaje de alumnos de educación primaria con TDAH.

En presencia de la asesora de este trabajo, Minerva Pérez Juárez, así como de académicos, familiares y amigos, explicaron que de acuerdo con el manual diagnóstico y estadístico de la Asociación Norteamericana de Psiquiatría, son tres síntomas clave de esta afectación: déficit de atención, hiperactividad e impulsividad.

Angélica Hernández Martínez y Guadalupe Sánchez Hernández.

Un niño con TDAH se muestra revoltoso, destructivo, inquieto, molesto, nervioso, con incapacidad para mantener la atención y su espacio de estudio ordenado. También puede ser víctima del fracaso escolar.

Situaciones como frustración académica, escolar, rechazo social, crítica de maestros y padres, puede provocar el desarrollo de baja autoestima, ansiedad o depresión.

“Los problemas con el aprendizaje escolar tienen que ver con los periodos cortos de atención que el niño tiene en clases, conducta desafiante, cuando se le castiga no respeta, desórdenes de tipo emocional, a veces se siente triste, alegre, su estado de humor cambia repentinamente, le cuesta socializar en clase, a veces siente que no le importa a nadie, que está solo.”

En el plano escolar, dijeron, muchas veces los docentes no cuentan con información suficiente para detectar y canalizar a los niños que presentan el trastorno. Ellos, pueden ayudar al alumno a aceptarse a sí mismos y adquirir un sentido de su propio valor.

“Como profesor es esencial adquirir la responsabilidad que supone ser educador, se debe tener la flexibilidad y accesibilidad para trabajar con el alumno.”

En este sentido, externaron que en la educación primaria el alumno necesita estrategias de aprendizaje y si el docente las aplica logrará el aprendizaje significativo. Es decir, que en su plan de clase elaboren técnicas y estrategias donde obtengan la mayor atención de estos niños y el objetivo deseado.

El apoyo de la familia es muy importante, ya que así es más fácil controlar este trastorno, “si la sociedad lo incluye a los eventos, él se siente más querido”.

Por tanto, recomendaron incluir nuevas competencias y estrategias de aprendizaje en los planes curriculares de instituciones encargadas de formar los profesores.

Los padres y maestros también deben conocer los síntomas y cómo impacta la habilidad del niño para su funcionamiento en la escuela, en el hogar y en situaciones sociales.

Se les debe enseñar a autorregular su conducta y asumir su responsabilidad sobre los actos cometidos, a mejorar su comportamiento y a obtener el autocontrol.

Enfatizaron la necesidad de elaborar un listado de instituciones nacionales y locales enfocadas al apoyo, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de niños y adolescentes con TDAH, con el propósito de ser canalizados.