Universidad Veracruzana

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Antecedentes

Actualmente la sociedad mexicana en su conjunto presenta rasgos sustantivos de una gran desigualdad económica, social, cultural y educativa. Hoy, nuestro país ofrece un escenario social preocupante, con la existencia de 52.4 millones de mexicanas y mexicanos en pobreza, lo que representa el 41.9 % del total de la población con la presencia de zonas altamente marginadas a lo largo y ancho del terriotrio nacional, situación misma que prevalece sobre todo en las zonas rurales de nuestra nación (CONEVAL, 2018). Esto se refleja en las condiciones de vida de la población; baste señalar que  más de 24 millones de personas no tienen acceso a los servicios básicos en sus viviendas y que 25.5. millones presentan algún grado de carencia alimentaria, es decir no tienen recursos para acceder a una alimentación sana, en cantidad y calidad suficientes.

Si a eso le aunamos una profunda modificación en los hábitos alimentarios de las mayorías debido al masivo y creciente consumo de alimentos industrializados, el cual se ha privilegiado por encima de los alimentos frescos y regionales, tenemos como consecuencia fuertes problemas de salud, vinculados paradójicamente a la desnutrición, al sobrepeso y a la obesidad.  Tan solo baste por señalar que, a nivel nacional, 1.5 millones de niños menores de 5 años (13.65%) presentan problemas de desnutrición crónica y en cambio un 22.4% de jóvenes de entre 12 y 19 años, presentan problemas de sobrepeso. Debido a todo ello, podemos decir que en nuestro país se ha acentuado una transición nutricional durante las últimas tres décadas, y de esta manera el sobrepeso, la obesidad y la diabetes han desplazado, en su conjunto, a la desnutrición como el problema nutricional más apremiante del país.

Dichos problemas se derivan de un modelo económico que ha favorecido procesos de inequidad y pérdida de valores culturales vinculados a formas de ser y estar en el mundo no basados en el dinero. Ante esta problemática han emergido disciplinas científicas como la Agroecología, laa cual dialoga entre- y articula saberes diferentes para la construcción de procesos productivos innovadores y basados en experiencias locales y territoriales, con un bajo impacto ambiental. Ello mismo fortalece procesos de producción, transformación, circulación y consumo de alimentos y comidas, en donde el apoyo mutuo y la justicia son claves importantes en el fortalecimiento de los bienes comunes, los procesos de soberanía alimentaria y de autonomía territorial. Esto también permite el fortalecimiento de los tejidos sociales mediante el protagonismo de los actores locales en todo el sistema agroalimentario territorial, lo que fortalece el papel estratégico del trabajo de hombres y mujeres quienes comparten imaginarios comunes para alcanzar la salud integral y dignidad comunitarias.

Hoy en el país cada vez más y de forma organizada se vienen configurando experiencias potentes, tanto en el ámbito productivo como en el mismo sistema agroalimentario en su conjunto, que navegan contra del modelo económico depredador e injusto, mientras construyen formas de actuar en colectivo, respetando las diferencias y contribuyendo al bien común.

Y porque tenemos mucho que aprender de dichas experiencias, es que buscamos saber quiénes son, en dónde están, qué procesos están impulsando y cómo se han articulado, para que más personas, familias y comunidades transiten hacia formas más sustentables, equitativas y saludables de estar en el territorio.

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Fecha: 16 marzo, 2021 Responsable: Plan Nacional de Transición Agroecológica Contacto: mescalona@uv.mx