Fragmentos sobre psicoanálisis

«Donde eso era/estaba, el sujeto debe advenir». Escritos 2, Jacques Lacan. Recogido de Ça parle (eso habla) y ça pense (eso piensa) y la responsabilidad subjetiva, de Alfredo Eidelsztein, donde se logra ver la diferencia entre las dos clínicas más importantes en el campo del psicoanálisis. Uno, el de Freud, que impera todavía por desconocimiento del otro (léase la frase anterior con ironía), y el que está por venir en la ejecución de la clínica psicoanalítica propuesta por Lacan más no la de los «lacanianos». El debate se mueve en dos planos, el del reconocimiento ético-político, y en el de la argumentación teórico-práctico de lo qué es el psicoanálisis y a quién se debe o de quién resulta deudor. (08 Agosto 2019)
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El psicoanálisis opera en la subversión del sujeto, mediante un saber no sabido para cada caso. Subversión del sujeto unificado, por un sujeto dividido, entre la ley y el deseo como San Pablo y Agustín advertían (y que Sara Vasallo despliega en su texto el “Deseo y la gracia”). La misma ciencia contemporánea (la cuántica) sería un ejemplo de esta división y no la ciencia moderna o el ideal de ciencia unificada que proponía el programa del círculo de Viena (pues tienen a la base un sujeto unificado, substancia indivisa; como el individuo de Freud). Lectura de la segunda página de subversión del sujeto y dialéctica del deseo en Escritos 2 de Jacques Lacan, pág. 756.

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A propósito de mis acercamientos al campo del psicoanálisis:

Las formas no cumplen ninguna función, son láminas de goma, pues aunque la forma cambia, la estructura permanece. De allí que lo imaginario de las formas no cumplan una función determinante. De tal modo que, una clínica que opera en función de sus «formas» está condenada al fracaso, pues se realiza desde la apariencia, sólo la estructura posibilita el diagnóstico del sujeto, no como sustancia (subjectum) sino como asunto emergente a la estructura.

Aspectos que retomo del libro “El Grafo del deseo” de Alfredo Eidelsztein en donde se propone justificar el modo en que los grafos representan ya la “primera entrada sistemática” de la topología en el psicoanálisis de Lacan. Aspecto relevante respecto del fundamento de la práctica analítica (del sujeto en función de la estructura ISR, así como de las intervenciones y dirección de la cura por parte del analista).

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[…] no hay por supuesto más que una sola interpretación justa, y es no obstante del hecho de darla de lo que depende la venida al ser de eso nuevo que no estaba antes y que deviene real, en eso que llamamos la verdad. […]
Los conceptos del psicoanálisis se captan en un campo de lenguaje, y su dominio se extiende tan lejos como una función de aparato, como un espejismo de la conciencia, como un segmento de un cuerpo o de su imagen, un fenómeno social, una metamorfosis de los símbolos mismos pueden servir de material significante para lo que el sujeto inconsciente tiene para significar. J. Lacan, Discurso de Roma.

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Alfredo Eidelsztein menciona que la noción de espacio en la clínica de Freud es newtoniana, de acá que el inconsciente sea para cada individuo, encerrado y único, de allí su responsabilidad. En cambio, el espacio en Lacan es einsteniano, relativo, y por ende el operar de la clínica por parte del analista sea una cosa distinta -tanto de su análisis e intervención-, el inconsciente entonces como asunto del lenguaje, de su efecto por el analista como causa de (una función que el analista debe tener clara). Por lo tanto, y me parece una conclusión contundente, el freudolacanismo no es posible, ni es una posición psicoanalítica legítima.(13 Agosto 2019).