Docencia e investigación formativa… lo satisfactorio

Si algo me ha dado satisfacciones en los poco más de 30 años que, como docente universitario tengo, es la forma en que he logrado generar confianza en un puñado de estudiantes de diversas generaciones, quienes se han aceptado incorporarse como colaboradores a distintos proyectos de investigación disciplinar o educativos, desde el momento mismo en que hice mi investigación para la tesis de maestría, ya que me decidí a pedirle a una estudiante que me auxiliara, sin saber que aquella experiencia y tal invitación serían profundamente significativo.

Escribo esto tras recibir -hace unos días- el mensaje de una exalumna que llegué a proponerle -para sorpresa suya- ser mi asistente y colaboradora y quien hoy se dedica a la producción de cine y TV, donde -curiosamente- en este momento, es parte del equipo que produce una telenovela para Televisa. La razón de su mensaje: reincorporarse como colaboradora a las actividades que por estos días coordino, al respecto de mis proyectos de investigación y tareas como académico. Tras un par de reuniones en línea, ha vuelto a ser parte de un equipo de trabajo que ha hecho de lo horizontal e incluyente, el espacio desde el cual hacer de la colaboración una cultura académica, particularmente generosa.

El interés de esta ex-colaboradora me ha hecho recordar aquella segunda ocasión, hace unos veinte años, cuando laboraba en la Universidad Cristóbal Colón, que le propuse a un par de estudiantes de maestría y un alumno de licenciatura, que si querían ser parte del equipo para la realización del trabajo de campo sobre las prácticas amorosas urbanas que vivían los jóvenes en la conurbación jarocha; un estudio que me amplió la mirada para saber que podía vincular la docencia con la investigación, a partir de lo cual podía convertir en una práctica común la participación de estudiantes en mis trabajos de investigación. En aquel segundo estudio, también participó quien me apoyó en la investigación de campo para la tesis de maestría.

Vendría aquella primera oportunidad en mi facultad, cuando sugerí a un pequeño grupo de estudiantes a quienes les impartía una experiencia educativa, realizar formalmente una investigación, tomando como estrategia la investigación formativa, pues conforme avanzábamos en el contenido del curso, íbamos aplicando tales saberes y habilidad investigativas a un ejercicio real. Así, mientras aprendían a investigar diseñamos un proyecto que llevó a un ejercicio colaborativo en donde aquellos estudiantes aprendieron a investigar investigando. Aquel estudio comparativo permitió valorar las competencias digitales de estudiantes de dos programas educativos del Campus Mocambo de la Universidad Veracruzana y en cuyo informe, ya pudieron participar aquellos jóvenes.

Sin duda la siguiente investigación fue especialmente significativa por dos razones: me decidí a convocar a un grupo de estudiantes que quisieran incorporarse a una investigación disciplinar a la que nos habían invitado para coordinar una línea de análisis al respecto de la cultura democrática en el Estado de Veracruz, especialmente el papel que tenían los medios impresos. Fue aquella cuando por primera vez impartimos un taller de capacitación para que los jóvenes aprendieran a hacer análisis de contenido.

Sin embargo, fue en la siguiente cuando decidí hacer una convocatoria abierta en Facebook a todos aquellos estudiantes que quisieran participar en el siguiente estudio. La sorpresa llegó cuando estudiantes de Comunicación, Pedagogía y Psicología de la Universidad Veracruzana se hicieron presentes en la reunión informativa a la que convoqué. Tras un ejercicio de exploración por la ciudad en la que invertimos unas 2 semanas, estos jóvenes terminaron por asistir a conciertos, obras de teatro, espectáculos deportivos, restaurantes, antros, entre otros espacios dispuestos para el consumo cultural en donde poder descubrir, describir y analizar las experiencias de diversidad vividas en la conurbación; un trabajo de campo que aprovechó un remanente económico del estudio anterior junto a un porcentaje que dispuse de la mesada que me entregaba el entonces SNI

Llegaría aquel estudio sobre habilidades digitales en estudiantes de bachillerato, en el marco de un proyecto de red temática con colegas de Oaxaca y Zacatecas, al que se sumó una veintena de jóvenes, quienes tuvieron ocasión de realizar un trabajo de campo en la Baja Cuenca del Papaloapan. Desde mi muro de Facebook volví a hacer una invitación para colaborar en esa investigación. Una vez más, un puñado de jóvenes pasaron a colaborar con un estudio coordinado desde el cuerpo académico Entornos Innovadores de Aprendizaje (CA-UV-278).

Vendría un estudio sobre formación en investigación en las universidades de Veracruz, donde una docena de jóvenes participó y me acompañó a aplicar instrumentos en 4 universidades; lo que nos paseó por la conurbación, pero también nos llevó a Poza Rica, a Córdoba, a Xalapa, por cierto, en aquellos días de violencia, razón por la cual no llegamos al sur del Estado de Veracruz.

Así, hasta llegar a la investigación en la que me encuentro realizando el informe. Quizá la que más satisfacciones me ha dado, pues si bien en alguna anterior le pedimos a dos estudiantes que representarán a nuestro CA en un congreso en Argentina, en otras comenzamos con los pininos, para que algunos estudiantes fueran coautores, no fue hasta esta sobre Mitos, creencias y nuevas expresiones de fe en las mentalidades de América Latina. Un estudio desde los espacios digitales y que estamos cerrando cuando -mayormente- los jóvenes se han convencido que pueden firmar artículos científicos y ponencias junto a un servidor y algunos otros colegas.

Como podrá reconocerse, la satisfacción de la que hablaba al inicio de esta entrega, se liga a mi quehacer docente como investigador, al haber descubierto la forma de ganar la confianza de un grupo de estudiantes para que se incorporen a mis proyectos de investigación que he venido realizando desde hace 20 años; y en donde el aprendizaje que he ido adquiriendo me ha permitido afinar la estrategia para que los estudiantes no sólo ejecuten tareas, sino que colaboren en la planeación, diseño y ejecución de los estudios, hasta participar en la elaboración de los informes y ser generadores de conocimiento.

Por ejemplo, para el proyecto sobre mitos y creencias, diseñé un curso en línea para que aprendieran a hacer etnografía virtual, para después invitarlos a participar en un taller en línea sobre escritura académica, con el compromiso que quienes concluyeran uno y otro curso formativo, pasarían a la tercera etapa del trabajo de campo, en donde ya realizarían ejercicios de análisis interpretativos, mientras que en el segundo curso, quienes concluyeran podían ser coautores de artículos científicos. En ambos casos, las expectativas se cumplieron. Y ahí el resultado de 5 publicaciones en donde ellos son coautores.

En ese contexto, habrá que decir que algunos de los jóvenes que entonces participaron en estos ejercicios académicos ligados a la investigación, hoy son profesionistas que ocupan puestos importantes en distintos gobiernos, otros se han dedicado a la academia, hay quien ha obtenido premios internacionales en sus tesis de especialidad y maestría, pero también quien ya tiene un doctorado y recién ha sido incorporado al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores como Nivel I. Hay quien está en un doctorado y ya pinta para emular al referido antes.

Pero también he tenido otro tipo de satisfacciones. Y ello porque en aquella primera incursión a la investigación disciplinar sobre la vida nocturna, la estudiante a quien invité, terminó siendo mi esposa. Pero esa es otra historia.

Comentarios
  • Eduardo Gabriel Barrios Pérez
    2025-11-13 8:29 PM

    Excelente entrada doctor, yo soy un testimonio de lo que aquí escribe, pues hoy me dedico a la investigación y docencia pero hace no muchos años, claro está, aún era estudiante jejeje.
    Espero que las y los estudiantes puedan alcanzar a leer esta entrada.

    Saludos.

    • Genaro
      2025-11-14 6:01 AM

      Así es Lalo. De entinces a hoy nobhe podido librarme, jejejejeje
      Saludos

  • Genaro
    2025-11-11 7:09 AM

    Muchas gracias por tu comentario Miguel.
    Espero que así sea en tu futuro profesional.
    Saludos

  • Miguel Angel Molina Landa
    2025-11-10 6:09 PM

    Gran entrada de blog Dr., yo creo que cada uno de los que hemos tenido la oportunidad de colaborar con usted nos hemos llevado una grata satisfacción. En lo personal, en un futuro, espero poder llevarme la misma experiencia por parte de mis estudiantes.

Deja un comentario
Responder a Genaro Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *