La vida en prenda o de vulnerabilidades en las generaciones universitarias de hoy

Fue poco antes de la pandemia cuando salió publicado un informe en el que participaron 6 mil estudiantes de posgrado. En él, los estudiantes se quejaban de las excesivas exigencias de trabajo que les demandaban así como las frustraciones que manifestaban al respecto tales niveles de exigencia (un 76% se quejaba de dedicar más de 40 hrs. a la semana a sus estudios, entrenamientos académicos extensos, exigencia para publicar artículos).

Recuerdo que terminé por compartir la nota periodística en la que se presentaba este estudio con algunos colegas de un Núcleo Académico Básico (NAB) de un programa doctoral en el que colaboro, a quienes comenté que tenía la impresión que ese comenzaría a ser un perfil generacional de quienes ingresaban a un doctorado, para también preguntarles que quiénes de los que formábamos parte de ese NAB, cuando fuimos doctorantes, tuvimos tales quejas. Hasta donde recuerdo, nadie levantó la mano.

Poco después, se publicó un estudio en el que se analizaba el desarrollo el pensamiento crítico en estudiantes universitarios, cuyos resultados mostraban un deterioro significativo, ya que muy pocos participantes (45%) mostraban evidencias de un pensamiento crítico. En aquel estudio, se exponía la brecha entre calificaciones universitarias y habilidades «reales»; destacando que las habilidades genéricas como sería el pensamiento crítico, la solución de problemas son poco desarrolladas. Incluso se destaca que un porcentaje de los estudiantes, no sabe aplicar sus conocimientos disciplinares a problemas prácticos ligados a su profesión.

Por supuesto, vendría la pandemia y con ella la distancia social que llevó a que la educación, de lo presencial pasara a un modelo a distancia; lo que obligó a replantear las formas en que los docentes y estudiantes vivían el proceso de enseñanza-aprendizaje, haciendo de los recursos tecnológicos, los medios a través de los cuales vivir experiencias formativas. Tras ella, el señalamiento del deterioro en el desarrollo de saberes y habilidades estudiantiles como resultado de esta contingencia. Y sí, así lo han dicho los especialistas, pero eso no debe obviar lo que ya venía pasando desde antes y que muchos estudios ya reportaban el decremento en los niveles de aprendizaje del estudiantado.

Por otro lado, si a esto le sumamos que antes de la pandemia diversos estudios ya hablaban de problemas de salud mental por el tipo de hábitos vinculados al uso de dispositivos móviles y redes sociales entre las nuevas generaciones, las cosas no pintan del todo bien; al destacarse que el uso nocturno de smartphones se asocia con alteraciones del sueño y síntomas depresivos (Lemola et al. 2015, Suiza); que el uso excesivo de móviles se vincula a la depresión, ansiedad, estrés crónico y baja autoestima (Elhai et al. (2017, EE. UU.); así como que el uso de redes sociales por más de 2 horas se relaciona con mayor riesgo de depresión (Tamura et al. (2017, Japón).

Para 2025, mucho de lo que antes de la pandemia se decía sobre el uso excesivo de dispositivos y redes sociales vinculados a problemas de salud mental, salieron los resultados de un estudio experimental en el que participan 1500 adolescentes, y en donde se confirma que -efectivamente- los hábitos de consumo digital y el estilo de vida que se han impuesto los jóvenes son los que inciden en: la baja autoestima, el estrés, pensamientos suicidas, ansiedad social y distorsión de la realidad; por lo que queda se concluye hay una relación directa entre el uso excesivo de redes sociales y el deterioro de la salud mental.

Al respecto de los estilos de vida que se han impuesto los jóvenes, otros estudios de recién publicación exponen el deterioro que observa el coeficiente intelectual de las nuevas generaciones, quienes al llegar a la mayoría de edad solo desarrollan un 78% cuando antes se alcanzaba en promedio un cien; una anomalía intelectual que -según los resultados- es producto del uso de redes sociales y la falta de actitud y hábitos para ampliar el abanico de posibilidades para informarse y educarse.

Con todos estos informes, es posible constatar los grados de desconocimiento y problemas de salud mental, que terminan por perfilar la vulnerabilidad de una generación de jóvenes que -justamente por esta endémica ignorancia-, no alcanzan a comprender y dimensionar los riesgos que conlleva la disminución en su IQ en su condición de «nativos digitales«. Si a esto le sumamos lo que hace poco veía decir a un tiktoker, quien se quejaba de la forma en que han engañado a los llamados millennials al prometerle una vida que en la realidad no existe, mientras otro más, era contundente al decir que son la primera generación que solo tendrán tatuajes, contarán con un gato y algunas plantas, pero que quizá nunca tengan un auto o una casa propia, menos una seguridad laboral y sus correspondientes prestaciones, por lo que su futuro está en vilo y se los puede llevar la #$%/&.

En ese contexto, las universidades están haciendo bien poco, pues suele invisibilizar una condición por la que pasan las actuales generaciones de estudiantes; lo que he tenido ocasión de comentar en clases, para también confirmar el grado de desinformación que prevalece en muchos casos, pues cuando pregunto si han escuchado algunos términos como: Alfabetización digital, sociedad del conocimiento, Web 2.0, alfabetización académica, entornos personales de aprendizaje, ambiente virtual de aprendizaje, entre otras y la sorpresa es que -la mayoría de las veces- si bien me va, uno o dos estudiantes han oído hablar de ellos. No por menos, en otro estudio se dijo que la mayoría de estudiantes en países como México, tienen como expectativa «profesional» ser influencers, lo que deja entrever -como me lo dijo una amiga docente- el fracaso de la educación formal.

Así las cosas. ¿Qué hacer ante esta situación? No lo sé, pero más vale que las instituciones educativas de nivel superior antes de preocuparse por cartas credenciales que son puro papel, comiencen a tomar decisiones concretas frente a un problema concreto que podemos llegar a lamentar bien pronto, pues -como también les digo-: ellos administrarán y conducirán el mundo bien pronto.

Fuente: Sala de facultad: https://www.youtube.com/watch?v=90YQDdp8bdc.
Comentarios
  • José Antonio Aguilar Celso
    2025-10-11 12:44 AM

    El deterioro de la educación en las nuevas generaciones es un problema muy serio, lo puedo notar en mi propia vida, antes podía centrarme más en proyectos académicos y artísticos, con la llegada de la pandemia y eventualmente meterme más en redes sociales, siento que perdí parte de esa pasión por el aprendizaje.

    Otra cosa que me gustaría destacar es que el comentario sobre el influencer millenial que habla sobre como se les vendió una «mentira» sobre cómo sería vivir, en realidad no solo parte de la disminución del coeficiente intelectual y el mundo de las redes sociales, también es que, genuinamente, los costos de la vivienda en relación con la paga y la facilidad que antes tenían para encontrar trabajo hace que poder tener un hogar propio sea extremadamente difícil (por no decir imposible), agregando un ejemplo a esto es mi abuelo, él proviene de un pueblo pequeño de Guerrero, estudió un tiempo en la Ciudad de México y eventualmente consiguió un trabajo que le permitió construir una casa en Veracruz Puerto, comprarle una casa a su madre en la CDMX y poder mantener a 5 hijos, mi punto con todo esto es que de cierta manera si nos vendió una mentira a las nuevas generaciones y no todo el peso caería (hablando específicamente sobre este tema) sobre las redes sociales

    • Anónimo
      2025-10-11 11:25 AM

      José Antonio:
      Gracias por su comentario.
      Lo interesante del reconocimiento de lo que ha dejado de hacer, es que usted lo reconoce y está en usted comenzar a autoregularse para volver a apasionarse por el aprendizaje.
      Gracias también por la anécdota familia que comparte.
      Saludos

  • Lia Abigail Huesca Romero
    2025-10-11 12:31 AM

    buenas noches profesor, acabo de finalizar de leer su blog sobre esta problematica que elaboro, al leer el texto, me di cuenta de que muchos de los problemas que menciona son cosas que vivimos todos los días como estudiantes, pero a veces no les damos importancia porque ya se volvieron parte de la rutina. Las exigencias, el estrés, la presión por rendir y, al mismo tiempo, sentir que no estamos aprendiendo lo suficiente, es algo que pesa. También está el tema del uso excesivo del celular y las redes, que aunque sabemos que nos afectan, es difícil poner límites. Me parece preocupante que las universidades no estén respondiendo como deberían, y que muchos sigan viendo estas situaciones como normales. Tal vez no tengamos todas las respuestas, pero sí urge que empecemos a hablar más de esto y que se hagan cambios reales

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:27 AM

      Lía:
      Gracias por su participación.
      Que bueno que se da cuenta que mucho de lo que ahí se dice lo ha vivido o ha estado cerca de usted. Es lo que yo quería motivar: comenzar a tener conciencia de esta problemática ligada a los jóvenes. Hay mucho que debemos hacer entre todos y ojalá sea este un punto de inflexión.
      Saludos

  • Helen Vianey Zavaleta Mendoza
    2025-10-11 12:10 AM

    Muchas gracias por esta reflexión tan necesaria, profesor Genaro. Su artículo me recordó cuán profundo es el desafío que enfrentamos como estudiantes hoy: una mezcla de exigencias académicas, presión digital y silencios emocionales que muchas veces preferimos no reconocer.
    Coincido en que no basta con diagnosticar o lamentar esta crisis generacional: urge actuar. Las instituciones educativas y también nosotros como pares, debemos promover espacios donde la vulnerabilidad se visibilice sin juzgar, donde aprender no implique solo rendimiento sino bienestar, y donde el pensamiento crítico no sea una opción sino una práctica constante.
    Gracias por compartir su mirada ha hecho que me replantee mis ideas, mis expectativas y mi papel como parte activa de esta generación.
    Saludos cordiales.

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:29 AM

      Helen:
      Gracias por su comentario.
      Es cierto, entre todos hay que visibilizar estas vulnerabilidades pero sin agredir sino todo lo contrario, reconocer que hoy puede ser ella o él y, quizá mañana, nos toque a nosotros.
      En las manos de muchos de ustedes, como usted misma, puede llegar a estar las vías para que, por lo menos, en nuestra facultad esto vaya cambiando.
      Saludos

  • Hugo Martínez castro
    2025-10-10 11:31 PM

    Buena tarde DR. Se me hace interésante su artículo ya que nosotros, al ser una generación que creció de la mano del desarrollo tecnológico, pocos estudios son los que nos han abierto la mente acerca del uso de las redes sociales y todo el impacto que conlleva su uso a largo plazo
    Y que además son temas que incluso nosotros mismos, hemos notado como generación, ejemplificando la depresión, ansiedad y la distorsión de la realidad que las mismas redes nos han provocado sumando aún el estrés académico y y la constante, tensión y presión de las redes sociales

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:31 AM

      Hugo:
      Gracias por su comentario.
      Es cierto, en ocasiones puede haber pocos estudios, pero los que hay, en muchas ocasiones no los conocemos, por eso quise compartir fuentes de primera mano, para que facilitara la comprensión de lo que planteo, algo que me ha venido inquiertando desde hace muchos años. El camino de inicio es reconocer que estos padecimientos se tiene, para que se busque la vía de atención. Y ahí pudiéramos estar todos.
      Saludos

  • Silvana Cazarin Gonzalez
    2025-10-10 8:53 PM

    Excelente y muy necesaria reflexión. Somos generación, que pronto administrará, está sufriendo de baja autoestima, ansiedad y fatiga mental por una herramienta que no sabe dominar, estamos ante un fracaso educativo mayúsculo. La urgencia no está en prohibir, sino en educar. La sociedad en general tiene que aprender a priorizar la salud mental y a ejercer la ciudadanía digital responsable es tan importante como cualquier carrera.

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:33 AM

      Silvana:
      Gracias por su comentario.
      Fíjese que ya hay experiencias al respecto de cómo regular el uso de dispositivos móviles en contexto educativos. Hay algunos que han caído en la prohibición, y otros de manera lúdica, recrean autoregulaciones donde el propio estudiante decide qué hacer con él antes de entrar a clases.
      Nosotros con nuestras propias circunstancias, aquí en la facultad, debiéramos visibilizar esto, para saber qué debemos hacer.
      Saludos

  • Mauricio Fernandez Lagunes
    2025-10-10 8:45 PM

    Buenas tardes profesor.
    Considero importante conocer el impacto que ha tenido el uso desmedido de la tecnologia en las nuevas generaciones. Hoy en dia, absolutamente todos, hemos sido victimas de la perdida de atencion a la hora de hacer una actividad o de enfocarnos en algo en especifico. Las nuevas generaciones han perdido la paciencia, y las empresas son conscientes de ello. Por eso, cada cosa que lanzan, lo hacen para provocar estimulos lo mas rapido posible. Han arrasado con la paciencia y en su lugar, solo queda contenido rapido. Antes, los jovenes veian videos de diez minutos o mas. Hoy en dia, y gracias a sitios como TikTok, no pueden ver videos de mas de un minuto de duracion.

    Y como estudiante llega a ser cansino depender hasta cierto punto de la tecnologia, porque al menos yo me he llegado a cansar de estar mucho rato en el telefono o la computadora, pero muchas veces me veo obligado de manera consciente o inconsciente a depender de ella. He retomado la lectura en fisico para mitigar este problema, pero finalmente todo es un proceso. Y estoy seguro que muchos como yo nos hemos dado cuenta de lo indispensable que se ha vuelto la tecnologia. Buen articulo que da mucho en que pensar

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:36 AM

      Mauricio:
      Gracias por su comentario.
      Me parece muy oportuno que usted se haya autorregulado y ahora haga de la lectura en físico, una experiencia para mitigar la dependencia de la tecnología. Ese es un primer paso y es importante, pues -como usted lo dice- terminan por cansar, aun cuando haya empresas que los conocen también (caso TikTok) que definen un modelo de consumo centrado en lo efímero o líquido y eso impacta en la forma en que concebimos el tiempo y la manera en que disponemos de él para consumir contenidos.
      Saludos

  • Jolette Troncoso Pacheco
    2025-10-10 8:11 PM

    Buenas noches Dr. Genaro
    Le agradezco por compartir este texto tan interesante, me hizo pensar mucho en cómo, a veces sin darnos cuenta, hemos normalizado el cansancio mental y la falta de concentración que provoca el uso constante de la tecnología.
    Coincido con usted en que las redes sociales influyen no solo en nuestra salud mental, sino también en la manera en que aprendemos y construimos nuestra identidad personal y social.

    Siento que como estudiantes estamos en una lucha constante entre mantenernos actualizados y no caer en la saturación y mas nuestra generación que está acostumbrada a la inmediatez y a la facilidad, su reflexión me ayudó a entender que es necesario encontrar un equilibrio, aprender a desconectarnos cuando es necesario y usar la tecnología de forma más consciente.
    Creo que ese es un reto real para nuestra generación, pero también una oportunidad para cambiar la manera en que aprendemos y vivimos.

    • Anónimo
      2025-10-10 11:34 PM

      Totalmente de acuerdo contigo, compañero, es algo que como generación, tenemos que visibilzar para orientar a la siguiente

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:39 AM

      Jolette:
      Agradezco su comentario.
      Fíjese que coincido con usted cuando dice que esta dependencia hacia la tecnología, genera una experiencia de inmediatez ligada a lo que algunos autores llama el «mundo de lo efímero»; incluso hay quien ha dicho que se impone tanto lo efímero que hemos perdido la sensibilidad como para reconocer que cuando algo nuevo llega, hay que dejarlo madurar para que no seamos nosotros -al final del día- productos suntuarios desechables.
      Saludos

  • Nathanael Hernández Ramón
    2025-10-10 8:01 PM

    Buena tarde Maestro

    He finalizado de leer este artículo, me parece un tema muy interesante en especial como se sintetiza en todo el texto sobre que tanto esto afecta a nuestra generación, considero que hay mucha ignorancia a veces desde la raíz que en mi opinión es la formación que le dan a los jóvenes en casa el núcleo familiar, y en segundo lugar en la escuela en este caso la Universidad

    Como usted nos mencionó en una clase, el pasado y lo que hayan hecho familiares, grupo social al que pertenecen etc, eso no debe definir a la persona, cada quien decide su camino y como salir adelante. Relacionándolo con el articulo me parece que la ignorancia viene desde casa por no saber controlar el uso de los dispositivos móviles y las redes sociales, principalmente cuando esto es a temprana edad, hoy en día hay niños que no llegan ni a los doce años y ya cuentan con un celular, si bien este aparato es útil como herramienta académica, no es que esté mal tener redes sociales pero debe regularse el uso moderado de estas.

    En mi opinión considero que por cuenta propia cada persona debe analizar el uso de estos dispositivos electrónicos y no permitir que estos desplacen la inteligencia y capacidad que tienen los jóvenes, no querer compararse con los estilos de vida que tienen los llamados «influencers», no dejarse manipular por contenidos depresivos o tristes, se debe tener una autoestima fuerte que se debe forjar desde la formación en casa como lo cité al principio de este artículo, y que en la escuela se les brinde el apoyo necesario cuando se requiera.

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:41 AM

      Nathanael:
      Gracias por su comentario.
      Coincido con usted, no siempre es más conveniente echar la culpa a los que llegaron antes, sino reconocer que esto ha ocurrido y tomar cartas en el asunto. Debe estar en cada uno de nosotros, en ustedes mismos, la forma de enfrentar este reto de vivir dependiendo de dispositivos que, en lo práctico, contribuyen al deterioro intelectual y mental.
      Saludos

  • Luciano Franco Ortega
    2025-10-10 7:16 PM

    Buenas tardes, profesor. Antes de todo, me gustaría ofrecerle una disculpa por la hora en la que estoy realizando mi aportación en esta actividad, no le voy a mentir, me confíe con los tiempos y en parte procrastine, pero más vale tarde que nunca.
    En cuanto a el blog, primero me gustaría felicitarlo porque considero que es un tema de suma importancia en la actualidad, y que como usted mismo comenta no parece haber un interés genuino por parte de la universidad para ayudar a resolver estos problemas. Muchas veces me he puesto a pensar que sería de nuestra generación si nos hubiera tocado vivir en las épocas donde las tareas y los trabajos no podían realizarse con tanta facilidad como ahora, donde solamente basta con darle un «prompt» a las inteligencias avanzadas y estas realizan todo un trabajo en cuestión de segundos. Y aunque es cierto que estas inteligencias fueron creadas principalmente para ayudar a las personas ahorrar tiempo, a su vez facilitan tanto la realización de una tarea que nos vuelve inútiles, pues la ocupamos hasta para los más mínimos esfuerzos que tenemos. Sonara como un caso extremista pero incluso en redes sociales como tiktok, se viralizan videos en los cuales los mismos jóvenes tratan a las inteligencias artificiales como un amigo más, cuando no deja de ser una maquina automatizada que trabaja en base a lo que le pidas, pero las personas se han casado tanto con la idea de que hace todo por ellos, que llegan a verlo como algo indispensable dentro de sus vidas. Lo que ha influido demasiado en la deficiente capacidad intelectual que presentamos nosotros como jóvenes, me incluyo en mi ejemplo porque durante la preparatoria llegué a hacerlo, por más fácil que fuera la tarea a realizar utilizaba la IA porque me volví dependiente a ella. En la actualidad lo he ido dejando poco a poco, y mayormente solamente la utilizó en caso de algo que no me haya quedado claro o como usted mismo lo ha propuesto en caso de que necesitemos otras perspectivas como los ejemplos vistos en clase. Pero considero que esta sobreexplotación de las redes sociales viene desde mucho antes desde las comodidades de la tecnología, y no es algo que esté completamente limitado a los estudiantes universitarios, en la actualidad cualquier padre que quiera calmar a su hijo recurre a aparatos electrónicos como los celulares o las tabletas. Acostumbrándolos desde temprana a edad a estas comodidades y comportamientos, quitándoles la capacidad de poder generar un pensamiento crítico propio. Si yo tuviera que definir a la sociedad de jóvenes actuales diría, que en su mayoría han perdido la capacidad de pensar por ellos mismos, y basan sus decisiones en cuanto a los algoritmos tecnológicos.
    Espero que mi comentario sea pertinente dentro del contexto en el cual se está desarrollando, y me gustaría mucho leer otro blog más de usted que hable acerca de este tema, quizá profundizando el tema de como los docentes actuales (no todos) prefieren no verse involucrados en los hábitos que presentan los estudiantes de las nuevas generaciones. Me gustó mucho su blog profesor. Que pase una buena noche.

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:48 AM

      Luciano:
      Gracias por su comentario.
      Nada que disculpar por la hora. Viene muy oportuno su comentario.
      Me parece pertinente la forma en que recupera parte de su propia experiencia, para realizar apuntes sobre los usos y abusos de una tecnología que se ha ligado a su existencia y, al parecer, como un mal virus, se ha enquistado en sus prácticas y hábitos.
      Es cierto, parece han dejado de pensar por ustedes mismos, por la forma en que los algoritmos y las redes determinan mucho de lo que hacen, piensan y creen. Sin embargo, considero que -como usted lo ha podido vivir- se trata de tomar conciencia y distancia, para dignificar las existencias de una generación que debe comenzar a dudar de sí mismo la forma en que se conduce en la vida ligado a las tecnologías.
      Saludos

  • Pedro Arath Velazco Sanabria
    2025-10-10 6:31 PM

    El texto pinta un panorama complejo y desafiante para la educación superior.
    Lo más preocupante es el señalamiento de que las universidades están «haciendo bien poco» o «invisibilizando» esta condición. El hecho de que la principal expectativa profesional de un estudiante en un país como México sea ser influencer (como se menciona al final) no es el fracaso del estudiante, sino el fracaso del sistema educativo para conectar la formación con la realidad, el sentido y el potencial transformador.
    Si las instituciones no integran activamente la alfabetización digital y académica y no abordan la salud mental como un eje fundamental, se corre el riesgo de formar técnicos competentes en una disciplina, pero intelectual y emocionalmente vulnerables. La solución no es solo dar más clases, sino reformular la experiencia educativa para cultivar la resiliencia y la capacidad de análisis que esta generación necesitará para administrar el mundo que, como bien señala el autor, pronto estará en sus manos.

    • Anónimo
      2025-10-10 11:35 PM

      Pienso que como generación es nuestro deber tomar toda esta información para poder preparar a la siguiente

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:50 AM

      Pedro
      Gracias por su comentario.
      Curioso, pero le ha dado al clavo. Parece que en las universidades, como en el caso de nuestra facultad, se está privilegiando formar técnicos con grado de licenciatura, por el poco desarrollo de un pensamiento que aprenda a tomar distancias de prácticas que se han naturalizado y ya se asumen como si no hubiese alternativa, al respecto de los lugares desde donde se alimenta el alma y la mente.
      Saludos

  • Eva Quijano Morales
    2025-10-10 6:08 PM

    Quisiera comenzar agradeciéndole su aportación a través de esta entrada en su blog, pues desde mi perspectiva como estudiante de universidad, demuestra que aún tenemos profesores genuinamente comprometidos con la siguiente generación de profesionistas, y rompe el estereotipo general que hoy en día, tristemente, mi generación comparte acerca de académicos expertos en su área, pero sin pasión ni vocación por enseñar.
    Encuentro también un problema que pudiera ligarse directamente a los problemas en la salud mental de los estudiantes que usted menciona. Este es de igual forma un “enemigo silencioso”, y se trata de la falta de valores y educación, en el sentido moral de la palabra, que estén bien cimentados en la forma de actuar de los universitarios; particularmente de los recién ingresados que tanto yo como mis compañeros de generación podemos ver actualmente en nuestra facultad.
    Conductas desafiantes y retadoras hacia sus profesores, cometarios agresivos entre compañeros e indiferencia por las reglas de convivencia establecidas para los espacios dentro de las instalaciones de la universidad me hacen pensar en algunos artículos y estudios que he tenido la oportunidad de leer donde vinculan este desdibujo de autoridad con el consumo de contenido violento o de alta estimulación. Y me parece altamente preocupante que hoy se vean los frutos de universitarios que durante su infancia o adolescencia no hayan tenido un límite o control sobre qué contenidos les eran permitidos ver en casa.
    Este problema, en mi opinión, también se liga a lo que usted expone en el texto como la baja en el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y la resolución de problemas, pues la práctica del manejo del estrés y la frustración en la edad temprana es proporcional a la capacidad de hacerlo ahora en situaciones de la vida universitaria.
    Reitero a usted mi agradecimiento como su alumna, pero de igual forma como docente desde mi experiencia atendiendo a alumnos universitarios. Es vital que en la labor académica sepamos plantear a quienes nos escuchan esta problemática, en pro de su formación, pero también de su crecimiento personal.
    Saludos doctor.

    • Anónimo
      2025-10-11 11:53 AM

      Eva:
      Agradezco su comentario.
      Sobre todo por la forma en que apunta y particulariza lo que viene ocurriendo en el terreno de lo social y las formas de relación que se establecen al interior de las instituciones educativas. Pareciera ser que la ausencia de otredad fomenta un individualismo que no se quede en el cuerpo de uno mismo, sino que sacude las sanas convivencias al reproducir descortesías y mezquindades entre los propios estudiantes, quienes han dejado de reconocer la pertinencia de ser educados o corteses entre ustedes mismos.
      Saludos

      • Genaro Aguirre Aguilar
        2025-10-11 11:54 AM

        eva

  • Nilsen Nahomi Carlin
    2025-10-10 4:31 PM

    Concuerdo demasiado con el tema que se está abordando y con la necesidad de encontrar una solución a esta crítica social. He estado leyendo mucho sobre temas similares y me parece sorprendente cómo la gente se ha visto afectada, especialmente los adolescentes, niños y las nuevas generaciones, por todo lo que dejó la pandemia: la falta de convivencia, el debilitamiento del pensamiento crítico y la costumbre de simplemente sentarse a esperar. Tal vez mi pensamiento sea ambiguo, pero me preocupa que, como joven, la mayoría de las personas de mi entorno no compartan la misma preocupación, sino que sean conformistas y digan: “Ya no se puede hacer nada”.

    Lo mismo sucede con la salud mental. Siempre ha estado ahí, pero nunca se le dio la importancia que como sociedad se le da hoy. Justamente hoy, 10 de octubre, es el Día Mundial de la Salud Mental, y me deja conmocionada ver la cantidad de publicaciones sobre la desinformación que existe. Muchos prefieren buscar su problema en TikTok para ver si encuentran algo con qué “identificarse”, en lugar de reflexionar y buscar ayuda profesional.

    El futuro es incierto, pero espero que las personas realmente preocupadas por el tipo de profesionales que habrá en el futuro logremos, como sociedad, dejar de ser tan consumistas. Porque eso mismo es lo que nos está consumiendo.

    Un abrazo y muy buen blog. 🙌

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-11 11:56 AM

      Nilsen:
      Gracias por su comentario.
      De entrada hagamos que este día sea uno de esos en los que nos damos la oportunidad de pensar y reinventarnos a nosotros mismos.
      Es triste que no sepan, que no se den cuenta, pero cuando lo saben, que no procuren buscar orientación o una forma adecuada de poner altos en el camino. Creo que está en sus manos, pero como digo en el trabajo, mientras no se haga visible, parecerá que no existe.
      Saludos

  • Jesus Daniel Bustamante Torres
    2025-10-10 3:28 PM

    Buena tarde, Dr. Genaro, me gustaria felicitarlo por su publicación y su gran reflexión de un tema de actualidad en jovenes universitarios, pero me lleva a pensar que también está ligado a la sociedad en México.
    Los estudios demuestran una realidad que suele estar escondida, las escasa participación en ejercicios demuestra los límites más allá de prevenir ciertos criterios y de saber exactamente en donde ayudar, desde las aulas universitarias y así a contribuir a la sociedad en general. El pensamiento crítico, debe ser algo que debemos desarrollar a lo largo de nuestra vida de estudiante, junto a la mano de una educación de calidad, que se preocupe a estimular desde temprana edad. La carencia puede ser reflejada en muchos ámbitos, como el político: al decidir qué candidato apoyar o simplemente al estar a favor del gobierno en turno. Al no ver la realidad, solo nos quedamos con la una simple arista de de información. Pero, otra realidad que demuestra es el acceso a la información en un país tan grande como méxico, las zonas alejas a la urbanización no pueden tener el privilegio a los que están cerca de una ciudad.
    Saludos!!

    • Genaro Aguirre-Aguilar
      2025-10-10 4:11 PM

      Mi estimado Daniel:
      Agradezco tu comentario.
      Efectivamente se vincula al tipo de país en el que vivimos, lo triste es que los estudios remiten a otras sociedades, por lo que parece es síntoma de estis tiempos y como apuntas, los que mas padecen esto son los jóvenes, quienes se conforman con apenas un minimo de información aun cuando tienen frente así un mar de ella; de ahí que no todos desarrollen el pensamiento que se esperaria se alcance en la universidad
      Saludos
      Genaro

  • Ashli Alexandra Lara Contreras
    2025-10-10 1:57 PM

    Buen día Profesor

    Coincido con el artículo, más porque en estos días es algo que vengo discutiendo con mis amigos. De verdad que es agobiante ser estudiante en esta época. Dependemos de la tecnología, del mundo que nos han dejado y de nuestro criterio.
    Reflexiono mucho si estoy presente o si solo soy una maquina que hace las cosas porque tiene que hacerlas.
    Como bien comenté en el foro, la salvación es siempre volver a lo que nos hace humanos. A mí me gusta mucho escribir y estoy disfrutando compartir mi opinión de su lectura. Gracias Profesor.

    • Genaro Aguirre-Aguilar
      2025-10-10 4:14 PM

      Ashli:
      Agradezco su comentario
      Que bueno que coincide con lo que ha reflexionado junto a sus pares.
      Es algo que debe ser coridiano, pues solo así los telones frente a sus ojos pueden ser develado y echados abajo.
      Es cierto, les hemos dejado un mundo que tienen que aprender a decodificar para transformarlo
      Saludos
      Genaro Aguirre-Aguilar

  • Maximo Jesrael Servin Reyes
    2025-10-09 1:14 AM

    Buenas ncohes profesor

    Me gusta mucho la forma en que nos invita a reflexionar profesor

    Coincido plenamente en que la salud mental y la tecnología están profundamente interrelacionadas. Hoy en día estamos expuestos constantemente a una gran cantidad de información que, en muchas ocasiones, termina afectando nuestra mente de manera negativa. Las modas, los estilos de vida, la forma de vestir y las imágenes de perfección que se muestran en las redes sociales generan una presión constante por cumplir con ciertos estándares irreales. Esto puede provocar que uno mismo empiece a sentirse inconforme o inseguro al compararse con los demás.

    Además, esta sobreexposición también influye en el ámbito educativo. Pasar tanto tiempo en redes sociales nos distrae con facilidad, disminuye nuestra concentración y nos resta tiempo para enfocarnos en lo realmente importante. Por eso, considero necesario aprender a equilibrar el uso de la tecnología para que no afecte nuestro bienestar emocional ni nuestro rendimiento académico.

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-09 9:43 AM

      Max:
      Agradezco tu comentario.
      Me parece interesante la forma en que puntualizas sobre algunos aspectos ligados a sus prácticas y hábitos de vida que bien vale la pena reflexionar sobre ellos, para que estas generaciones encuentren la vía para salir adelante con algunos dilemas que observan cotidianamente.
      Saludos

  • Salvador Sánchez Gutiérrez
    2025-10-06 12:11 PM

    Estupenda reflexión. Como docente, puedo dar fe de que todo lo que dice en su texto está sólidamente amarrado en la realidad de los jóvenes. Viven una situación en verdad compleja y atestiguar la desazón de la mayoría en lo personal me causa una profunda tristeza.

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-06 2:30 PM

      Estimado Salvador:
      Antes que nada agradezco haber leído el texto y compartir su parecer.
      Deje decirle que hoy hablaba con mis estudiantes de esta situación y les dije que había escrito sobre ello con el interés de ponerlo también a su consideración y dialogar al respecto de lo que ahí se dice, pues a mí también me duele ver lo vulnerables que son.
      Y sí, les dije, tenemos que hacer algo pero entre todos. Los llamé a ser sensibles y conscientes de lo que está viviendo.
      Saludos cordiales.
      Genaro Aguirre

  • Daniel Aguirre
    2025-10-06 10:24 AM

    Estupendo artículo.

    El llamado a reflexionar y tomar acciones que reflejen la congruencia de nuestra conciencia con una realidad que cada vez es mas evidente, así como con la responsabilidad que como actores sociales nos correspondo a todos, es muy puntual y pertinente.

    En sentido de lo anterior, es necesario ampliar el radio de lo que se tiene que hacer en lo académico, esto también se extiende y así lo debemos asumir, hacia todos los ámbitos de la dinámica social, donde las familias, las diversas colectividades, las empresas, el gobierno etc… debemos actuar consciente y responsablemente.

    Lo primero sería tener la actitud de poner nuestro grano de arena en nuestro entorno inmediato, compartiendo, externando, discutiendo el tema, luego, en tanto tengamos oportunidad sumemos esfuerzos coordinados para lograr un mayor impacto.

    • Genaro Aguirre Aguilar
      2025-10-06 2:32 PM

      Daniel:
      Gracias por tu comentario.
      Coincidimos: si bien esto de lo que hablo y reportan los estudios, es imprescindible que lo llevemos a otros espacios de reflexión y toma de decisiones, como es la familia. Tenemos que hacerlo visible y conversarlo con nuestros hijos, pues -como se lo decía a mis estudiantes esta mañana- parece que les cuesta tomar conciencia sobre ello, cuando tendrían que ser los primeros interesados, pero siempre que lo pongamos sobre la mesa.
      Saludo
      Checho

Deja un comentario
Responder a Ashli Alexandra Lara Contreras Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *