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Bienestar Subjetivo y Condiciones de Vida (BISCOV), es un instrumento que se fundamenta en la necesidad de identificar el nivel de bienestar y calidad de vida que los individuos perciben, tal y como lo viven.
Se plantea considerar a la calidad de vida y salud social, como un indicador que complemente la información proporcionada por los diversos índices que miden el desarrollo humano, la competitividad social y el progreso y con ello contribuir al replanteamiento de las formas en que se gestiona el desarrollo y bienestar en la búsqueda de mejorar las condiciones de vida, desde una perspectiva que considera la complejidad del bienestar, a través de la multidisciplinariedad, para el estudio de un fenómeno con características multidimensionales.
Se compone de cuatro dimensiones con base en la propuesta del Constructo de Bienestar propuesto en el trabajo del Observatorio:
- Felicidad y Satisfacción con la Vida, las cuales refieren a las evaluaciones derivadas de las condiciones actuales en las que el individuo se encuentra, así como la evaluación que se realiza del transcurso de esta.
- Bienestar personal, que refiere a la evaluación de las condiciones personales en que el individuo se encuentra y se desenvuelve cotidianamente, así como las necesidades cubiertas o no (básicas y sociales).
- Satisfacción con los Dominios de vida, a referente a la evaluación de áreas específicas como salud, vivienda, educación, vida social, vida sexual, vida laboral.
- Satisfacción con los bienes y servicios públicos, la cual refiere a la evaluación de los bienes y servicios públicos provistos por el Estado que recibe la gente como parte de una sociedad, y que inciden en las condiciones de bienestar y desarrollo humano, tales como espacios públicos, servicios públicos, seguridad, transporte, entre otros.
De esta manera, el constructo de bienestar subjetivo que se propone, busca medir en sus diferentes dimensiones y variables, las valoraciones que las personas tienen con relación a su bienestar tal y como lo viven.
Los indicadores macroeconómicos deben ser la base para la toma de decisiones del gasto público en las finanzas del Estado, pero los indicadores de bienestar subjetivo, tendrán que ser ese reflejo de dichas acciones, situación que permitirá a los tomadores de decisiones, establecer políticas públicas orientadas al progreso de las sociedades, y a su vez, evaluar el trabajo realizado.
Con la finalidad de proponer indicador de bienestar subjetivo que pueda integrarse de manera complementaria en la medición del bienestar en nuestro país, es que con base en los resultados obtenidos en la aplicación del instrumento en diferentes momentos, ha sido posible integrar un Índice de Bienestar Subjetivo y Condiciones de Vida.
Desde el año 2013, se ha tenido oportunidad de realizar mediciones de bienestar con base en el BISCOV en diferentes proyectos de investigación. Actualmente por parte del Observatorio de Calidad de Vida y Salud Social de la Universidad Veracruzana, se desarrollan monitoreos permanentes.
