Justificación:
Una de las riquezas culturales más importantes de Latinoamérica es el enorme patrimonio musical mexicano, iniciado en el siglo XVI bajo la tradición del siglo de oro musical español y que permitió delinear un panorama histórico y sonoro que se fue desarrollando entre los siglos XVI y XVIII, creando un maravilloso repertorio de música virreinal. El romanticismo pianístico del siglo XIX y los albores del nacionalismo postrevolucionario del siglo XX marcaron vigorosamente la creación musical y permitieron un florecimiento musical mexicano que se debe investigar y difundir.
Sin embargo es importante señalar que a pesar de tener muy clara la trascendencia de esta rica herencia, hay por hacer un trabajo importante de rescate y preservación, ya que a diferencia de las artes plásticas, la arquitectura o la literatura en nuestro país, este patrimonio musical mexicano no goza de la difusión e impacto socio cultural que dichas áreas claramente tienen. Esta importancia, manifiesta en la existencia de museos, editoriales, acervos documentales y todo tipo de programas de conservación, investigación y difusión de dichas artes, dista mucho de los recursos académicos y de infraestructura que se encuentran en el área de la música culta (1). De ahí la importancia de generar cuadros de profesionales de alta calidad formados para la investigación capaces de rescatar, analizar, preservar y difundir el rico acervo musical de nuestro país.
No debe sorprender que la música en México ha tenido algunos obstáculos en este sentido: las dificultades de las notaciones musicales, la azarosa trayectoria histórica de los archivos y fuentes musicales y las difíciles características propias de la formación musical, han hecho que la investigación del repertorio musical de México sea, en realidad, una tarea relativamente reciente. Baste recordar que sólo hasta 1936 se publicó la primera historia de la música en México.
Históricamente la mayoría de conservatorios o escuelas de música del mundo han promovido, como parte de sus funciones principales, la enseñanza y conocimiento teórico de la música aplicado al dominio técnico de un instrumento. Con el correr de los años y por las necesidades del mundo moderno, han abierto sus enfoques a otras posibilidades de la formación musical, como la enseñanza de la música en las escuelas de educación básica, la didáctica musical, la interpretación musical ―para una rica gama de instrumentos― la ejecución de la música popular y la llamada “clásica”, entre otras. Sin embargo el desarrollo de habilidades en la investigación no ha sido considerado como una competencia fundamental en el aprendizaje musical sino hasta fechas recientes. Es importante mencionar que la Universidad Veracruzana ello sólo ocurrió cuando se abrió en el año 2000 la Maestría en Música con diferentes opciones: Composición, Musicología, Teoría de la Música y Dirección de Orquesta y Coral, como una propuesta pionera en su tipo, ya que fue el primer posgrado de música en el país.
Fundamentación
En el caso de México sólo existen dos Instituciones de Educación Superior (IES) que enseñan a nivel posgrado la musicología. Por ello resulta pertinente la creación de un nuevo programa de maestría que considera amplios elementos disciplinares, propios de la investigación y la ejecución musicales, en el diseño de competencias que se interrelacionan de manera transversal con su entorno más cercano y que son compatibles con su mercado laboral: docencia, crítica, traducción de documentos relevantes en investigación y educación musical, publicación de libros, artículos y partituras, además de generar otros productos editoriales como libros de historia, biografías, comentarios, artículos y ensayos, traducciones, textos para la enseñanza, ediciones y grabaciones de diversos repertorios. Con este contexto profesional en perspectiva el abanico de posibilidades laborales para un profesional de la música, formado con un perfil de investigación, se amplia y enriquece.
A propósito del ámbito teórico en el que se fundamenta este nuevo programa de Maestría en Estudios Musicales puede citarse a Samuel Claro Valdés, una de las voces más importantes de la investigación musical en Latinoamérica, quien define las ventajas de enriquecer el estudio de la música desde la investigación:
[…] el estudio de la música de todos los tiempos arroja luz sobre el acontecer
social, político, religioso, económico, cultural o costumbrista de una época
determinada, y se transforma en una importante disciplina aliada de la historia a
quien nutre de puntos de vista que tradicionalmente –salvo honrosas
excepciones– el historiador no ha tomado en cuenta. (2)
Claro Valdés especifica también que la musicología contribuye: “al conocimiento del hombre y su comportamiento ante la sociedad a lo largo de la historia y a proveer de materiales musicales fidedignos a compositores, intérpretes, pedagogos, investigadores y a cuantos se interesen por la música». (3)
Por su parte, Carl Dahlhaus (4) establece principios importantes a considerar con respecto al estudio de la música en su relación con la historia:
Básicamente lo que diferencia la historia musical de la historia política es el objeto de estudio: los sucesos para la historia política, las obras para la historia musical. Los sucesos no pueden recrearse, podemos tener una crónica de estos informes; en cambio en la historia musical, las obras son primariamente objetos estéticos y como tales representan un elemento del presente, es decir pueden recrearse, aunque no en su totalidad y sólo secundariamente pueden [servir como fuente para] iluminar a los eventos y circunstancias del pasado. (5)
La particularidad del estudio de la música como “objeto estético” y las características particulares que hacen de la música un elemento “para iluminar los eventos y circunstancias del pasado” constituyen dos de los conceptos claves que definen el área de la investigación musical. De tal suerte, se trata de profundizar e incrementar los alcances de la tradicional historia positivista que relaciona de manera concisa los compositores y sus obras, registrando las influencias de unos sobre otros, intercalando “esbozos biográficos”, observaciones sobre la estructura de las obras e imágenes del pasado cultural. (6) Bajo esta consideración se plantea que el estudio biográfico define la investigación musical a partir de la premisa que supone “que una obra musical solo resulta comprensible cuando se conoce la vida del compositor expresada por ella en sonidos”. Sin embargo, se trata en realidad únicamente de un punto inicial, toda vez que el estudio de las obras musicales abarca aspectos de crítica, estética, paleografía, organología y análisis; en suma, los terrenos que conforman el campo de estudio de la musicología.
Además de conocer un modelo de investigación musical acorde a nuestro tiempo, una perspectiva más amplia del “objeto musical” permite la formulación de una propuesta académica que permita profesionalizar y ampliar el trabajo tanto de un musicólogo, como de un intérprete o ejecutante, para no limitarse profesionalmente al ámbito estrictamente musical, sino que se cubran terrenos como la gestión y política cultural, la asesoría académica, la gerencia y dirección de instituciones y grupos artísticos y una amplia participación en medios de comunicación. Ello, además de las inmediatas tareas de enseñanza, documentación, investigación y difusión musical que dicho campo implica.
Punto de partida de todo lo anterior lo constituye el estudio y conocimiento del patrimonio musical de México, uno de los más grandes, variados y de mayor potencial académico y de difusión, y un campo que apenas ha sido objeto de trabajo académico en las últimas cinco décadas (7). Conformado por un arsenal de archivos y acervos muy importantes, que le dan preeminencia no sólo en América Latina sino a nivel mundial, dicho patrimonio conforma todo un universo por indagar y descubrir. El desarrollo musical de nuestro país a partir del siglo XVI, permitió la conformación de un creciente patrimonio musical durante el periodo virreinal; mismo que se vio enriquecido de manera notable por el auge de la industria musical y las casas editoriales a lo largo del siglo XIX. En el siglo XX, bajo el impulso del estado, ese patrimonio musical no haría sino enriquecerse todavía más gracias al auge de escuelas, instituciones, orquestas, teatros, compañías de ópera y ballet, y a un ambicioso programa educativo impulsado por la gestión de José Vasconcelos en la SEP y por el empuje que supuso la fundación del Instituto Nacional de Bellas Artes, bajo la dirección de Carlos Chávez, desde 1934. Hoy en día el campo del investigador musical se cultiva en diversas instituciones dedicadas a la investigación, preservación, promoción y desarrollo del patrimonio musical de México; principalmente dentro de instancias culturales y educativas, como son el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA, en particular a través de su Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical [CENIDIM]), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y en diferentes Universidades Públicas y Privadas donde se desarrolla, en diferentes niveles e importancia, la investigación musical.
A pesar de lo que se señala en el párrafo anterior, en el ámbito de la educación superior nacional, los posgrados en investigación musical y la falta de estudios de investigación en los programas de estudio de licenciaturas en música son un factor decisivo para sustentar la presente propuesta. Hasta la fecha, la Universidad Veracruzana y la UNAM han sido las instituciones líderes en este terreno. En la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana la reciente implementación de un Modelo Educativo Integral Flexible que contempla salidas en musicología (investigación musical) es hasta la fecha, un modelo líder en su área, toda vez que fomenta la realización de actividades de investigación desde los años finales de la licenciatura. (8)
Es por ello que un grupo de trabajo conformado por profesores de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, se dieron a la tarea de elaborar durante 2014 una nueva propuesta curricular para la enseñanza de la musicología y la interpretación, bajo el modelo de la investigación, teniendo la certeza de que este programa de posgrado no sólo beneficiará el desarrollo profesional de sus estudiantes al ofrecer un nuevo perfil para la interpretación musical con bases en la investigación, sino que también tendrá un impacto positivo en la investigación y preservación del patrimonio musical de México, gracias a las investigaciones que sus alumnos y cuerpo docente realicen.
Misión
La Maestría en Estudios Musicales tiene la misión de formar investigadores en el campo de la música y la interpretación que respaldados en el conocimiento académico, crítico y analítico de la música, sean capaces de investigar, documentar, difundir e interpretar las obras del repertorio de la música universal, en los ámbitos de la docencia y la investigación interdisciplinaria con impacto en el conocimiento social de la música.
Visión
La Maestría en Estudios Musicales se perfila como un programa innovador, de alta calidad, comprometido con la formación profesional de músicos e interpretes, en el campo de investigación, que se desarrollen profesionalmente en ámbitos nacionales e internacionales como elementos activos en la generación de nuevos conocimientos que coadyuven en el desarrollo, la consolidación y difusión de la cultura musical en México.
Objetivo:
Formar músicos capaces de investigar, documentar y difundir compositores, obras y repertorios de la historia musical de occidente a través del análisis, crítica y estudio académico o interpretativo de la música, integrando los avances de la investigación musical y que contribuyan desde la docencia, la investigación y la interpretación, al conocimiento social de la música y al rescate y preservación del patrimonio musical de México.
Metas
- 100 % alumnos de la maestría como indicador de eficiencia terminal.
- 75% de sus egresados de la maestría deberán estar realizando actividades académicas en el ámbito de la investigación musical. (9)
- El 100% de los profesores del Núcleo Académico de Estudios Musicales, deberán realizar y participar en eventos académicos, nacionales e internacionales en el análisis, diseño e innovación, de productos de investigación musical, congresos, publicaciones, grabaciones, ediciones, etc.
- El 100 % de alumnos que desarrollarán investigación y/o docencia, de manera individual y/o de manera conjunta con el Núcleo Académico, sobre los siguientes periodos históricos, Virreinato mexicano, Siglo XIX y el romanticismo; Siglo XX y el nacionalismo; Siglo XX y la música contemporánea.
- Contar por lo menos con 4 convenios de movilidad estudiantil, uno por semestre, en la que se puedan beneficiar los estudiantes matriculados.
- Promover de manera semestral 3 proyectos musicales (conciertos, recitales, grabaciones o ediciones) que involucran el 100% de los estudiantes de interpretación de música occidental y mexicana, como resultado de la líneas de investigación.
1 Es importante señalar que existen en nuestro país algunas instancias que tienen como objetivo la investigación, conservación y difusión del patrimonio musical mexicano, en este caso el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (CENIDIM) con sus 20 investigadores y el de la formación en investigación a cargo de las Facultades de Música de la UNAM y de la Universidad Veracruzana, lo cual es mínimo ante el gran reto de la preservación de la música mexicana.
2 Musri, Fátima Graciela. (1999). Relaciones conceptuales entre musicología e historia: análisis de una investigación musicológica desde la teoría de la historia. Revista musical chilena, 53(192), 13-26. Recuperado en 10 de julio de 2014, de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-27901999019200003&lng=es&tlng=es. 10.4067/S0716-27901999019200003.
3 Musri, op.cit.
4 Carl Dahlhaus (Hanover, 1928- Berlín, 1989) fue un importante musicólogo alemán. Sus estudios y escritos abarcan una gran amplitud de temas. Destacan sus estudios sobre el Renacimiento (en particular la figura de Josquin des Prés) aunque también escribió numerosos estudios analíticos e interpretativos sobre la música moderna y contemporánea. Enriqueció el método de estudio de la musicología haciendo que incluyese la teoría histórica, la estética, la teoría musical y el análisis musical a la vez que reflexionó sobre los problemas de la disciplina y escribió manuales al respecto. Sus novedosas ideas sobre la historia de la música concebían que, como las demás artes, la música también participa en las ideas de la época en que se lleva a cabo. Desde esta perspectiva sintetizó y planteó nuevas maneras de escribir historia de la música que claramente dejaron atrás la mera recolección positivista de datos.
5 Carl Dahlhaus, Foundations of Music History, Inglaterra, Cambridge University Press, 1983, p. 4. Reimpresión digital, Estados Unidos, 1999.
6 Dahlhaus, op. cit. p. 64
7 Recuérdese que la Universidad Veracruzana fue pionera en el campo al instrumentar, en la década de 1970 una Sección de Investigaciones Musicales y, en 2000, el primer Posgrado en Música ofrecido en universidades mexicanas.
8 Sólo el Conservatorio Nacional de Música ha ofrecido, desde hace años, una licenciatura en musicología. La escasa frecuencia de titulados (uno cada 3 años) habla por sí misma de los alcances de dicho programa.
9 La matrícula total de la maestría , con sus dos opciones, será de 15 estudiantes máximo y mínimo de 5.