En el proyecto InterSaberes nos encontramos ahora mismo estudiando etnográficamente las pautas de
interacción entre actores docentes, discentes y comunitarios en las actividades tanto intraáulicas como de
vinculación comunitarias de los profesores y estudiantes de la UVI que participan en nuestro proyecto. Para
acompañar estos procesos interrelacionados de investigación, docencia y vinculación, hemos impulsado
junto con la propia UVI desde el InterSaberes la creación
dentro de la UVI de un “Laboratorio de Formación
Metodológica para la Investigación en la UVI”, en el
que se integran todos los docentes-investigadores de
tiempo completo de las cinco sedes. En este laboratorio, procuramos promover la investigación no sólo
como “tercer pilar”, sino como eje fundamental que
articula y relaciona las demás actividades de docencia
universitaria y de vinculación comunitaria de la UVI.
Para ello, hemos logrado formar a un – todavía pequeño– grupo de profesores-investigadores que en cada
sede de la UVI se dedica preferencialmente a la investigación (proyectos propios de investigación y/o de
formación a través de algún programa de posgrado) y
a la docencia acerca de la investigación (materias metodológicas y asesorías de las investigaciones del alumnado). Sobre todo, este laboratorio se ha constituido
en un importante espacio de encuentro e intercambio
de experiencias de investigación vinculada entre los
profesores-investigadores de las sedes de la UVI, al que
también se va invitando a otros profesores de las sedes, a
los alumnos y a otros académicos que están realizando
investigaciones partiendo del enfoque intercultural.
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De forma cíclica, cada vez que concluimos una
fase de trabajo de campo etnográfico –sobre la interacción en el aula, sobre las actividades extraaula de la
UVI y sobre los proyectos de investigación vinculada de
los estudiantes y docentes en las comunidades partícipes– realizamos foros de presentación, transferencia
y discusión de nuestras interpretaciones y de nuestros
resultados parciales. Estos foros se llevan a cabo en estrecha relación con el laboratorio, para asegurar una
retroalimentación de nuestros resultados (aún parciales) hacia los procesos docentes y de investigación de
los miembros del laboratorio.
Entre culturas, entre saberes, entre poderes
El reconocimiento de la diversidadcultural , el desarrollo de programas educativos culturalmente pertinentes y la interculturalidad, entendida como capacidad
de traducir y negociar desde posiciones propias entre
complejas expresiones y concatenaciones de praxis
culturales y pedagógicas que responden a lógicas subyacentes, como una nueva forma de entablar relaciones entre grupos cultural, lingüística y étnicamente
diversos conforman los principios que dieron origen
a la UVI.
Originalmente, la UVI es impulsada sobre todo
desde el ámbito antropológico-académico, cuando
profesores e investigadores formados en las corrientes
predominantemente europeas de los “Estudios Interculturales” generan nuevos espacios de investigación
y docencia dentro de la UV. Fuertemente influenciado
por las antropologías de la etnicidad y de la educación
contemporáneas, el equipo promotor del proyecto
opta por un enfoque transversalizador y constructivista de la interculturalidad: se hace especial hincapié en la generación de nuevas “competencias interculturales” con las cuales dotar a los estudiantes para prepararlos para futuras interacciones en una sociedad
cada vez más compleja.
Sin embargo, rápidamente entablamos relaciones
estrechas y fructíferas de intercambio con profesionistas, etnolingüistas y activistas indígenas, para quienes
la interculturalidad ha de entenderse más bien como
una estrategia de empoderamiento étnico en contextos de diferencia cultural o étnica y de discriminación
racista como los que persisten en las regiones interculturales de México y de Veracruz. Por último, el
intercambio de estos dos tipos de actores –académico
urbano e indígena-activista– se profundiza a partir de
la colaboración estrecha con ONGs y movimientos sociales y/o ecologistas también presentes en las regiones indígenas. Sus protagonistas hacen más énfasis en
la necesidad de entablar relaciones más sustentables
con el medio ambiente y de recuperar saberes locales, campesinos y/o indígenas en torno al manejo de
los recursos naturales, pero también culturales para
enfrentar las asimetrías de poder entre el capitalismo
depredador y los ecosistemas indígenas.
Bajo el impacto político del zapatismo y de la aún
inconclusa renegociación de las relaciones que articulan el Estado-nación neoliberal y los pueblos indígenas
del país, estos tres tipos de actores comienzan a fertilizar mutuamente sus discursos y propuestas educativas interculturales, tal como se acaban plasmando en
los programas de la UVI. Como resultado, se hace un mayor énfasis en los procesos de negociación, intermediación y transferencia de saberes y conocimientos
heterogéneos entre los diversos grupos –académicos,
profesionistas, agentes de desarrollo, “expertos locales”– que participan en la UVI.
El llamado “diálogo de saberes” que se está gene
rando en la UVI, sin embargo, aún adolece de fuertes
limitaciones, producto no tanto de la incapacidad o
falta de voluntad de dialogar de los propios actores,
sino de los obstáculos estructurales que plantea un
programa académico y del habitus “clásico” de profesores formados en universidades “convencionales”.
Tanto las entrevistas realizadas con docentes, estudiantes, padres de familia y autoridades locales como
las observaciones en aula y el análisis de las primeras tesis generadas por los recién egresados de la UVI
ilustran que la
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