Ante la nota “Para Salir del Laberinto Educativo” publicada el 31 de diciembre en el periódico La Jornada, el Sistema Mexicano de Investigación en Psicología (SMIP), el cual agrupa a más de 400 miembros de la mayoría de las orientaciones teórico-metodológicas en psicología, así como la Sociedad Mexicana de Análisis de la Conducta (SMAC), se sienten obligados a aclarar las aseveraciones incluidas en la nota mencionada .
La autora del texto en cuestión no sólo muestra una grave ignorancia del conductismo como filosofía de la ciencia (About Behaviorism, de B.F. Skninner), sino un total desconocimiento de algunas perspectivas sobre el conocimiento en filosofía y psicología, lo cual se hace evidente al mencionar al constructivismo (tanto en su foco epistemológico como psicológico), al humanismo, a la psicología educativa y, en general al quehacer educativo en nuestro país.
Respetamos la libertad de opinión de que goza la autora de la nota. Ejercemos el mismo derecho sin pretender hacer un recuento de todas las barbaridades, así literalmente, que fueron aprobadas para su publicación en el prestigioso periódico La Jornada; sin embargo, nos preocupa la ligereza del texto en el cual, la autora “hace un coctel”, por así decirlo, con múltiples perspectivas del conocimiento, sin sentido alguno. Nos preocupa porque esto no ayuda al público lector y sí en cambio, lo confunde.
Uno de los más grandes absurdos de dicha nota es hacer creer al lector que el “conductismo” es responsable del estado de cosas en la educación. Y quien hace la comparación entre una rata y un niño en un aula es la autora, quien dice: “las aulas escolares siguen pareciendo laberintos de ratas” cuando ningún psicólogo experimental se atrevería a hacer tal afirmación, la cual es sumamente ofensiva tanto para los alumnos como para los profesores y las escuelas. A este respecto queremos que los lectores sepan que lo que se estudia en los laboratorios con animales son procesos básicos de comportamiento que no atañen directamente al trabajo aplicado con humanos.
El término competencia ha sido definido como un conjunto de habilidades organizadas para satisfacer un criterio de logro. El concepto de competencia incluye dos aspectos: la especificación del desempeño y la explicitación del o los criterios que dicho desempeño debe satisfacer (Ribes, 2011*). Y este concepto no es “conductista”. Por supuesto, se aclara que ésta es solo una de las múltiples definiciones que se pueden encontrar en un área tan diversa como lo es la educativa.
El público lector, sobre todo el no especializado, merece saber que tanto desde el punto de vista de la psicología como ciencia así como desde múltiples perspectivas, el comportamiento humano se considera sumamente complejo y su explicación multifactorial. Es por ello que consideramos que la postura simplista expresada en la nota poco ayuda a la comprensión de los lectores acerca de los aportes que ha hecho la psicología al campo educativo.
Aclaramos también que el psicólogo educativo tiene como interés la intervención y/o la investigación en el comportamiento humano en situaciones de enseñanza-aprendizaje. Su objetivo es el desarrollo de las capacidades educativas en las personas, grupos, instituciones y comunidades sociales, entendiéndose educación en el sentido más amplio de formación y desarrollo personal, colectivo y social. Trabaja en los distintos sectores y etapas de la educación: infantil, primaria, educación especial, enseñanza secundaria, enseñanza técnico profesional, educación superior, educación de adultos, y en sistemas educativos no formales: educación presencial y a distancia, etcétera .
Finalmente, como agrupaciones académicas de psicología que hacemos un trabajo teórico-metodológico con el debido rigor científico y ético, con el objetivo ya sea de generar conocimiento, desarrollar aplicaciones tecnológicas y/o resolver problemas sociales, queremos prevenir a los lectores contra este tipo de notas que demeritan el esfuerzo que científicos debidamente capacitados realizan cotidianamente en pro de la educación en nuestro país.
*Ribes, E. (2011). El concepto de competencia: su pertinencia en el desarrollo psicológico y la educación. Bordón, 63,1. 33-45.
Atentamente,
Dra. María Antonia Padilla Vargas
Coordinadora del SMIP (http://smip.udg.mx/portal/)
Dr. Pedro Solís-Cámara
Editor de la Revista Mexicana de Investigación en Psicología (RMIP)
Dr. Francisco Pedroza
Presidente de la SMAC (http://www.smac.org.mx/)
Dr. Felipe Díaz
Secretario de la SMAC
Miembros del SMIP que firman el presente escrito
Emilio Ribes Iñesta
Victor Corral
Judith Salvador
Guadalupe Mares
Carlos Bruner
Verónica Alcalá
María Marcela Castañeda Mota
Sergio Galán C.
Rebeca Robles
Imelda G. Alcala Sanchez
Roberto Prado
José Luis Ronquillo Horsten
Yolanda Guevara Benítez
Alejandro Leon
Buadelio Lara
Armando Sánchez Gutiérrez
Eric García-López
Juan A. Ortiz Valdés
Margarita Maldonado Saucedo
Agustín Daniel Gomez Fuentes
Guadalupe Acle Tomasini
Elsa Silvia Rangel Granados
Carlos Torres
Carlos Flores
Gloria Careaga Pérez
Juan Manuel Sánchez
Rebeca Guzmán Saldaña
Antonio López Espinoza
Leticia Rodríguez
Rebeca Mateos Morfín
Asunción Lara Cantú
Sergio Augusto Galicia Alarcón
Serafín Mercado
José Luis Rojas-Solís
Teresa Lartigue de Vives
Ambrocio Mojardín Heraldez
María Esther Valle Morfín
Everardo José Fernando Camacho Gutiérrez
Sofía Guri
Verónica Márquez
Marilú Avalos Latorre
Areli Morando
Carlos Cesar Contreras Ibáñez
Patricia Ortega Andeane