Constantemente surgen herramientas tecnológicas que se pueden integrar a la docencia, no sólo para mantenerse al corriente de los avances en este campo sino para facilitar el trabajo al docente.
Primero, el correo electrónico y sus listas de correo que permiten difundir rápidamente avisos, lecturas y otros materiales que el maestro considera dignos de ser leídos por los estudiantes. También el estudiante puede enviar tareas a través de él, sin embargo tiene la desventaja que si el alumno se equivoca en la dirección, no llegará su envío y eso se sabe posteriormente.
Los grupos virtuales, de discusión o foros, permiten que la información se socialice más fácilmente, el maestro y el alumno corroboran por si mismos que el mensaje se ha enviado y ya puede ser leído por el maestro o los demás. Tratándose de tareas a entregar éste medio es benéfico. En mi caso, recomiendo a los alumnos que si tienen problemas para saber como empezar a hacer su tarea es recomendable lean los trabajos que ya sus compañeros han subido.
También tiene unos aspectos secundario el uso de los grupos: el alumno no envía un trabajo subido por otro compañero porque quedaría a la vista de todos. También los estudiantes rezagados se ven presionados a enviar su tarea al notar que ya la gran mayoría de sus compañeros entregó.
Las nuevas ediciones de grupos, además de los mensajes y los espacios para subir y bajar archivos, ofrece la posibilidad de compartir fotos y de crear preguntas de sondeo o encuestas al grupo. Resulta interesante saber la opinión de los alumnos ante preguntas de ética y de problemática actual.