Platicando con mi gato, reflexionamos que:
Uno de los grandes retos como mexicanos (as) es promover la vida en una cultura de muerte con acciones simples, solidarias, amables y empáticas que demuestren respeto a la diversidad y favorezcan la reflexión sobre nuestros aciertos y errores a nivel personal y colectivo, en donde la posibilidad de cambio y mejora como persona sea una esperanza y un camino posible a seguir. Necesitamos transmitir a nuestros amigos, alumnos, hijos, vecinos que son valiosos por el simple hecho de ser personas independientemente de su apariencia, de sus calificaciones, de la marca con la que visten, del auto que manejan, del puesto que tienen o del barrio en que viven. Necesitamos ayudar a senti-pensar y reflexionar a aquellas personas que quieren ser o están siendo «líderes» en los distintos contextos políticos, empresariales y educativos que para lograrlo no es necesario pasar por los derechos de los demás, ya que quienes lo hacen sólo reflejan su avaricia de poder y su gigante necesidad de ser reconocidos y amados auténticamente. Finalmente, para cerrar estas simples líneas, necesitamos escuchar más el viento de los árboles, el ladrido del perro en el parque, la anécdota de la abuela, la interpretación peculiar del músico del barrio o la exquisitez y elegancia de una Orquesta, pero sobre todo, sobre todo necesitamos escuchar al mágico y complejo latido de nuestro corazón… Buen domingo!!!
Soy, siento, pienso y escribo… Miauuuu!!!
