Universidad Veracruzana

Skip to main content

Componer es un ejercicio de libertad absoluta: Federico Ibarra

Jorge Vázquez PachecoFederico Ibarra Groth, músico mexicano que ha logrado destacar en el contexto de la composición en nuestro país y su mérito mayor es mantenerse en un rango de primera importancia durante décadas, fue uno de los distinguidos participantes en el seminario “Exploración de técnicas extendidas en la música contemporánea”, organizado por la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV).

En una interesante disertación, Ibarra procedió a analizar dos de sus obras en el auditorio de la Facultad de Música: Duelo de siglos, para orquesta y escrita por encomienda para los festejos nacionales de 2010, y El pequeño príncipe, ópera sobre la obra de Antoine de Saint-Exupéry. Después de ello, el compositor accedió a comentar en torno de su trabajo.

Federico-Ibarra-2 Su primera obra para la escena fue la ópera Leoncio y Lena, estrenada en 1980 en el Teatro Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. Era una música “difícil” sobre una puesta en escena por demás surrealista. Hoy considera que su trabajo ha evolucionado y, desde luego, su lenguaje musical no es el mismo. Es por ello que la música para El pequeño príncipe suena más accesible.

“Un compositor no puede quedarse en un solo lugar”, sostuvo. “El creador avanza en un constante cambio que se registra de acuerdo con lo que ve, vive, lee. Pero, al mismo tiempo, nunca sabe lo que resultará una vez que se pone a trabajar sobre el papel pautado. Ciertamente, la música para El pequeño príncipe es menos complicada que la de Leoncio y Lena y es posible que se pueda apreciar de mejor forma. Pero la última ópera que he escrito, que todavía no se lleva a escena, es el resumen de una serie de cosas que he hecho. Y eso no es nada sencillo”.

Duelo de siglos fue escrita por encargo, lo que supone una serie de restricciones que inicia desde la naturaleza misma de la partitura. “En los trabajos por encargo se exige al compositor no sólo una determinada temática, también una determinada duración. Para mí, eso es un desafío y una de las cosas que más me llama la atención es enfrentar los retos. Se aprende mucho de ellos. Ya sea música sinfónica o de cámara, es una buena oportunidad para obtener algo que refleje mi pensamiento”.

Al comentar respecto al mundo de posibilidades que presenta la labor de componer, Ibarra aseguró que actualmente la libertad es absoluta y que no hay moldes a los cuales ajustarse. Ya se acabaron los tiempos en que había “guías” que marcaban el derrotero a seguir, como Edgar Varèse, Olivier Messiaen o Karlheinz Stockhausen. “Hacia el último tercio del siglo pasado, las cosas comenzaron a cambiar. En lugar de las escuelas surgidas del concepto de aquellos maestros, surgieron las personalidades con trayectoria muy completa y con una idea muy personal. Estos músicos llegan para proponernos el resultado de sus experiencias. Hoy ya no hay escuelas o corrientes de las que podamos decir: ‘esto es la música moderna’. Cada uno se lanza a la búsqueda de su propio derrotero, de acuerdo con su personalidad y su gusto”.

Viene después la consideración a la problemática de vivir de la composición. Para muchos, eso es imposible, aunque el caso de Federico Ibarra es sumamente especial: “En mi caso es después de una trayectoria en que he sido profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Sistema Nacional de Creadores, ya no imparto clases, de modo que puedo decir que casi vivo de la escritura musical”.

En la actualidad Ibarra trabaja sobre una sonata para piano. “Es curioso; es una obra de dimensiones breves pero ¡qué dificultad me está dando! Uno nunca sabe qué va a surgir del papel pautado, cómo va a ser el producto terminado”.

Por último, comentó acerca de la actividad artística en Xalapa. “La última vez que estuve aquí, hace más de 15 años, fue cuando la Sinfónica de Xalapa tocó mi Concierto para violín. Entonces la Facultad de Música estaba en la calle de Juárez, hoy veo que cuenta con su propio edificio. En las pocas horas que tengo aquí veo que hay varias actividades paralelas, muchos maestros que vienen de fuera a impartir sus conocimientos. Eso es muy importante. Todo indica que la UV trabaja muy bien en ese sentido”.

Originario de la Ciudad de México, con estudios en París y Santiago de Compostela, es doctor por la Universidad Complutense de Madrid, en España. También pianista, ha sido director del Taller de Composición del CENIDIM y en 1985 fundó el Taller Piloto de Composición en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Publica regularmente ensayos y crítica en revistas especializadas y ofrece conferencias en diversos países. Su actividad como compositor abarca obras de todo género: ópera, ballet, sinfonía, conciertos (para piano, violonchelo y violín) y música de cámara.
Los premios nacionales obtenidos son diversos: Silvestre Revueltas, Lan Adomián, Nueva Música para Danza, de la Unión Mexicana de Críticos de Teatro, de la Unión Nacional de Cronistas de Teatro y Música, de la Asociación Pro Ópera y Medalla Mozart, entre otros.

 

Fuente: Universo

Enlaces de pie de página

Ubicación

Miguel Barragán 32, Colonia Centro, Xalapa, Veracruz, 91000

Redes sociales

Transparencia

Código de ética

Última actualización

Fecha: 23 abril, 2024 Responsable: Mtro. Álvaro Hernández Jarquín Contacto: alvarohernandez02@uv.mx