La Maestría en Música de la Universidad Veracruzana cuenta con cuatro salidas terminales: Composición y Teoría Musical, Dirección Coral, Dirección Orquestal e Interpretación Colaborativa, que son áreas de vital importancia para el desarrollo musical nacional y para mantener nuestra identidad y presencia en el patrimonio cultural universal. La Maestría en Música cumple veinticuatro años en 2024, y ha gozado de diversos reconocimientos, incluyendo el grado de Consolidación del PNPC. Actualmente se encuentra acreditado por el Sistema Nacional de Posgrados de CONAHCyT.
La Maestría en Música inició su primera generación en marzo de 2000, estableciéndose como el primer posgrado de música en México y de su tipo en Latinoamérica. Sus egresados han contribuido sustancialmente al mejoramiento de la generación de conocimiento musical y de la enseñanza de la composición, teoría de la música e interpretación musical, tanto en ámbitos nacionales como internacionales.
La presente actualización (2024) parte del plan 2017, incorporando mejoras en el funcionamiento general y en la precisión del contenido, así como cambios derivados de la experiencia práctica del programa desde entonces, tomando en cuenta en particular algunos lineamientos fundamentales del nuevo Código de Ética de la Universidad Veracruzana, así como del Marco General del Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SEAES)[1] y los lineamientos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (CONAHCyT). Así se llega al actual perfil de egreso, combinando la experiencia de veinticuatro años, tomando en cuenta las tendencias del estado del arte en la creación artística y su enseñanza, así como las áreas de oportunidad para impulsar el arte musical en México.
Las artes son una fortaleza en la Universidad Veracruzana, y las estrategias de desarrollo en la UV responden a la creciente tendencia de entender a las artes desde una perspectiva cognitiva, lo que ha permitido que algunos de los grupos artísticos profesionales de la UV colaboren con las salidas terminales de Composición y Teoría Musical, Dirección Coral y Dirección Orquestal. Estas se cuentan entre las más importantes disciplinas que sustentan la calidad de nuestros profesionales de la música y agrupaciones e instituciones musicales (coros, orquestas, escuelas, institutos, universidades, etc.), siendo indispensables para la vida cultural de México. Adicionalmente, estas disciplinas cumplen con un papel fundamental para llevar los beneficios de las artes a todo tipo de comunidades.
Los beneficios del programa de la Maestría en Música al entorno musical mexicano proyectados a corto, mediano y largo plazo han sido considerables y sumamente significativos. El enfoque cognitivo ha distinguido al programa de la Maestría en Música desde su inicio y le ha hecho merecedor de reconocimientos por parte de pares nacionales e internacionales. El nuevo programa 2024 emerge de la experiencia acumulada de veinticuatro años, así como de las interacciones con personalidades e instituciones de reconocimiento nacional e internacional, y busca mantener los logros como programa Consolidado y reconocido en el SNP de CONAHCyT.
Enfoque y competencias fundamentales
Las actuales tendencias educativas internacionales, fundamentadas por un marco de aportes científicos en el ámbito de la educación cognitiva, muestran lo indispensable de la creación artística especializada en la educación general de licenciatura y posgrado de cualquier disciplina. El nuevo plan 2024 del Doctorado en Música se apoya en los logros de veinticuatro años de la Maestría en Música, integrando estructuralmente la aplicación de conocimiento, el proceso de titulación y la práctica profesional. Desde marzo de 2000, la Maestría en Música de la Universidad Veracruzana se ha distinguido no sólo por ser el primer posgrado en música en México, sino también por innovar al iniciar la formación de maestros en música con un programa de enfoque cognitivo. Poco a poco, debido a las evidencias de investigaciones multidisciplinares (arte, psicología, neurociencias, etc.), las universidades de punta han transformado sus programas de música hacia este enfoque, y la transformación sigue creciendo exponencialmente. El enfoque cognitivo transforma la visión de las artes desde su percepción como algo subjetivo y volátil, hacia la comprensión de las artes como formas de conocimiento irremplazables e indispensables. El enfoque cognitivo en las artes ha dado fruto a un renacimiento de éstas en las universidades, como lo demuestran las diversas iniciativas de arte alrededor del mundo, no solo con la revitalización de sus programas de artes, sino por la integración de la creación artística para fortalecer a todas las disciplinas.
Las artes fomentan la creatividad. Las artes fomentan formas de pensar que complementan a las habilidades en otros campos y engrandecen las visiones del mundo de los estudiantes… Enfatizan la originalidad frente a problemas tenaces y sin resolución. Proveen las habilidades de improvisación (adaptación) necesarias para moverse desenvueltamente a través de un mundo rápidamente cambiante.
La Iniciativa de Artes de Stanford propone lo que ningún departamento o programa de estudios puede lograr por sí mismo: una cultura de creatividad e innovación a través de toda la Universidad. Alcanza todos los niveles de la vida universitaria: curricular, residencial y de investigación, poniendo a las Artes al centro de la educación en Stanford. Busca producir estudiantes que sean inventivos en sus vidas y críticos en su pensamiento: estudiantes con la visión para cambiar un mundo lleno de retos y sorpresas.
La Iniciativa de Artes en Stanford representa una destilación de todo lo que Stanford busca: no solo competencia, sino excelencia; no sólo maestría, sino visión; no sólo conocimiento, sino sabiduría. Las artes se tratan de visión, innovación y liderazgo.
Stanford “Arts Initiative” (documento de distribución interna), enero 2008; (Stanford University, 2008).
Para permitir que florezcan la innovación y la imaginación en nuestro campus, para educar y fortalecer las mentes a través de las disciplinas, para ayudar a dar forma al siglo XXI, Harvard debe integrar a las artes a la vida cognitiva de la universidad ya que, junto con las ciencias y humanidades, las artes (que son experimentadas y practicadas) son instrumentos irremplazables del conocimiento.
Reporte del “Harvard Task Force for the Arts”, diciembre de 2008; (Harvard University, 2008).
Mientras la mayoría de las universidades nacionales busca homogeneizar a las artes con el tipo de producción de las ciencias, las universidades de punta invierten fuertes cantidades en sus programas de iniciativas de artes, esto es, en la creación artística como razón de ser del arte en la universidad y en la vida cognitiva de profesores y estudiantes de todas las áreas. En el arte, crear una idea no es suficiente; es necesario el saber hacer. Esta es la razón por la que la presencia del arte en la sociedad se considera indispensable, pues el saber hacer implica poner en acción valores, inclinaciones y sensibilidades. Por ejemplo: la superación de un obstáculo puede tomar diez años en una investigación científica, pero saber bailar puede dar al científico la habilidad de acoplarse con desenvoltura al siguiente paso sin perder de vista el objetivo, pues el arte promueve la visión para resolver problemas desde otras perspectivas. Otra característica importante: en el arte no es suficiente que un producto cumpla con lo mínimo necesario para ser presentado o vendido. Si no es innovador, el arte no cumple con ser arte, y esta innovación implica que el arte siempre es nuevo. Aun cuando se interpreta una Sonata de Beethoven, las ideas deben ser presentadas con inventiva y con acciones concretas que se materializan en el momento de la interpretación. No es suficiente comprender cómo tocar a Beethoven, ni tener una idea innovadora sobre cómo interpretarlo; lo que cuenta como arte es poder presentarlo, comunicar y publicar esas ideas y compresiones en el escenario, y esto implica poner en acción y saber hacer.
La investigación artística siempre ha estado al centro del programa, poniendo como objetivo principal la creación de arte y entendiéndolo como una forma de conocimiento. En décadas recientes se ha enfatizado la creación colaborativa, tanto en la música de cámara y en las interacciones entre compositores e intérpretes, como en la colaboración de músicos de todas las áreas y especialidades en medios audiovisuales, como cortometrajes y documentales.
El nuevo Sistema de Creación Colaborativa (SCC), implementado por primera vez en los planes 2024 de la Maestría en Música y del Doctorado en Música, brinda una herramienta poderosa para organizar logísticamente las actividades artísticas y académicas, conectando personas, y vinculando la investigación y la docencia mediante Grupos de Interés y la realización de Proyectos, que se materializan en productos artísticos y académicos, publicados a través de Iniciativas, en los formatos pertinentes al dominio, como conciertos, partituras, grabaciones de audio, grabaciones audiovisuales, libros, ensayos, artículos y conferencias, entre otros.
[1] (Consejo Nacional para la Educación Superior & Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, 2023)