Universidad Veracruzana

Lengua Escrita y Matemática Básica

Línea de investigación



Eréndira: La función de apoyo técnico-pedagógico…

La función de apoyo técnico-pedagógico: su relación con la supervisión y la formación continua de Alberto Arnaut Salgado

Síntesis
El apoyo técnico pedagógico tiene una historia que se remonta a las primeras décadas de la creación del Sistema Educativo Nacional y que perdura hasta nuestros días. En este texto Arnaud nos relata la historia de cómo esta figura nace como un complemento a la administración administrativa, para encargarse de todo lo relacionado con los aspectos académico- pedagógicos y de actualización. No obstante, dados los conflictos que tuvieron lugar entre estas dos entidades reguladoras al interior del sistema educativo, la supervisión tomó el control de ambos aspectos y la figura del apoyo técnico pedagógico se fue desvaneciendo hasta su resurgimiento cuando nació el programa Educación para Todos (1979-1982). Durante estos años se conformaron mesas técnicas para responder a diferentes problemáticas educativas del país y se creó el INEA, la educación indígena, así como diferentes métodos de lecto-escritura, de matemáticas y de educación especial.

A partir de entonces, la función del ATP ha cobrado cada vez más importancia al interior de la secretaría de educación; sin embargo, nuevas problemáticas han cobrado fuerza alrededor de esta figura, relacionadas principalmente con la falta de una preparación especializada de los maestros para cumplir con esta función, así como con la ambigüedad de su estatus administrativo, puesto que no tienen un nombramiento y plaza específica que los designe. Por lo tanto, son muchos los retos que hay que afrontar de cara a la mejora de esta importante figura en la educación.

Comentario

Este texto es una buena reseña histórica alrededor de la función del apoyo técnico pedagógico en nuestro país, no obstante, no existe una postura determinante del autor sobre cómo resolver la problemática que plantea la existencia de esta figura. El ATP es un elemento clave en el tránsito hacia una mejora de la educación en el país, por lo tanto, sus funciones deberían estar mejor delimitadas y tener más peso al interior de las escuelas, en la búsqueda de mejores resultados en la educación. Resalto su estatus de elemento transitorio hacia la mejora de la calidad de la educación puesto que aunque en este momento sus aportaciones son fundamentales para lograr una optimización de la escuela mexicana, estos cambios deben ser permanentes y encaminar a las escuelas a ser cada vez más capaces y autónomas frente a la resolución de problemas de orden académico y pedagógico. Sólo entonces se podrá hablar de una efectividad en asesoría técnico-pedagógica.

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