Universidad Veracruzana

Lengua Escrita y Matemática Básica

Línea de investigación



Edgardo: La importancia del contexto en la alfabetización

Kalman, Judith (2000) La importancia del contexto en la alfabetización. Texto basado en la conferencia magistral presentada el 8 de septiembre 2000, en Morelia, Michoacán, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización

SINTESIS

La lectura y la escritura son actividades fundamentales en la comunicación. Forman parte de nuestra sociedad para múltiples propósitos; es decir, son contextualizadas de acuerdo con nuestras necesidades reales. Por tanto, para encontrar sentido a lo que leemos o escribimos requerimos estar en interacción con actividades contextualizadas.

La autora nos muestra la importancia del contexto en el uso de la lengua escrita con algunos ejemplos. A pesar de que existen aportaciones psicológicas acerca del aprendizaje del niño, éstas son orientadas en el diseño de actividades para lograr el dominio de habilidades o destrezas para la lecto-escritura. El foco de atención es el conocimiento gramatical formal, pero no la finalidad comunicativa. Con ello, se logra desfragmentar el lenguaje escrito y el sentido real para el niño en su vida. Mientras las actividades sean más alejados de la experiencia comunicativa del niño, más difícil les resultará aprender a leer y escribir.

La alfabetización, según Kalman, debe entenderse como algo mucho más que la simple iniciación a las letras. Debemos entenderla como la apropiación de prácticas comunicativas mediadas por la escritura. Implica necesariamente los usos de la lectura y la escritura en contextos específicos. En los años 80, habían dos nociones centrales que apoyan estas ideas: la lengua escrita ejerce influencia en la vida social, y la lengua escrita no es monolítica.

También, encontramos la noción de cultura escrita. De acuerdo con el texto, La cultura escrita significa tres procesos: la cultura de leer y escribir, la cultura que lee y escribe, y la cultura que se produce al leer y escribir. La cultura escrita depende del entorno en el cual se encuentre la persona, o el alumno. Cada uno se apropia de una cultura según el contexto escolar o social en que interactúe.

Finalmente, se muestran algunos desafíos con la alfabetización de adultos, pero se señala que la alfabetización  es un proceso que se lleva toda la vida. No tiene inicio ni fin.

COMENTARIO PERSONAL

La postura de Judith Kalman es buena porque toma en cuenta las aportaciones de la psicogénesis de la lengua escrita. Por tanto, la vinculación de las actividades con la vida real es fundamental en el niño. Si la lectura y la escritura se llevan a cabo como prácticas sin una finalidad clara, los alumnos no sabrán para qué leer o para qué escribir.

Estoy de acuerdo cuando menciona la importancia del contexto en la lengua escrita. No podemos aislar el lenguaje. Si hacemos esto, pareciera que estamos controlando el aprendizaje del niño. Además, cuando el niño hace algo con un propósito claro, podrá entender el sentido de leer y escribir.

En todo el artículo señala lo importante de proponer actividades de comunicación para los niños. Se trata de dejar la idea de las planas, la repetición de sílabas, la enseñanza de sílabas o de letras una a una, etc. No nos dice qué tan bueno o qué tan malo fue este tipo de actividades, sino lo fundamental de la contextualización de la lectura y la escritura en el aula y también, podría agregar, en la sociedad como medio de comunicación.

Al leer el texto, recordé el capítulo “El espacio de la lectura y la escritura en la educación preescolar” de Emilia Ferreiro en Alfabetización Teoría y práctica, en el cual se cuestiona si se debe enseñar a leer y a escribir a los niños en preescolar. Con esta interrogante, los docentes deciden sobre los niños. Si la respuesta es afirmativa, se le dan ejercicios de caligrafía al niño, se llena de material escrito, etc. Pero, si es negativa, se omite todo tipo de recursos escritos. Como si el inicio del aprendizaje en los niños estuviera bajo la orden del adulto.

De acuerdo con Jorge Vaca, Kalman se sitúa en un extremo para dar importancia al contexto y deja con poco valor al estudio estructural de la lengua. Esta idea es distinta a las prácticas llevadas a cabo durante mucho tiempo. Pero no necesitamos colocarlos en uno u otro extremo, sino mediar esta situación. Debemos considerar el contexto y lo estructural en el trabajo de la lengua escrita con los alumnos.

Finalmente, apoyo la idea de que la alfabetización es un proceso largo, que una vez iniciado no tiene fin. No podemos afirmar que el niño ha terminado de aprender en una fecha y hora determinada. Mientras el niño continúe en interacción con otras personas y con recursos escritos en su medio, el aprendizaje no tendrá fin.

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