Universidad Veracruzana

Lengua Escrita y Matemática Básica

Línea de investigación



Jorge: En torno al concepto de Interferencia

Domínguez, M. J. (2001) En torno al concepto de interferencia. Documento en línea
Texto sugerido por Eréndira

Síntesis

El artículo analiza de manera panorámica los diferentes sentidos y la diversidad de fenómenos que se refieren con este término: calco, préstamo, error y cambio lingüístico. El término se aplica en dos planos, el de la lengua (y sus influencias históricas o diacrónicas) y el del habla, individual en sujetos bilingües. Sería de nuestro particular interés sólo lo referente al segundo plano.

Se expone algunas definiciones de diferentes lingüistas. Desafortunadamente, la autora recurre a definiciones en catalán, italiano, inglés, francés y alemán sin que sean traducidas, por lo que su lectura intensiva es posible sólo para quien lea todas esas lenguas.

Hay interferencia cuando un sujeto bilingüe utiliza en la lengua objeto A un rasgo fonético, morfológico, léxico o sintáctico característico de la lengua B. (Dubois, p. 8). Según algunos autores, A y B pueden ser dos lenguas o una misma con registros diferentes. No se especifica lo que se entiende por “registro”, término polisémico.

Hay concepciones positivas o negativas sobre la interferencia, lo cual es un problema secundario, a mi parecer en este contexto, porque lo que se busca en la tesis es detectar específicamente en las actividades lingüísticas de los hablantes (lectores y escritores) la interferencia de ambas lenguas, identificando dificultades particulares al escribir y leer el español.

Sobre el concepto de “error” me parece que hay una confusión de planos: el error sería el indicador “de superficie” del fenómeno “profundo” de interferencia. Llama la atención la definición de la interferencia como aquellos errores que no son cometidos por monolingües, lo cual parece coincidir con la lógica del proyecto de Eréndira (y por eso tomará una muestra no bilingüe).

La idea de Fries expresada en la p. 16 del documento es destacable: comparar de manera detallada las lenguas implicadas y a partir de ahí prever las dificultades y diseñar herramientas específicas para la enseñanza.

Comentario personal

Todo el análisis se realiza sobre la relación entre lenguas orales, a la manera lingüística tradicional. No se considera la cuestión de las variantes escritas de las lenguas y las normas lingüísticas.

Sería importante superar la distinción competencia-desempeño (paralela a la de lengua/habla) y reflexionar sobre “niveles de competencia” diferentes en las lenguas implicadas así como las relaciones entre “diferentes registros” en una misma lengua (el registro oral y el registro escrito) y, más complejo aún, el cambio de lengua y de registro: L1 (oral y escrito) x L2 (oral y escrito). De ahí mi insistencia en considerar la idea de la teoría L‘ de Catach.

Es importante trabajar el concepto de “error” más como un elemento metodológico, un medio de acceso a la competencia, que como un fenómeno o hecho en sí que haya que explicar o evitar. De aquí surge una visión “negativa” de la interferencia. Una terminología más neutra es “desacierto”, aunque es una terminología viejita. Dolz opone “error” a “falta”. Al margen de la terminología adoptada, es importante distinguir la sistematicidad o recurrencia de los tipos de error, que nos remite a “niveles de competencia”, de la eventualidad de la presencia de un error y su coexistencia con realizaciones convencionales (correctas), que nos remitiría a “errores de desempeño”, esporádicos y no enraizados en reglas implícitas (correctas o incorrectas, implícitas o explícitas).

Dudas o críticas

La pobreza de la psicología subyacente al análisis es una limitación de este artículo. Se limita a citar al conductismo y la postura innatista de Chomsky, sin considerar más de medio siglo de investigaciones psicolingüísticas sobre la adquisición del lenguaje y seguramente mucha investigación específica sobre la adquisición simultánea de dos lenguas.

Todo el análisis se hace asumiendo una lengua materna claramente distinta de una lengua extranjera en proceso de adquisición después de la primera. Lo anterior no es claro en el caso de los estudiantes de Eréndira, así como tampoco los “niveles de competencia o dominio” en cada lengua y “registro” implicado.

La noción de “tarea” que la autora moviliza es demasiado general. Ojo.

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