Universidad Veracruzana

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Fundamento del programa

Justificación

Las encuestas recientes acerca de los comportamientos de lectura en México revelan una creciente indiferencia y alejamiento de la lectura y la escritura. En el Módulo sobre Lectura de la encuesta realizada en 2023 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se reporta una disminución de 12 puntos porcentuales en las prácticas de lectura respecto de los resultados encontrados en 2016. Más aún, en el 2023 se presenta la mayor disminución en dicho periodo de estudio. Otros trabajos, como los de la Prueba Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), de la Organización y Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), han dado a conocer en diversos momentos bajos índices en las competencias lectoras en alumnos de Educación Básica de nuestro país. Si bien estos estudios pueden ser cuestionables en cuanto a los parámetros empleados, dan pauta para detectar discrepancias entre lo deseable y lo observable.

La divulgación de las concepciones funcionalistas de la lectura y la escritura ha llevado a creer que sólo son útiles para aprender datos, para asimilar modos de ser, de pensar y de hacer cosas; que sus beneficios se miden en términos de éxito individual en el dominio de lo económico, de estatus social y/o de supremacía sobre otras personas. Para superar la indiferencia y promover el apego a la lectura y la escritura es necesario enfatizar y abrir posibilidades para que las personas experimentemos la lectura y la escritura como recursos transformadores ante realidades socioculturales diversas. Uno de los desafíos que pretende enfrentar este programa consiste en formar mediadoras y mediadores de lectura capaces de explorar y potenciar las dimensiones de imaginación, sensibilidad y afectividad para que las y los integrantes de la comunidad lectora reasuman su carácter de agentes de transformación de sí mismos y de sus entornos.

Este programa se dirige hacia las múltiples dimensiones socioculturales que intervienen al leer y al escribir. El reto consiste en hacer visibles los diálogos y los conflictos de voces y miradas entretejidas con los textos y persuadir acerca del enriquecimiento que aporta la lectura en común, el intercambio de opiniones y apreciaciones acerca de lo leído y/o lo escrito, así como de sus implicaciones para las comunidades lectoras.

El giro comunitario propuesto aporta una contribución significativa a la construcción de respuestas ante las situaciones conflictivas de índole sociocultural, nacionales y de la región latinoamericana, en la medida en que potencia la toma de conciencia, afina la sensibilización, refuerza la empatía y abre posibilidades de colaboración con las y los otros, las y los diferentes, las y los ninguneados, las y los expulsados, las y los vulnerados. Así como las concepciones de lectura y escritura hegemonizadas han sido mecanismos para justificar, fundamentar e implementar violencias, desigualdades, supremacías, prejuicios, odios, polarizaciones, entre otros problemas; en contraste, la consideración de las múltiples voces y miradas en los procesos de la lectura y la escritura en comunidad permiten establecer y consolidar los vínculos humanos. La posibilidad de revisar y criticar posicionamientos abre opciones de revitalizar la democracia, de desmontar los mitos de exclusión, de anular los intentos de manipulación mediatizada.

Una comunidad de lectura se define no solo a partir de la entrada a un espacio en el que se reúnen personas para leer, como tampoco por la frecuencia de las reuniones. La configuración de una comunidad de lectores requiere que sus miembros (mediadoras, mediadores, lectoras y lectores) intervengan en la construcción de atmósferas hospitalarias, empáticas, de escucha respetuosa de las diferencias; que ideen maneras para compartir el interés y el gusto por la palabra, oral, escrita, leída, conversada; que establezcan espacios, mecanismos y estrategias de intercomunicación; que se involucren en las reflexiones y en la configuración de propuestas para propiciar modos de convivencia sana, pacífica y fructífera en los entornos en los que se desenvuelven. Una comunidad de lectura abre posibilidades de sensibilización reflexiva frente a las vivencias de violencia, de marginación, de exclusión, de xenofobia, de racismo y desigualdad.

Privilegiar las posibilidades de exponer de manera amable puntos de vista y apreciaciones, de escuchar comprensivamente, permite apreciar las coincidencias y las discrepancias para dotar de sentido lo leído y lo vivido de manera colaborativa, para entretejer consensos y compromisos que vayan pautando los objetivos, intereses y propuestas de realización de acciones de la comunidad de lectores. Las prácticas de lectura en comunidad auspiciadas por la mediación hospitalaria abren nichos para que las personas entren en contacto consigo mismas y con otras, fortalecen actitudes y comportamientos ecuánimes, proactivos, entre las y los integrantes.

Las comunidades lectoras, principal propósito de las prácticas de mediación, forman espacios de sensibilización, están orientadas a promover diálogos que deriven en modos de convivencia democrática, colaborativa, empática; en dinámicas de vida enmarcadas en el pleno reconocimiento de la otredad, la diversidad y la interculturalidad.

Para poder realizar este trabajo profesional, las mediadoras y los mediadores de lectura deben contar con una formación compleja y vigorosa que les permita en el proceso vincular y desvincular lo subjetivo y lo intersubjetivo, lo sociocultural y lo comunitario, lo racional y lo emocional, lo simbólico y lo tangible, cosmovisiones hegemonizadas y concepciones alternas, actitudes mercantilizadas y actitudes humanistas, entre múltiples dimensiones más.

La formación de mediadoras y mediadores de lectura capaces de leer críticamente las actuales formas de vidas asimétricas y excluyentes, heredadas del despojo y del supremacismo, y de impulsar la invención de memorias y expectativas alternas a través de comunidades de lectura y escritura, pretende encauzar los anhelos de transformación compartidos en la dimensión geográfica, histórica y cultural de Latinoamérica. Dotar de bases para la génesis de formas de lectura emancipadoras implica cobrar conciencia de las condiciones históricas y geográficas que han dejado como consecuencia la fragmentación de las culturas de la región.

Para el imaginario de esta maestría resulta pertinente la dimensión latinoamericana en la reflexión sobre la mediación lectora. Pensar prácticas lectoras fructíferas que consideren lo particular sobre el trasfondo del continente geográfico, reconociendo el contexto histórico-cultural de la región y de cada comunidad lectora específica.

Orientación

La Maestría en Mediación Lectora de la Universidad Veracruzana está orientada a formar profesionales capaces de diagnosticar necesidades, diseñar, implementar y evaluar programas y prácticas de mediación lectora que promuevan la inclusión, la democratización y la transformación social, centrando la atención en la sistematización e investigación de estos procesos desde una mirada compleja que considere la diversidad de las y los lectores, de sus entornos socioculturales, así como de las formas de vida de las comunidades lectoras a través de la reflexión colaborativa y crítica.

Misión

Formar mediadoras y mediadores en prácticas lectoras desde un paradigma basado en procesos sistemáticos y sostenibles que permitan dotarlos de un enfoque integral, complejo, centrado en las personas y en su contexto sociocultural, con una mirada contemporánea y extendida de la lectura, para favorecer prácticas mediadas horizontales, hospitalarias, de acompañamiento, que den respuesta a las distintas necesidades de las comunidades lectoras con un sentido humanista, digno y responsable, además de desarrollar  una investigación situada,  basada en el análisis, reflexión, sistematización y profesionalización de las prácticas de mediación lectora en diálogo con las mismas comunidades.

 

Visión

La Maestría en Mediación Lectora al 2035 se visualiza como un programa académico con reconocimiento nacional e internacional, por la calidad en la formación de sus alumnas y alumnos, y por el prestigio de sus egresados ganado en el ejercicio de su profesión, y la atención que brindan para el fortalecimiento de la vida de las comunidades lectoras.

Objetivo del programa educativo

La Maestría en Mediación Lectora de la Universidad Veracruzana está orientada a formar profesionales capaces de diagnosticar necesidades, diseñar, implementar y evaluar programas y prácticas de mediación lectora que promuevan la inclusión, la democratización y la transformación social, centrando la atención en la sistematización e investigación de estos procesos desde una mirada compleja que considere la diversidad de las y los lectores, de sus entornos socioculturales, así como de las formas de vida de las comunidades lectoras a través de la reflexión colaborativa y crítica.

 

Metas del programa educativo

  • Entre las metas destacables se puede señalar las siguientes:
  • Brindar atención tutorial al 100% de los estudiantes.
  • Titular al menos a 70% de los(as) estudiantes en el tiempo programado de duración del posgrado (eficiencia terminal).
  • Promover la movilidad estudiantil y académica nacional e internacional, al menos en dos estudiantes por cada generación.
  • Promover las estancias académicas fuera de la UV para, al menos, el 10% de estudiantes y docentes.
  • Publicar artículos derivados de las tesis de egresados(as), en coautoría con sus directores(as) de tesis en un 25% de estudiantes de cada generación.
  • Realizar el seguimiento del 100% de los egresados

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Ubicación

Jesús Reyes Heroles S/N, Costa Verde, 94294 Veracruz, Ver.

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Última actualización

Fecha: 22 octubre, 2025 Responsable: Dra. Celia Hernández Palaceto Contacto: coordinacionmml@uv.mx