Año 8 • No. 314 • Junio 16 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Editorial

 General

 Entrevista

 Regiones

 Becas y  oportunidades

 Arte

 
Deportes

 
Contraportada

 


 Números  Anteriores


 Créditos

 

Alma Espinosa e Irma Villa
• Ante la crisis alimentaria, la FAO propone revisar el pago de deuda que deben hacer países de bajos ingresos

• Mientras no haya desabasto no tendremos incrementos potenciales en alimentos
Ante la escalada de precios de los alimentos, la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
organizó una cumbre en la que se acordó la exhortación a la comunidad internacional para que incremente la ayuda para los países en desarrollo y los que resienten las repercusiones más negativas del alza de los precios.

La ayuda debe darse para que estos países incentiven la inversión pública y privada e incrementen el apoyo a la agricultura, que se traduzca en mayor producción de alimentos. Se instó a los donantes e instituciones financieras internacionales a dar “apoyo a la balanza de pagos y/o al presupuesto de los países de bajos ingresos e importadores de alimentos”, además de mejorar la situación financiera de los países que lo requieren, lo cual incluye revisar el pago de la deuda según sea necesario.

Aunque en el papel se ha llegado a estos acuerdos, todavía no se percibe una solución real y a corto plazo a la crisis alimentaria que ya está afectando a personas que antes gozaban de una situación relativamente cómoda. Si nos apegamos a la diferenciación por clases, la clase media y media baja están resintiendo una disminución de su poder adquisitivo en materia de alimentos de por lo menos 35 por ciento. ¿Y qué decir del sector más pobre que consigue medio comer diariamente?, desafortunadamente éste es el más golpeado.
 

Veracruz, el salvavidas alimentario
A pesar de que el contexto es desalentador, Angélica Gutiérrez Bonilla, directora del Instituto de Investigaciones en Estudios Económicos y Superiores (IIESES) de la Universidad Veracruzana (UV), aseguró que ante la crisis de alimentos, México –y específicamente Veracruz– tiene la gran oportunidad de convertirse en productor de maíz, trigo y caña de azúcar, siempre y cuando siga las normas internacionales de calidad, se evite caer en el monocultivo, se instauren nuevas políticas y se propicie la inversión pública y privada.

La escasez de productos alimentarios “es una oportunidad para nosotros de convertirnos en productores de granos; empero, debe haber la voluntad política, el cambio cultural y la transformación en el modo de producción para convertir a Veracruz en un gran productor”, expresó la economista.

Destacó el inconveniente de mantener monocultivos y un claro ejemplo es el café, cuyo valor en el mercado se desplomó. Además, es necesario conjuntar esfuerzos de ejidatarios y pequeños productores para aumentar la productividad y hacer de Veracruz un gran productor de granos a nivel nacional.
Con antelación, México y Veracruz han mostrado que pueden cumplir con las normas de calidad, la muestra es que somos líderes en exportación de limón persa; esto se logró gracias a la transformación del modo de siembra, corte, uso de fertilizantes y empaque del producto.

A México no le ha pegado aún la crisis
Al cuestionarle a la académica sobre la situación real de nuestro país ante la escalada de precios, afirmó que sí se está resintiendo el incremento del precio en algunos productos. Por fortuna, dijo, no lo sufrimos en la proporción que ha aumentado en otros países; por ejemplo, en el plano mundial los aceites y los cereales se encarecieron 97 y 87 por ciento, respectivamente, lo cual no ha pasado en México.

Explicó que nuestros precios se han incrementado por el aumento a la gasolina y por pequeños desabastos provocados por fenómenos naturales como huracanes e inundaciones, basta recordar el huracán que azotó a Sinaloa, por el que se perdió la producción de jitomate y el precio se incrementó para luego disminuir.

Por lo anterior, afirmó, en México no hay un aumento acelerado en los precios de los alimentos. Pero, ¿se llegará este tipo de incremento? “Mientras no haya desabasto no vamos a tener esas proporciones de incrementos. Hemos aumentado el índice de precios en algunos productos hasta 30 por ciento, pero en la canasta al hacer el promedio de inflación estamos en un cuatro o seis por ciento de aumento.

Sugirió que en vez de visualizar la crisis alimentaria de forma alarmante, se debe analizar la oportunidad para Veracruz. Angélica Gutiérrez reiteró que “esta crisis puede reposicionar a nuestro país y a nuestro estado como un gran productor, en el mediano plazo, de granos, alimentos cárnicos y agrícolas. ¿Por qué? Porque tenemos todo. Tenemos una gran biodiversidad y por ende diferentes tipos de climas y suelos”.

A todas luces la iniciativa que propone la economista es optimista, pero ¿dónde dejar los intereses políticos que se anteponen a los de la ciudadanía? Bonilla Gutiérrez aseguró que los discursos del Presidente de la República y del Gobernador de nuestro estado han coincidido en apoyar al campo. Aunado a ello, se debe apoyar el subsidio a pequeños y medianos productores para que eleven su producción y posicionen sus productos en el mercado nacional e internacional.

Agregó que afortunadamente México no está en situaciones críticas como países de África o en el caso de América, Haití, que son dependientes de la importación de petróleo y cereales hasta en 100 por ciento y cuyos niveles de desnutrición alcanzan la mitad de su población.

Estos países tienen problemas muy fuertes, no sólo por desabasto de productos sino que están ante el problema de la crisis social. Haití ya ha tenido revueltas sociales porque el ingreso de la gente no alcanza ni siquiera para la canasta básica; el aumento de los precios y el hambre los lleva a manifestarse. Precisamente por esta razón es necesario tomar medidas urgentes para evitar que la crisis alimentaria lleve a crisis sociales en el mundo.

México no vive una situación similar a pesar de que ha habido una escalada de precios todavía controlable. Se considera que sólo se presentará en países con niveles altos de subdesarrollo y marginación, y con un bajo desarrollo humano, como países del Caribe y África.

Bioenergéticos y demandas exponenciales
Dos académicos y economistas coinciden en señalar la falta de previsión ante la evidente escalada de precios en alimentos. Daniel Romero Castillo, ex director de la Facultad de Economía de la UV, explicó que los altos precios en alimentos se deben a la falta de planeación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) federal y de Veracruz, pues si bien no podían prever el cambio climático, sí fue evidente el crecimiento de la demanda de alimentos de China y la India.

El egresado de la Maestría en Desarrollo Regional por el IIESES, agregó que dichas dependencias debieron tomar medidas precautorias porque China se incorporó activamente desde hace mucho tiempo, lo que produjo un incremento en el consumo de materias primas y agrícolas; la misma situación sucedió con la India.

Francisco Montfort Guillén, del IIESES, explicó que México no tiene un programa de seguridad alimentaria, mucho menos una política agrícola efectiva. Consideró que ha persistido la irresponsabilidad desde que se firmó del Tratado de Libre Comercio, pues los gobiernos federal y estatales no diseñaron una política específica de desarrollo agropecuario; en cambio, se ha seguido dependiendo de que la lluvia permita un mayor rendimiento en la producción de alimentos.

El investigador aseguró que nuestro país no cuenta con una reserva de alimentos, lo que representa un problema serio –que supera a la soberanía y el petróleo–. Es la carencia de granos y la falta de productividad en el campo mexicano lo que se debería promover desde la presidencia del país.
Aun cuando se cuente con recursos económicos provenientes del petróleo, consideró el académico, si no hay alimentos y si no se producen de acuerdo con las necesidades de la población, se enfrentarán problemas similares a los de países de este continente, como Argentina.

A lo anterior, dijo, debe considerarse la incorporación de cientos de millones de personas a la clase media que están exigiendo mejores niveles y diversificación de su dieta alimenticia. Esto golpea porque mientras exista esta demanda habrá problemas de índole social y económico, aseguró.

En tanto, Angélica Gutiérrez también responsabilizó al consumo de granos para producción de bioenergéticos y el incremento de la demanda de alimentos de China e India, la cual no habla de un aumento en la población, sino que la gente está saliendo de su nivel de subsistencia para incorporarse al mercado capitalista, detalló.

Respecto de los bioenergéticos, explicó que debido a la búsqueda de nuevas formas de producción de energía se ha descubierto y utilizado el etanol, producido por países como Estados Unidos con base en maíz y en Brasil con base en caña de azúcar. En el caso del maíz, dijo, no es el más rentable por las grandes cantidades de materia prima que se necesita, a diferencia de la caña de azúcar.

Muchos países agrupados en la FAO coinciden en culpar la utilización excesiva del maíz amarillo para producción de etanol, pero ha habido posiciones encontradas que afirman que sólo se usa el maíz transgénico para tal fin; no obstante, comentó la académica, todavía no se puede comparar la cantidad que se utiliza para el combustible y para la alimentación.

Aunado a lo anterior, dijo, existen más cuestionamientos atrás de la producción de etanol con el grano y que todavía desconocemos. Lo que se puede saber es que se utiliza el grano amarillo porque es más dulce, lo cual posibilita una mayor producción; tal es la razón por la que se utiliza caña de azúcar.

Ante tal situación, los tres economistas coincidieron en que se espera que la escalada de precios mundial permanezca por varios años, Daniel Romero habló de cinco años más para vivir o mejor dicho sufrir la escalada de precios.

Angélica Bonilla hizo referencia a un dato de la FAO que prevé la crisis hasta el 2017. No hay una fecha segura porque se debe sembrar el campo y la cosecha no vendrá inmediatamente, es cuestión de meses y años para que los alimentos crezcan y se distribuyan.