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Su
diversidad fortalece,
no debilita al catolicismo
Juan
Carlos Plata |
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hay un catolicismo homogéneo: en América Latina tiene
varias características únicas; los europeos lo ejercen
de una manera diferente: Manuel Uribe |

Los movimientos
religiosos de la actualidad hacen más énfasis en
cuestiones culturales y sostienen posturas que tienen que ver
más con preocupaciones inmediatas, dijo Manuel Uribe
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La
diversidad de formas de ejercer la religión católica
en todo el mundo, e incluso el que sus feligreses la combinen con
nuevas formas de espiritualidades, es una fortaleza y no una debilidad
del catolicismo, ya que forma parte de la dinámica de la religión
desde sus inicios, aseguró el investigador Manuel Uribe.
Durante su participación en el seminario Mercado, religión
y consumo: una mirada crítica desde la Antropología,
organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales
(IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), Uribe explicó que
“la fortaleza del catolicismo radica en su diversidad, es parte
de su dinámica, no hay un catolicismo homogéneo: en
América Latina tiene varias características únicas;
los europeos lo ejercen de una manera diferente”.
El investigador afirmó que en la actualidad el tema es recurrente
porque apenas hasta ahora la antropología y la sociología
lo están retomando, ya que por muchos años las ciencias
sociales lo ignoraron por completo. |
“Es
una dinámica propia del catolicismo, y se puede ver desde sus
inicios, el surgimiento de heterodoxias, lo que le da muchas variedades
de catolicismo. Lo que se ha denominado religiosidad popular tiene
que ver con las múltiples manifestaciones de catolicismo, que
en el caso de América Latina son muy amplias”, sostuvo.
Uribe explicó que el panorama en el que hoy está inmersa
la religión católica es mucho más compleja que
antes pues ha perdido presencia, los grupos sociales buscan alternativas
más allá de las instituciones religiosas, lo cual no
quiere decir que rompan totalmente con el catolicismo, ya que pueden
ser partícipes de algún movimiento, como el new age,
el i ching, o el feng shui, y mantener contacto con la Iglesia católica.
“Los feligreses tiene otras opciones, es cierto que la Iglesia
está tratando de recuperar terreno (la gran atención
que Juan Pablo Segundo tuvo hacia América Latina fue justamente
para eso), y por otro lado, la Iglesia tiene una doble paradoja: sigue
teniendo posiciones muy conservadoras y se está abriendo a
nuevos movimientos o nuevas formas de expresión del catolicismo”,
aseguró.
Manuel Uribe aseguró que es una realidad que la Iglesia católica
tiene que renovarse, y la forma de hacerlo es recurriendo a las nuevas
expresiones de sus feligreses; por ejemplo, en Bolivia el catolicismo
está tomando mucha fuerza en la forma de una religión
incluyente e indígena que el presidente Evo Morales está
impulsando.
“En las décadas de los 70 y 80, la teología de
la liberación tuvo un impacto relevante en varias partes del
mundo, con su énfasis en cuestiones políticas, ahora
estos movimientos religiosos hacen más énfasis en cuestiones
culturales, en cuestiones que tienen que ver más con preocupaciones
inmediatas. Esto debido, por un lado, al fin de las grandes ideologías
y, por otro, a los nuevos movimientos religiosos y espirituales como
el new age, que tratan de dar una respuesta en el aquí y ahora
a las angustias del individuo ante esta realidad social de procesos
modernizadores en los cuales los grupos sociales se ven enfrentados
y que no tienen respuestas inmediatas”, aseguró. |
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