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En
México pesó más el petróleo
que la energía atómica
Gina Sotelo |
Mientras
la prensa internacional debatía el asunto de la energía
atómica en las décadas del 50 al 70, en México
la información en medios abundaba sobre la riqueza petrolera
de México y el florecimiento de esta industria petrolera, aseguró
Martha Ortega Soto en el marco del IV Coloquio “La prensa como
fuente para el análisis en las ciencias sociales” celebrado
en la Universidad Veracruzana (UV).
La especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)
que también se registraron pugnas entre los especialistas en
el campo de la energía atómica, lo que derivó
en que los periódicos hicieran a un lado el tema: “El
gobierno además no dejaba de expresar su vocación pacífica
y los científicos se mantuvieron al margen de la política”,
añadió.
También dijo que los artículos publicados a partir de
esta década reflejan cómo veía la prensa el desarrollo
en este campo, partiendo de que en 1945, tras las explosiones en Hiroshima
y Nagasaki y la rendición de Japón en la Segunda Guerra
Mundial, el descubrimiento –y fatal uso– de esta fuente
de energía era un tema de gran interés.
Las noticias trataban entonces de resumir cuatro décadas de
investigación sobre cómo podía manejarse y liberarse
esta energía. Las consecuencias de las radiaciones a nadie
le quedaban del todo claras; no se sabía cómo se producían
reacciones en cadena o el volumen de energía que se podía
obtener.
Había en el ambiente un sin número de preguntas por
contestar. La información sobre la energía atómica
era propiedad de investigadores, cual información estratégica
que resguardaba la seguridad nacional. La prensa mundial hablaba de
algunas aplicaciones cuya consecuencia era imposible de ocultar.
Las publicaciones científicas fueron censuradas tras la Segunda
Guerra Mundial. En México nuevas agencias internacionales trabajaban
a favor del estudio de este campo; el gobierno mexicano de 1952, teniendo
al frente a Miguel Alemán Valdés, decidió sumarse
al progreso y adquirir un Acelerador de Partículas Van der
Graaf donado a la UNAM.
Tras esta costosa adquisición había que explicarle a
la sociedad qué era este aparato y para qué servía.
Además de cómo se podía emplear la energía
en nuestro país: “Fue el periódico El Universal
el que empezó a hacer entrevistas a científicos que
explicaban qué era la energía atómica y cuáles
eran los beneficios de esta inversión”.
Los artículos eran en su mayoría sobre temas de difusión
científica que resaltaban las aplicaciones no bélicas
sobre las ventajas del uso de la energía nuclear y cómo
ésta podía transformarse en eléctrica; sin embargo,
estas noticias no fueron tantas pues por aquella época se desvió
la atención a otra soberana fuente de energía: el petróleo.
Concluye Ortega Soto que los artículos prepararon el terreno
para tener una Comisión de Energía Nuclear. Dice que
en el país no se abarató la energía que se centró
en el petróleo, pero con esta comisión se dio sustento
a la política exterior:
“Y aparecía México como una región sin
armas nucleares enarbolando el discurso del pacifismo. La prensa jugaba
un papel muy importante en el éxito del juego político”.
El evento se llevó a cabo del 24 al 26 de mayo y tuvo como
sede el Auditorio Gonzalo Aguirre Beltrán del Instituto de
Investigaciones Histórico Sociales (IIH-S) de la Universidad
Veracruzana (UV). |
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