Año 7 • No. 270 • junio 11 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Alma Espinosa
Por séptimo año consecutivo, la Universidad Veracruzana (UV) ganó el Reconocimiento Nacional que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) otorga por labores de vinculación con comunidades marginadas. En esta ocasión se otorgó al proyecto Casa de la Universidad de Tlapala, municipio de Totutla.

Alejandro Contreras Cerdán, director de Vinculación, comentó que el séptimo premio es un reconocimiento directo a los actores fundamentales de la Universidad: los estudiantes; también significa un reconocimiento a los académicos que contribuyen en su formación, y a la institución en conjunto. “Es significativo que la UV haya mantenido una estrategia de articulación con las clases más marginadas y que de esa relación Sedesol la identifique como una muy buena práctica”, expresó.

La marginación en el estado ha obligado a que la UV vuelque su atención hacia los espacios más desfavorecidos, por lo que también propone otros proyectos, como es el caso de los planes de ordenamiento, que en la convocatoria lanzada por la Sedesol también resultaron ganadores.

En la modalidad de Servicio Social Comunitario 2007, el reconocimiento fue para los estudiantes Miguel Ángel Acosta Olivares, de la Facultad de Odontología-Poza Rica, por su participación en la detección de problemas de salud bucal y caries a preescolares del municipio de Zozocolco, y Ana Laura Mújica Mexicano, por colaborar en el programa Salud Bucal, en el municipio de Totutla.

Alicia Ceja Rivas

Antonio Romero

Erick Herrera López

José Clemente Vázquez

Valentín Ceba Ambros

Ana María Moreno
Próximamente la Casa número siete José Luis Pérez Chacón, jefe del proyecto Casas de la Universidad rurales de la Dirección de Vinculación, explicó que las Casas son escenarios de vinculación de la UV con el entorno social, específicamente con comunidades pobres, marginadas.

Informó que hasta el momento se han construido seis Casas de la UV: Coyopolan, El Manglar, Molino de San Roque, El Conejo, La Chinantla en el valle de Uxpanapa –en colaboración con el DIF– y está por concluirse la Casa de Atlahuilco, en la sierra de Zongolica. La séptima será la de Tlapala, en el municipio de Totutla.

Alicia Ceja Rivas, coordinadora del proyecto de la casa de Tlapala, detalló que en esta comunidad son escasos los servicios de salud, por lo que se consideró desarrollar un proyecto que involucra la prestación de servicios de médico, nutriólogo, enfermera, laboratorista, psicólogo, pedagogo, sociólogo y antropólogo.

La población a la que está dirigido el proyecto es infantil y juvenil, debido a que el fenómeno de la migración está presente en la comunidad. Por ello, dijo, la Casa también ofrecerá talleres para capacitarlos en distintas actividades, con la ayuda de estudiantes de Arquitectura y del Área de Humanidades.

La comunidad, dijo, dio su visto bueno al proyecto y participará en la construcción de la Casa, que estará ubicada en un complejo en el que se encuentran escuelas y un salón social; además, añadió, también tendrá al lado un vivero con recursos del Instituto Veracruzano para el Desarrollo Rural.

La cuestión forestal fue un punto importante a considerar en el proyecto pues la región presenta altos índices de deforestación y, como consecuencia, se están perdiendo especies nativas y se carece del recurso líquido, por lo que se pretende con el vivero realizar acciones de rescate y reforestación.

Aunque no se tiene fecha precisa para que esté lista la primera de tres etapas, Alicia Ceja comentó que el presupuesto para la construcción será proporcionado inicialmente por el municipio de Totutla, pero seguirán trabajando en el proyecto para conseguir más dinero, ya que lo asignado por la Sedesol sólo cubre becas para prestadores de servicio social –que serán alrededor de 15– y operación del programa.

Más que un servicio social
Antonio Romero Cárcamo, director de la Facultad de Arquitectura, comentó que es muy gratificante recibir invitaciones para participar en este tipo de proyectos de gran impacto social y que además se hayan obtenido grandes reconocimientos por el gobierno federal.

Aseguró que los premios hasta ahora obtenidos son un gran aliciente para los estudiantes y contribuyen a que la facultad continúe ocupando un lugar destacado entre las instituciones de su tipo. Esto se refleja en las reuniones nacionales donde los proyectos y el programa de servicio social de la facultad son tomados como ejemplo.

Para destacar los beneficios del programa de servicio social, quién mejor que los propios estudiantes: Erick Herrera López, José Clemente Vázquez y Valentín Ceba Ambros, del taller de Diseño arquitectónico de octavo semestre, también fueron acreedores al reconocimiento de la Sedesol por su participación en la elaboración del proyecto arquitectónico.

Valentín Ceba comentó que, más allá del premio, fue significativa la experiencia obtenida durante su servicio social, pues además de poner en práctica sus conocimientos de arquitectura, hicieron una gran aportación a la sociedad, que es finalmente la que sostiene a la UV.

El estudiante Erick Herrera destacó que antes de crear el proyecto fue necesario tomar en cuenta a la comunidad e integrarla. José Clemente explicó que también se consideraron los materiales abundantes en la región y la arquitectura.

Retorno a la arquitectura autóctona
La Casa de la Universidad de Tlapala tendrá tres secciones. La primera y la más accesible será la de talleres; la segunda estará en la parte media y se darán servicios de salud; la última será el albergue para los jóvenes de las Brigadas Universitarias de Servicio Social.

Se calcula que la Casa de la Universidad de Tlapala atienda a una población cercana a las cinco mil personas, que residen en los municipios aledaños a Totutla, como Progreso y Calcahualco.

Para abundar en los detalles técnicos de la Casa, Luis Montiel Ortiz, coordinador del sistema constructivo a base de bambú y académico de la Facultad de Arquitectura, detalló que se rescataron tecnologías ancestrales para su construcción. Aseguró que con el tiempo se ha perdido la habilidad para trabajar con materiales como el bambú. “La humanidad tiene ocho mil años como constructora y hay pocas cosas que se pueden innovar si no es atrayéndolas a la actualidad”, expresó.

Destacó que en los municipios de Totutla y Tlaltetela se está perdiendo la costumbre de utilizar bambú para la construcción, por lo que es necesario rescatarla. Esto como un paliativo para finiquitar la idea errónea que existe en México de considerar que la modernidad está presente en las cosas que no son inherentes a nosotros.

Ana María Moreno, una de las coordinadoras del proyecto arquitectónico en el taller de Diseño, consideró un acierto el material que se empleará para la construcción, que medirá 600 metros cuadrados de los mil 500 donados por el municipio.

Dijo que con la participación de estudiantes y académicos se evidencia la necesidad de que la arquitectura sea parte de un sistema o proyecto integral porque no se puede aislar de las demás variables como la ambiental, social o económica.
“No podemos hacer un proyecto desde nuestro restirador. Tenemos que salir, vivir el contexto, asimilar lo que la gente de la comunidad, coordinadores y autoridades nos pueden aportar para que el proyecto tenga mayor relevancia”, comentó.

María del Consuelo Gamboa León, también coordinadora del proyecto arquitectónico, resaltó la importancia de vincular al alumno con las experiencias reales, lo cual genera mayor conocimiento por la convivencia con la comunidad y refuerza su formación académica.

Premio a planes de desarrollo
Enrique Jiménez Oliva es el coordinador del programa de seguimiento de planes de ordenamiento urbano local de la zona norte del estado; también recibió un reconocimiento de la Sedesol. En entrevista comentó que la comunidad de las facultades de Arquitectura de todas las zonas de la UV participaron en la elaboración de 15 planes de desarrollo –de los que 13 fueron aceptados– con la estrategia de Sedesol denominada 100 por 100, que consiste en trabajar con el 100 por ciento de las localidades que integran los municipios.

Detalló que los planes son para los municipios Tehuipango, Mixtla de Altamirano, Astacinga, Textcatepec, Atlahuilco, Ilamatlán, Soledad Atzompa, Mecatlán, Zontecomatlán de López y Fuentes, Tlaquilpa, Xoxocotla, Soteapan y Tequila. Precisó que en meses pasados también realizaron 13 planes de ordenamiento en distintas regiones del estado, los cuales también serán sujetos a un escrupuloso seguimiento.