Año 7 • No. 270 • junio 11 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 General


 Reportaje

 Regiones

 Becas y  oportunidades

 
Arte

 Deportes


 Contraportada


 Números  Anteriores


 Créditos

 

El modelo historiográfico actual, obsoleto, dice investigador del INAH
Debe reescribirse la historia de México

David Sandoval

Existen dos grandes ausencias en el discurso oficial: la figura identitaria del indio y las condiciones de vida de los mexicanos: Guy Rozat Dupeyron

La historia de México debe retomar el referente del indio, ausente desde la época de la conquista, afirmó Guy Rozat
Guy Rozat Dupeyron, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), exhortó a los universitarios a reescribir la historia ya que no existe una historia de los mexicanos, de sus condiciones de vida, de sus costumbres, de sus tradiciones, pues considera que el modelo historiográfico global disponible en la actualidad es obsoleto, es algo que se gestó como referente identitario de una sociedad que ya no existe.

El investigador ofreció la conferencia titulada “Cincuenta años de historiografía en México y Veracruz”, como parte de la celebración del cincuentenario de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana (UV).

“Se debe convencer a la gente de que la historia importa; la sociedad tiene una demanda de historia pero también tiene la posibilidad de repensar la historia de México”; esto impulsaría, manifestó Guy Rozat, para establecer el papel de la historia en el desarrollo de la nación.

Resaltó que la historia poseerá siempre un sentido político, dependiendo de quien la escriba y hacia quienes esté dirigida, “no somos capaces de construir un proyecto político ya que no se tiene una idea de la dinámica histórica que ha tenido México”.

Una nueva historia de México no puede dejar fuera las luchas indígenas, que posteriormente se convirtieron en luchas campesinas, después en luchas agrarias a finales del siglo pasado y posteriormente buscaban la reivindicación de la identidad indígena con el movimiento zapatista, recalcó el investigador.

Debe replantearse el papel de las fuentes históricas de los siglos XVI y XVII debido a que la figura historiográfica del indio está ausente, considerando la violencia simbólica de esta ausencia, producto de la labor de evangelización.

México tendrá que considerar cómo elaborar su propia historia sin tomar en cuenta esta partición profunda que se establece en Europa durante el siglo XIX entre lo civilizado y lo salvaje, como parte de una estrategia política que aplicará esta historia “erudita”, subrayó Rozat Dupeyron.

Señaló que las tesis de la historia de México, elaboradas por el equipo coordinado por Luis Villoro en el Colegio de México, no han cambiado desde su creación en los años cincuenta cuando se elaboró la obra Historia General de México.

Un rasgo sintomático en la edición del año 2000 de esta obra es la escasa información sobre la conquista de Tenochtitlán, donde el referente identitario indio se borra en el relato, en cinco páginas se condensa desde la llegada de Hernán Cortés hasta la conquista de la capital azteca, comentó el académico.

Los universitarios en la actualidad no están comprometidos con alguna tendencia histórica como ocurrió antes con el nacionalismo, impulsado por el Estado, ni tampoco tienen el discurso marxista que prevaleció en Latinoamérica desde los años setenta del siglo XX; en este punto radica la importancia de hacer un nuevo planteamiento de la historia nacional.