Aunque
la Universidad Veracruzana está conformada por estudiantes,
académicos, funcionarios y trabajadores manuales y administrativos,
desde el punto de vista del director de la Facultad de Sociología,
Luis Magaña Cuéllar, ni los agremiados ni los dirigentes
del SETSUV se sienten universitarios.
“Si observamos las declaraciones de los dirigentes sindicales,
cada vez que hay una negociación o revisión de contrato,
lamentablemente no se sienten universitarios y de hecho la Universidad
la formamos todos. Es lamentable, porque ellos siempre separan a la
Universidad de ellos: ‘estamos negociando con la Universidad’,
‘la UV no nos quiere, no cumple lo pactado’, entonces
son ‘los otros’ contra ‘nosotros’, y me parece
que no es benéfico para una universidad”, dijo.
Magaña Cuéllar expresó que esto tiene repercusiones
como incumplimiento de obligaciones de los trabajadores. “Las
quejas de los alumnos tienen que ver con paros o días de asueto,
que cierran las bibliotecas y los muchachos se ven afectados académicamente
y se cierra porque está en manos del personal del setsuv y
eso es un problema serio”.
Para revertir esta situación, dijo, la solución sería
un cambio de mentalidad, “es un proceso largo, estamos hablando
de cultura, debe empezar desde los dirigentes mismos, porque es algo
creado, quizá no es así al principio, pero con los años
se ha creado una cultura de ‘nosotros contra la UV’”
Consideró que las exigencias de mejoras salariales, que son
legítimas, no deben rebasar la situación real de la
universidad y del país. El
sindicato, una traba para la UV
El director del Sistema de Educación Abierta (SEA), Daniel
Gómez Fuentes, dijo que el SETSUV“es una traba para
la Universidad Veracruzana porque representa un sindicalismo atrasado
con respecto al desarrollo universitario; la forma de actuar y de
pensar es anterior al actual estado de la institución, necesitamos
una universidad dinámica, lista para los cambios permanentes”.
Según el académico, hay toda una cultura de no hacer
bien las cosas propiciada por el sindicato: “Ellos no se sienten
parte de la Universidad y esa forma de pensar de la dirigencia afecta
a los trabajadores, porque ellos obedecen al sindicato, no a los
directores de las entidades universitarias”.
Añadió que el sindicato decide quién entra
a trabajar y quién deja de hacerlo en las dependencias “y
no se nos toma en cuenta a los directores, por tanto llega un empleado
y no sabemos porqué razón llegó, simplemente
el otro desapareció, y los asuntos que estaban siendo trabajados
por el otro empleado quedaron pendientes y no nos vamos a dar cuenta
hasta que haya un problema”.
La consecuencia inmediata de esta forma de trabajo se refleja en
el atraso de los trámites administrativos de la dependencia
porque al enviar personal que no está capacitado simplemente
las tareas no se hacen: “Nos envían personal que tiene
derechos sindicales pero no está capacitado. A personal de
limpieza lo suben a mecanógrafo o a otro puesto, eso nos
pone a nosotros en un problema. Y eso no es culpa del trabajador,
ellos vienen con el interés de trabajar, pero no tienen las
habilidades”.
Gómez Fuentes dijo que “cuando un empleado tiene mal
desempeño y nosotros levantamos las actas correspondientes
y hacemos todos los procedimientos legales para solicitar su cambio,
éste no se da porque el sindicato tiene sus mecanismos de
defensa, de tal forma que nosotros no podemos hacer nada. Si un
empleado no cumple con sus funciones, nos tardamos más en
realizar todo el proceso que en la resolución del caso y
al final el empleado es reinstalado”.
Para el directivo universitario, “tenemos que compartir la
visión de la universidad, para que los problemas los enfrentemos
entre todos, desde el director hasta el empleado. Tenemos que sentirnos
todos parte de la misma institución, eso es fundamental,
ellos no son aparte, somos todos, en conjunto”.
Dirigencia
centralizada
Por su parte, el director de la Facultad de Antropología,
Francisco Javier Kuri Camacho, dijo que el problema con el SETSUV
es su estructura sindical, centralizada en una o dos personas que
están decidiendo el destino de los trabajadores, quienes
incluso se han quejado por irregularidades que se cometen en el
interior de su propia agrupación sindical.
El directivo académico aseguró que las modificaciones
al contrato colectivo de trabajo se deben plantear de acuerdo a
las necesidades de los académicos y del personal administrativo,
de otra manera, sólo se considera lo que los trabajadores
creen una violación a los acuerdos.
“Aquí nosotros tuvimos un cambio de tres secretarias
del SETSUV y nos mandaban a personal sin perfil, no capacitado para
nuestras actividades académicas y además hicieron
el cambio cuatro veces; además, no las reemplazaban de inmediato,
con lo que nos estaban paralizando todo el trabajo. Los directores
tuvimos que hacer un escrito para que se solucionara ese problema,
necesitábamos gente capacitada y además que fuera
permanente, ese tipo de cosas constituyen también una violación
al contrato colectivo por parte de ellos”, expresó
Kuri Camacho.
Aseguró que si la universidad no cede a peticiones que están
fuera de la realidad, se podría llegar a otro tipo de acuerdos
con los propios trabajadores, para mejorar la vida académica
de las facultades.
Condiciones
anacrónicas
Rocío González Guerrero, directora de la Facultad
de Pedagogía, señaló que sería muy benéfico
que se modificaran los perfiles de contratación, para adecuarlos
a la realidad que vive ahora la Universidad.
“Sabemos que en los últimos años ya todo está
sistematizado, que ya estamos trabajando con el Modelo Educativo
Integral y Flexible que exige que el personal, por lo menos el secretarial,
debe estar capacitado, debe recibir información y estar abierto
a esas condiciones de cambio, porque si se limitan a los lineamientos
que son anacrónicos, entonces ahí hay un choque que
no deja avanzar”, aseguró.
Al referirse a las exigencias de los dirigentes de aumento salarial,
la directiva académica dijo que como incentivo sería
conveniente, sin embargo, “creo que en una negociación
debe de haber disposición y flexibilidad de ambas partes,
para que los dos actores sientan que han ganado. Si la cuestión
económica favoreciera la aceptación de estas nuevas
funciones, de unos nuevos lineamientos y, ante todo, de un trabajo
de calidad, podría ser una buena estrategia de cambio, pero
si existen aumentos y no hay un compromiso de trabajo de calidad,
no va a pasar nada”.
Universidad
Veracruzana y sindicato, rumbos diferentes
Por su parte, el director de la Facultad de Economía, Rey
Acosta Barradas, comentó que no se puede condenar a la institución
a que se muera en la mediocridad y la inoperancia, y añadió
que los dirigentes sindicales parecen no tener claro que “ellos
están subidos en el mismo barco que nosotros y parece ser
que ellos quieren llevar el barco a otro puerto y eso es lamentable”.
Los trabajadores sindicalizados realizan una labor fundamental en
el desarrollo de la universidad: “Ellos tienen a su cargo
la parte más sensible e importante del quehacer administrativo
y se convierten en trabajadores estratégicos en el desarrollo
de la Universidad”, por ello su desempeño reviste vital
importancia para la institución.
Según él, el problema fundamental en la relación
sindicato-UV es la falta de compromiso y de identidad: “Parece
que el sindicato se mueve en un rumbo diferente; tan es así
que los trabajadores obedecen a sus dirigentes sindicales y no a
las autoridades universitarias, eso hace que no nos encontremos
en el camino. Cuando en una comunidad universitaria unos jalan para
un lado y otros para otro, se generan divergencias en el quehacer
académico. Y en todo este proceso los más afectados
son los estudiantes, porque se cierran las bibliotecas y se paralizan
las actividades”.
Acosta Barradas dijo que para poder avanzar tanto universidad como
sindicato, es necesario que los trabajadores “entiendan los
objetivos fundamentales de nuestra institución, que se unan
a ella. En la mediada que ellos sean nuestros aliados, las cosas
van a ser mejores. Es obvio que hay problemas financieros, es obvio
que no se pueden lograr los aumentos salariales que se quieren,
todos quisiéramos ganar más pero a veces no se puede,
no porque el rector no quiera, sino porque no hay recursos”.
Que
cumplan, nada más
Andrés López Velásquez, académico de
Ingeniería Mecánica Eléctrica, dijo que si
“todo el personal, sin excepción, cumpliera con sus
funciones que están establecidas en su contrato, con eso
sería suficiente para poder llevar a cabo un trabajo excelente
en sus funciones y no habría ninguna queja”.
Víctor Muñoz, director de la Facultad de Contabilidad
de Nogales, dijo que “las disposiciones laborales, lo que
ellos tienen que hacer, ahí están, todos las conocemos,
solamente es cosa de que se cumplan, que haya eficiencia, que no
haya pretextos, porque cualquier cosa que digan cuando, por ejemplo,
hay cambios de personal y no se hacen los relevos de manera inmediata,
no sirve de nada, las operaciones en las facultades se dificultan”.
Teresita de Jesús May Mora, profesora de la Facultad de Biología,
dijo que “así como se capacita a los académicos,
a ese personal también podría dársele la oportunidad
de capacitarse, a lo mejor existen esas capacitaciones y no hacen
uso de ellas, yo creo que eso mejoraría muchísimo
sus funciones”.
José Luis Pérez Miranda, maestro de Ingeniería
Ambiental, dijo que sería muy bueno que los trabajadores
del SETSUV“estuvieran más concientes de la labor de
los profesores, que supieran que sin la ayuda de ellos se dificulta
y se pierde un poco ese trabajo que tenemos que hacer en laboratorios
o salones, debería haber más comunicación entre
los miembros del sindicato y los profesores”.
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