Por: Luis Alberto Jiménez Osorio.
Hoy al observar afuera del invernadero SiembraUV alrededor de diez minutos, me di cuenta que más allá de plantas, organismos, suelo y materia prima, observaba un mundo miniatura y al igual que el nuestro, hay seres vivos que se pueden ver a simple vista. Todos realizando procesos que sostienen a la naturaleza tal y como la conocemos.
Al tocar el suelo fresco y llevarme un puño de tierra entre mis manos, sentí una conexión de bienestar. Ya decían que, si tocas el suelo descalzo, te conectas con la tierra, sintiendo un entorno de paz a través de este placer que nos regala la vida.
Tuve una molestia por los mosquitos, pero más allá de eso, observé el suelo que hay dentro de las camas de cultivo y me puse a pensar, cómo es tan increíble que las pequeñas proporciones de tierra llegan a dar tanta biomasa creada por los seres autótrofos. Inimaginable mucho lo que hacen con tan poco.
En esta parte de EcoDiálogo, a la que pertenece SiembraUV, hay un entorno de tranquilidad, escucho los sonidos de aves e insectos, visualizo a las plantas quietas llevando a cabo su proceso de alimentación (fotosíntesis) y una increíble relación simbiótica entre plantas y organismos (hongos, plantas epífitas, insectos, etc.) todos contribuyendo a una cadena trófica donde es difícil encajar como especie humana ya que no aportamos lo mismo que ellos le dan a la vida. Observar me lleva a reflexionar y buscar cómo poder encajar en esa cadena y mantener ese ciclo rumbo a una sostenibilidad.
*Beto es estudiante de ciencias agrícolas, prestador de servicio social en el invernadero SiembraUV y encargado del monitoreo del mismo.
Zanahoria cultivada en invernadero SiembraUV.
