La Secretaría de Administración y Finanzas de la UV
A mis compañeros universitarios:
Como todos ustedes saben, he sido invitada por el Gobernador electo, Lic. Miguel Ángel Yunes Linares, a formar parte de su equipo de transición, lo que he aceptado no tan sólo por la distinción que ello significa para mi persona y mi trayectoria profesional sino porque, como veracruzana, se me abre una oportunidad para colaborar en la búsqueda de soluciones a la grave crisis financiera, de seguridad, de credibilidad, de valores, de confianza, que atraviesa nuestro estado.
No obstante, la decisión no ha sido fácil. Formo parte de un proyecto universitario que ha marcado un hito en la historia de la educación superior de Veracruz. Un proyecto encabezado por mujeres francas, éticas, con trayectoria limpia, fuertes y con una convicción clara acerca del valor de la educación superior pública, que ha sacado la casta para defender a nuestra querida Universidad Veracruzana y su patrimonio, fortaleciendo la Autonomía y el compromiso de la comunidad para con ella.
Debo confesar ante ustedes que mi debate interno fue complejo porque lo que significa una oportunidad para servir a todos los veracruzanos me implica un alejamiento de mi comunidad, de mi Alma Máter, de la casa de estudios a la que le debo mi formación y mi crecimiento como profesionista. Al final, reflexioné en que ese alejamiento es temporal y aparente porque desde otra posición seguiré buscando las soluciones a los problemas financieros que aquejan a la UV.
Me voy satisfecha de lo logrado. No es lo mismo administrar la Universidad en medio de una crisis financiera, que sin ella. Sin embargo, los sueldos y prestaciones siempre fueron pagados, en cada revisión de los diversos Contratos Colectivos de Trabajo buscamos la forma de mejorar –aunque modestamente- las condiciones de trabajo de personal académico y administrativo, promovimos la ocupación de plazas vacantes buscando siempre el recurso para ello y garantizando que las contrataciones se apegaran a la normatividad vigente tal y como lo dispuso la Rectora. Logramos con ello además, la estabilidad en el empleo de un grupo muy significativo de académicos que tenían muchos períodos contratados como interinos. Promovimos la capacitación y el desarrollo del personal como nunca en la historia administrativa de la UV porque creemos que la principal fortaleza en el sustento de las labores adjetivas de nuestra Casa de Estudios es su gente; así, beneficiando en este último año a más de dos mil 500 empleados entre personal administrativo, técnico, manual, confianza y funcionarios, se implementó la profesionalización de personal de confianza, sentando las bases para distinguir a quien muestra mayor esfuerzo en su desarrollo profesional y mayor compromiso para con la UV. También automatizamos y simplificamos diversos procesos financieros destacando de entre ellos el denominado MiPago y el de comprobación del ejercicio presupuestal, ordenamos los ingresos y fuimos firmes con quienes piensan que los recursos que obtienen con el respaldo de nuestra universidad son de ellos -no sin antes dialogar y procurar su integración a una política financiera apegada a las normas federales, estatales y universitarias que nos rigen-.
El equipo de la SAF, integrado por más de 500 personas, me ayudó de una manera decidida a administrar la crisis, afrontando las tensiones que de manera natural se dan cuando el recurso es poco y las necesidades son muchas. Y no se quedaron tan sólo en ello, trabajaron además con mucha disciplina y voluntad para certificar cinco procesos administrativos, que coadyuvaron al dictamen favorable que la UV obtuvo por parte del Consorcio de Universidades Mexicanas, para su ingreso al mismo (CUMex). Mi agradecimiento con todos y cada uno de mis colaboradores será por siempre.
Quienes me conocen saben que soy una mujer de trabajo; mi carrera profesional no está marcada ni por una vida partidaria ni por la construcción de discursos huecos o promesas inviables o alejadas de la factibilidad para su concreción. Soy firme en mis convicciones, frontal para defender lo que considero que es justo y me precio por ser una impulsora de la transparencia y de la rendición de cuentas; esto no cambiará en la nueva responsabilidad que asumiré. Por el contrario, me implica fortalecer mucho más mis valores para servir de la mejor manera posible a Veracruz.
Sólo me resta expresar mi más profundo agradecimiento a la Rectora y a la Junta de Gobierno por la confianza que durante este tiempo depositaron en mí y por haberme dado la oportunidad de ampliar mis conocimientos y mi experiencia a través del reto que significó, como funcionaria decana de esta Institución, estar al frente de la Secretaría de Administración y Finanzas de la Universidad Veracruzana.
Mtra. Clementina Guerrero García
