- Es un modelo de alto impacto social que surgió en 2012 como prueba piloto
- A la fecha ha beneficiado a alrededor de 100 jóvenes
- Se ubica en la Unidad de Ciencias de la Salud del campus Xalapa y en un futuro se extenderá al resto de las regiones universitarias
En la Unidad de Ciencias de la Salud se
brinda atención a estudiantes universitarias embarazadas.
Claudia Peralta Vázquez
El apoyo psicológico y emocional que el Programa de Salud para Estudiantes Embarazadas de la Universidad Veracruzana (Proseembuv) brinda a jóvenes de todas las facultades del campus Xalapa, ha sido fundamental para que éstas tomen decisiones congruentes y centradas que les permita continuar con sus estudios.
Esta estrategia surgió como programa piloto en 2012 y en 2014 fue inaugurada oficialmente. A la fecha se ha logrado atender a alrededor de 100 jóvenes, a quienes se les brinda de forma gratuita vigilancia y manejo oportuno de las alteraciones del embarazo, a favor de la salud materna y perinatal.
“Hemos observado que de 2014 a la fecha, el 100 por ciento de las estudiantes no ha desertado y continúan sus estudios”, expresó la coordinadora del Proseembuv, Sandra Vázquez Hernández.
Entrevistada al respecto, dio a conocer que un equipo multidisciplinario y altruista, conformado por médicos generales, especialistas, nutriólogos, odontólogos, psicólogos y enfermeras de la Unidad de Ciencias de la Salud, se encargan de la atención de las jóvenes que en principio muestran estrés y miedo ante la situación que enfrentan.
Dijo que la participación del área de psicología y enfermería es fundamental, pues una vez que la embarazada hace empatía con el personal hay un valor agregado, “ella no se va a ir y se sentirá apoyada por un profesional”.
De esta forma, mejora su salud física y se detecta menos ausentismo en las clases por parte de las beneficiarias del programa, procedentes de diversos municipios de la entidad, como Xalapa, Veracruz y la cuenca del Papaloapan.
Berenice Paredes, beneficiaria del Proseembuv.
Señaló que el Proseembuv, además del control prenatal, otorga los siguientes servicios: apoyo psicológico, ejercicios profilácticos, taller de estimulación fetal, estimulación oportuna y apoyo educativo, promoción a la salud reproductiva, consejería en planificación familiar, colocación de dispositivo intrauterino (DIU), implante, dotación de condones, anticonceptivos orales hormonales.
Otro de sus objetivos es disminuir el número de embarazos y evitar un segundo en esa misma estudiante.
En relación con el proceso inicial de atención, Vázquez Hernández subrayó que la primera entrevista que se le hace a una joven embarazada es el punto de partida, “se hace o no empatía con ella”.
Agregó que están haciendo una antítesis de lo que dicen las guías de práctica clínica, respecto a que en 30 o 40 minutos se atiende a una embarazada, “situación que no es verdad”.
En la historia clínica y la exploración cefalocaudal (cabeza hasta pies), la paciente se explaya y llega a expresar frases como: “Mi novio me pega”, “Le dije que estaba embarazada y no me ama”, “¿Qué voy a hacer con la escuela?”, “Mis padres no saben”.
Derivado de esta problemática, el filtro es la atención de enfermería, posteriormente interviene el médico para que dé indicaciones muy puntuales sobre el medicamento a ingerir: ácido fólico, fumarato ferroso y exámenes de laboratorio; de inmediato, la paciente es canalizada al área de nutrición, odontología y psicología. En conclusión, se integra una atención multidisciplinaria que va dirigida a su salud física, psicológica o social, puntualizó.
Anita Villa González, estudiante de
la Facultad de Medicina y usuaria del Proseembuv.
“Cada mujer o estudiante embarazada es un escenario totalmente diferente, único y auténtico, por tal motivo se le debe tratar así.”
La encargada de este modelo integral y de gran impacto dirigido a la equidad de género, consideró prioritaria la integración de la familia y de la pareja –regularmente otro estudiante de la UV– a dicho proceso, con el afán de que la futura mamá no deserte.
“En este sentido, se abre otra línea de acción, que son los métodos anticonceptivos para los dos. Le pegamos a una realidad social: disminuir los embarazos.”
Una vez que dan a luz a sus bebés se abre una segunda línea de acción que es la estimulación oportuna en el recién nacido, dijo Sandra Vázquez.
Asimismo hizo énfasis en otro aspecto del embarazo de las estudiantes universitarias: el aborto. “Los seres humanos somos vulnerables y susceptibles a cualquier situación, y cuando no se tiene una guía adecuada de lo que ocurre u ocurrirá, pasan por la cabeza ideas como el aborto”.
Proseembuv integra esfuerzos para que la joven tome la mejor decisión y se le brinde un curso normal al embarazo.
Personal que conforma el Programa de
Salud para Estudiantes Embarazadas de la UV.
Por otra parte, si presentan un embarazo de alto riesgo y requieren reposo absoluto, se expide un justificante médico, “eso sólo lo puede hacer el médico especialista o general asignado al programa”.
Actualmente, el programa es autofinanciable y se cuenta con el apoyo de todas las facultades de la Universidad. En un futuro se pretende extenderlo a todos los campus de la máxima casa de estudios.
Berenice Paredes, estudiante de octavo semestre de la Facultad de Enfermería, agradeció el respaldo de este programa que le brindó todas las facilidades para concluir su embarazo de forma óptima, pese a que era de alto riesgo.
Con su pequeña de 45 días de nacida en brazos, comentó que afortunadamente no perdió el semestre pues el apoyo de los maestros fue fundamental.
“Fue muy complicado, tuve un embarazo de alto riesgo y falté mucho tiempo a la escuela, pero al presentar justificantes se hizo ajuste de clases.”
Agregó que durante los nueve meses y una vez por semana, acudió a consulta donde le tomaban signos vitales y estudios de glucosa capilar: “Las enfermeras-parteras daban seguimiento al crecimiento mi bebé, sus latidos; me enseñaron a hacer ejercicios en casa. Tener un bebé es una experiencia nueva y maravillosa. Falta poco para que termine mi carrera, pero echándole ganas al estudio saldremos adelante”, concluyó.
Anita Villa González, con seis meses de embarazo, es usuaria del Proseembuv. Actualmente cursa el sexto semestre de la Facultad de Medicina.
Sandra Vázquez Hernández, coordinadora del Proseembuv.
“Al principio fue una gran sorpresa, pero poco a poco uno se va adaptando, aprende a disfrutar cada momento con sus altas y bajas”.
Entrevistada luego de acudir a su cita de seguimiento, narró que no es fácil esta etapa ya que debe darse tiempo para estudiar, descansar y procurar estar bien: “Estar embarazada significa más cansancio y demanda en el estudio, aunque éste es importante para salir adelante. Mi bebé nacerá en la primera semana de agosto y he pensado darme de baja temporal por un semestre, así podré dedicarle el tiempo que requiere”, dijo.
Abundó que el programa representa un apoyo muy importante que brinda seguridad, “porque las estudiantes no tenemos los recursos para ir a un médico particular, y que la Universidad Veracruzana se preocupe por darte atención es algo muy bueno”.
Arturo García Martínez, docente de la Facultad de Medicina, lleva a cabo la valoración y control prenatal de las estudiantes, además atiende a otras más no embarazadas que presentan patologías ginecológicas.
Aseveró que de ser necesario son referidas al área de ginecoobstetricia del Hospital Civil “Dr. Luis F. Nachón”, donde también colabora. “Todos los embarazos son diferentes, los hay con evolución normal y otros con algunas patologías agregadas”.
En esta estrategia también participan: Sara Ortega Farfán, Luz Evelia Bello Hernández, Ascensión Jarvio Romero, Alba Vásquez Hernández y María Gloria Mendoza Guevara.
