- “Estamos ante un libro lleno de iluminaciones que envidiarían los eruditos”, aseveró la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara
- El arqueólogo Alfredo Vargas dijo que puede ser consultado por estudiantes, especialistas o lectores que se sientan atraídos por la historia de México
Alfredo Vargas, María Teresa Uriarte y Sara Ladrón de Guevara, durante la presentación del libro.
Paola Cortés Pérez
Teotihuacán fue la Pompeya americana, al ser una gran urbe cosmopolita donde había presencia cultural de Oaxaca, del Occidente, de la zona maya, de todas las regiones, afirmó María Teresa Uriarte, autora del libro Arte y arqueología en el altiplano central de México. Una visión a través del arte, presentado el 12 de mayo en la Galería AP de la Unidad de Artes, como parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).
Los comentarios estuvieron a cargo de la rectora de la Universidad Veracruzana (UV), Sara Ladrón de Guevara, y del arqueólogo Alfredo Vargas, además de la autora.
Al respecto, la también historiadora hizo saber que el reciente título publicado bajo el sello editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Siglo XXI, es un libro resultado de sus clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la máxima casa de estudios del país.
“Espero que sea útil y que satisfaga la curiosidad de los lectores por entender las culturas precolombinas, a partir de la herencia cultural que han dejado”, apuntó.
En tanto, en sus comentarios Ladrón de Guevara dijo que es un libro en donde las ciudades, la naturaleza, los artistas y los templos de los dioses muestran de nueva cuenta la relación afectiva que los une.
“Podemos considerar que es una bitácora que bien podemos llamar artística de una observadora sagaz y privilegiada en tránsito perpetuo, para quien descubrir o volver a descubrir algo que existe desde hace mucho tiempo es una de las experiencias más gratas que puede haber”, expresó.
Citó al arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, al decir que él acierta al señalar que el título es una introducción a las culturas del altiplano central y también cuando indica que la autora no se limita a este espacio sino que relaciona sus producciones con las de otras culturas.
“Estamos ante un libro lleno de iluminaciones que envidiarían los eruditos y que cumple a cabalidad una de la sentencias de Miguel León Portilla: ‘El milagro del mundo prehispánico no se reduce en todo lo que ha desaparecido, sino en todo lo que todavía puede encontrar aquel que busca’.”
Finalmente, el arqueólogo Alfredo Vargas opinó que el texto puede ser consultado lo mismo por el estudiante, el especialista o el lector que se sienta atraído por la historia de México, porque la autora deviene de manera integral y erudita la trayectoria histórica de Mesoamérica, y de manera particular el desarrollo de las culturas del altiplano.
