- Presentó su libro Música para perros, acompañado de Eduardo Antonio Parra y Teresa García Díaz
Presentación del libro Música para perros.
Adriana Vivanco Gutiérrez
Música para perros ofrece un vistazo al norte del país al estilo muy rulfiano a pesar de que no habla directamente del desierto, señaló Eduardo Antonio Parra durante la presentación de este texto en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2014. El texto escrito por Alejandro Páez Varela fue presentado también por el autor y Teresa García Díaz.
“Gabriel García Márquez decía que una buena novela debía ser capaz de contarse en el primer párrafo del libro, y en el caso de la obra de Alejandro Páez, la novela está contenida en el epígrafe, eso la hace atractiva desde el inicio”, explicó Eduardo Antonio.
Asimismo señaló que es una novela inmersa en la dinámica de la violencia, pero no trata directamente del narcotráfico; “esto hay que dejarlo muy claro porque aunque esté muy de moda decir que algunos escritores del norte escriben narco literatura, la realidad es que esto no existe, hay periodistas que hacen la chamba de relatar la dinámica del narco, pero literatos no”, añadió.
Algo que resalta en la novela, apuntó, es el ritmo del lenguaje de los personajes, a través del cual el autor construye un contexto para su historia en la que convergen cuatro personajes con obsesiones particulares cada uno y que están inmersos en una historia de amor, tema al que Páez Varela recurre constantemente en su trabajo literario y que al abordarlo se enfrenta siempre a las imposibilidades del mismo.
“Otro tópico que aparece de manera intensa en esta novela y en el resto de su obra es la muerte, y es en este sentido en el que pareciera que Rulfo está siempre presente en su prosa, al explorar la muerte no solamente al enunciar a los que mueren sino a los que mueren y se resisten a desaparecer, es entonces donde Páez Varela aborda la muerte más allá de sí misma”, enfatizó el también escritor.
Esta novela, explicó Parra, es también una novela de aprendizaje donde el autor nos muestra que la vida necesita instrucciones de uso para llevarse a cabo.
Por su parte, Teresa García Díaz hizo hincapié en que Música para perros destaca dentro de la obra de Alejandro Páez por brindar al lector una perspectiva clara de la migración en toda la extensión de la palabra, desde vivir de paso en la frontera hasta la frontera entre la vida y la muerte, la oscuridad y la luz, el bien y el mal.
Al tomar la palabra, Páez Varela puntualizó que esta novela fue una experiencia literaria distinta al llegar a ser más intimista que el resto de su obra, “al final quedó casi como si hubiera sido pensada para teatro”, aseguró.
Respecto al tema de su relación con Rulfo, dijo: “No lo había pensado pero creo que sí coqueteo con Rulfo y qué bueno que sea con él y no con otro pelado; este coqueteo creo es producto de mi interés profundo en la extraña relación que tenemos los mexicanos con la muerte.
”En este sentido creo que como la literatura no viene de la nada y surge de lo que vivimos, si yo hubiera nacido en Suecia, por ejemplo, hubiera sido Corín Tellado porque soy muy cursi; pero soy de Ciudad Juárez y lo que me salen son balas y muerte, con esto no quiero decir que haga narco literatura porque eso no existe, en tal caso hago anarco literatura”.
