La palabra,
labrada estalactita,
grabada columna,
una a una, letra a letra.
El eco se congela
en la página pétrea.
Octavio Paz.
Raúl Arias Lovillo*
Como algunos deben saber, mi labor como Rector al frente de la Universidad Veracruzana concluye en los próximos días.
Por ello quiero que me permitan utilizar este espacio para agradecer a quienes se tomaron el tiempo de leer esta columna cada lunes durante siete años.
La palabra escrita, como evoca Octavio Paz en su poema Palabra dicha, “se congela en la página pétrea”. Así, la nuestra, quiso llegar a los veracruzanos durante todo este tiempo.
En este espacio mucha gente supo lo que acontecía en nuestra institución. Intentamos abrir una ventana para mirar al interior de la Universidad Veracruzana y para expresar el sentir de muchos universitarios.
Fuimos, quisimos ser, voz adentro y voz afuera. Voz leal, sincera, crítica y autocrítica, increpante, demandante, exigente, invocante, autónoma, solidaria, universitaria.
Dígase que con ella reflexionamos sobre el quehacer de nuestra institución en el contexto nacional.
Dimos la bienvenida a siete generaciones de universitarios, dimos cuenta de los logros institucionales, analizamos con mirada crítica nuestra labor dentro de la institución.
Nos miramos a nosotros mismos ante la incertidumbre de los tiempos actuales y nos dimos fuerza unos a otros, repasamos nuestras necesidades y nuestras fortalezas.
Como universitarios, aspiramos siempre a fortalecer nuestra capacidad de analizar nuestras fortalezas y nuestros yerros.
Los jóvenes se forman en esta perspectiva y con ello buscamos dar a la sociedad ciudadanos capaces de confirmarse como tal, como actores sociales que buscan construir una verdadera democracia.
Recuerdo ahora nuestros balances al fin del año y nuestros deseos de esperanza en el futuro al inicio de otro.
En este espacio le dimos la bienvenida a grandes personalidades que vinieron a nuestra institución, artistas, diplomáticos, políticos, académicos, intelectuales de muchos países del mundo.
Pusimos a la luz pública nuestra agenda institucional y, como es costumbre, dijimos lo que debíamos aunque esto no fuera del agrado de algunos, porque siempre nos condujimos con la verdad.
Como las grandes universidades públicas de México, la nuestra sigue firme en la búsqueda de dar una mejor educación a nuestros jóvenes y, con ello, brindar mejores condiciones de vida para los veracruzanos, y como parte de su integridad y de su compromiso con la sociedad, completó su ejercicio de transparencia al poner en el ojo público sus preocupaciones.
Hace siete años iniciamos este ejercicio con el deseo de decir, de dar voz a nuestras reflexiones sobre la Universidad. Y a través de este espacio mantuvimos esta intención y me parece que logramos establecer un referente, una visión de lo que es nuestra institución.
Asimismo, despedimos a grandes hombres, como Carlos Fuentes, Carlo Antonio Castro, Emilio Carballido o Roberto Bravo Garzón. Expusimos nuestras opiniones sobre nuestras cátedras “Carlos Fuentes”, “Gonzalo Aguirre Beltrán” y “Jesús Reyes Heroles”, entre otras. Sin miramientos, expusimos nuestros juicios y decisiones sobre las negociaciones con los sindicatos de trabajadores universitarios y de académicos.
Por eso hoy quiero agradecerles una vez más su atención a nuestras palabras, nuestras palabras que se quedan y que a lo largo de siete años son una constante reflexión sobre nuestra tarea como universitarios.
Cuarto Informe de Labores
Dado que se trata de mi último año en la Rectoría de la Universidad Veracruzana, durante esta segunda gestión que tuve el orgullo y el honor de encabezar junto a un excelente equipo de colaboradores, de universitarios comprometidos con su labor, este próximo viernes presentaré ante el Consejo Universitario General mi último informe de labores, en el que haré un balance de los resultados obtenidos en este último ciclo 2012-2013.
Así lo establece el artículo 38, fracción V, de la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, y como parte de nuestro compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas informaré del trabajo que durante este tiempo hicimos en conjunto académicos, investigadores, funcionarios, estudiantes y personal administrativo de nuestra institución.
No son suficienes las palabras para expresar mi emoción, mi agrado y mi agradecimiento a todos quienes en este tiempo entregaron su tiempo, su talento, su esfuerzo y su compromiso con la Universidad Veracruzana.
Los grandes logros son –como siempre lo he dicho– los logros de todos los universitarios.
Gracias por acompañarme en esta aventura. Gracias por creer en nuestra casa de estudios. ¡Viva la Universidad Veracruzana!
*Rector de la Universidad Veracruzana.
Xalapa, Equez., Ver., lunes 19 de agosto de 2013.
