Universidad Veracruzana

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Creación y arte forjan el claustro de la UV

Raúl Arias Lovillo
 
En el ámbito universitario solemos decir que aquellas personalidades a quienes por sus notables aportaciones entregamos la máxima distinción académica, el doctorado honoris causa, ingresan celebradamente a nuestros respectivos claustros académicos.
 
Como ustedes saben, el lunes pasado los universitarios entregamos tal distinción a los maestros Mateo Oliva y Alberto De la Rosa, ambos creadores y académicos imprescindibles en la historia de la música, la cultura y el arte de nuestra casa de estudios.
 
Además de ponderar con la entrega de los doctorados honoris causa las trayectorias de cada uno de ellos, honrar su talento y capacidad de trabajo, su creatividad y compromiso con nuestra Universidad, los universitarios fuimos parte de una paradoja poco frecuente pero muy afortunada.
 
Ingresamos con honores a nuestro claustro académico a dos verdaderos forjadores de este mismo claustro y referirlo como un mero acto de justicia sería valorarlo por debajo de su justa dimensión.
 
Ambos son protagonistas fundamentales que escribieron y vivieron algunas de las más brillantes páginas de la historia de la Universidad como generadora, promotora y difusora del arte. Tienen infinidad de reconocimientos, nombramientos, medallas y distinciones otorgadas por instituciones de nuestro país y del extranjero, así como numerosas grabaciones donde han dejado testimonio de su calidad artística.
 
Pertenecen, además, a una notable hornada de creadores y de artistas que nuestra Universidad supo y ha sabido adoptar, patrocinar e impulsar. Ambos forman parte de esa estupenda generación de universitarios que se desarrolló sobre todo a partir de los años setenta y en la cual se incluye a Miguel Vélez Arceo, Fernando Vilchis, Manuel de Elías, Raúl Ladrón de Guevara, Alfonso Moreno y Francisco Beverido, por citar apenas unos cuantos ejemplos en lo que al área de la cultura y las artes corresponde.
 
Eran tiempos del rector Roberto Bravo Garzón y ellos fueron protagonistas de una era grandiosa de creación incesante y febril de talleres de teatro y plástica, grupos artísticos y ensambles, cuartetos, coros, ballets y orquestas, que rendirían gran prestigio académico y artístico a nuestra Universidad.
 
Su calidad artística y su sensibilidad y talento hizo posible que se diera este periodo tan rico y creativo que recordamos y honramos. Una era de expansión y consolidación académica de nuestra universidad y de apogeo cultural que nos redituaría, y que nos sigue redituando, reconocimientos y premios nacionales e internacionales en campos diversos.
 
Ambos, además, han realizado unanoble y notable labor social: conciertos didácticos para estudiantes y para sectores sociales que no fácilmente tienen acceso al arte. Han hecho presentaciones y conciertos a grupos vulnerables o marginados de la población, adultos mayores, niños yjóvenes maltratados y abandonados, reclusos y enfermos, entre otros, y así han llevado un mensaje de solidaridad, de igualdad, de equidad y de humanismo de nuestra institución hacia los menos favorecidos.
 
Por lo tanto, afirmamos que son creadores que han forjado y erigido ese claustro académico desde dentro de la institución. Han pertenecido a él desde hace más de cuarenta años y han contribuido de manera sustantiva a instituirlo y a fortalecerlo.
 
Los universitarios hemos tenido el privilegio de recibirlos con honores nuevamente en éste, su claustro, nuestro claustro, y ellos lo recibieron dirigiendo en el patio central de la USBI y de manera monumental el himno de la Universidad Veracruzana.

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Fecha: 30 marzo, 2022 Responsable: DGCU Contacto: dusalas@uv.mx