- Son los jueces más duros, objetivos y honestos, porque entre los colegas las lecturas son muy complacientes, dijo
- Presentó su novela Imperio, que relata los tres días antes de la ejecución de Maximiliano de Habsburgo
Paola Cortés Pérez
Héctor Zagal, ensayista político, celebró que Daniel Cornelio Aragón y Carlos René Torres López, estudiantes de la Facultad de Letras de la Universidad Veracruzana (UV), presentaran su libro Imperio –editado por Planeta–, ya que dan frescura y enriquecen la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).
“El juez más duro, objetivo y honesto son los estudiantes, porque entre los colegas las lecturas son muy complacientes, críticas y a veces poco objetivas. Felicito a la Feria y a la Universidad por involucrar a los estudiantes en las presentaciones, las hacen muy enriquecedoras y frescas”, expresó.
Comentó que la novela Imperio es un intento por enlazar la historia con la ficción, representada en el monologo de Maximiliano de Habsburgo tres días antes de su ejecución, al tiempo que intentó responder dos preguntas: ¿dónde tenían la cabeza los mexicanos para traer a un emperador? y ¿dónde tenía la cabeza Maximiliano para aceptar venir a México?
Describió: “Estamos en México, el ejército está en las calles y frecuentemente cometen tropelías contra los civiles que no pueden ser reclamadas. Las calles son poco transitables por los ladrones y bandidos, a veces tienen que ver con los gobiernos estatales, los cuales son pequeños cacicazgos que dicen que el problema viene del gobierno federal.
”Tenemos una burocracia que gana mucho, muchos pobres muy pobres y muchos ricos muy ricos. Los extranjeros controlan las actividades ejes y recursos naturales de este país. Los mexicanos piensan que la democracia no es el camino porque no ha funcionado, dicen que se debe optar por un líder de mano dura, que además es guapo –qué mejor–. No hablo del México de hoy, sino el de 1863.”
Lamentó que lo sucedido en la actualidad se asemeje tanto a lo acontecido en el siglo XIX, de ahí que afirmó que la historia siempre tendrá un valor educativo y reflexivo para modificar el presente en la búsqueda de un mejor país y una mejor situación.
Daniel Cornelio Aragón mencionó que el libro es una pintura en la que todas las figuras que rodearon a Maximiliano posan plácidamente, convirtiéndose entonces en una poderosa herramienta de introspección, por lo que se llega a conocer íntimamente al protagonista.
Por último, Carlos René Torres apuntó que se trata de una novela histórica crítica, donde Benito Juárez no es el indígena defensor de la patria, sino un hombre de mentalidad cerrada, nada orgulloso de sus raíces indígenas y que antepone los intereses personales a los del pueblo. Mientras que Maximiliano, señaló, es un hombre que acude en auxilio de un pueblo que no puede gobernase solo.
