Raúl Arias Lovillo
Lo que debe unir a quienes formamos parte de la gran comunidad de la Universidad Veracruzana (UV) es nuestro compromiso por apoyar, entre todos, el crecimiento y el desarrollo de nuestra institución. Y para ello, lo primero es valorar en su justa dimensión lo que significa el desarrollo de nuestra Universidad.
Hace un par de semanas tuve oportunidad de reunirme con los consejeros estudiantiles de los cinco campus universitarios, en quienes descubrí –o más bien, confirmé– un gran sentido de responsabilidad con su institución y con sus compañeros. Debo reconocer que me gusta su entusiasmo y su disposición para contribuir con el engrandecimiento de la UV. Esto ratifica que somos una Universidad que propone, actúa y comparte su responsabilidad en el desarrollo.
Alumnos del Sistema Enseñanza Abierta (SEA) de Xalapa; de las área académicas de Ciencias de la Salud, Biológico-Agropecuaria y Técnica –del campus Veracruz, Coatzacoalcos y Poza Rica, respectivamente–; así como de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), sede Grandes Montañas, además de las correspondientes al área académica Económico-Administrativa y de Humanidades de Xalapa expresaron de manera respetuosa, consciente y objetiva sus necesidades.
La participación de los estudiantes en torno a los asuntos que atañen a la Universidad es fundamental para emprender los cambios que requiere nuestra institución y, en consecuencia, para transformar a nuestro país. Con su interés y energía, los jóvenes están demostrando que pueden ser los principales impulsores del desarrollo de la Universidad.
Las verdaderas transformaciones que han significado un vuelco en sistemas anquilosados han sido impulsadas por la fuerza, la frescura y el entusiasmo de los jóvenes. Y en el caso de la Universidad Veracruzana no puede ser diferente. Insisto en que si no nos reformamos, estamos destinados al fracaso, por eso le apostamos a las reformas, pero esto conlleva el compromiso de todos: académicos, administradores y estudiantes.
Biología UV, 45 años de éxito
Quiero extender, también, una sincera y profunda felicitación a quienes han hecho de la Facultad de Biología de la UV campus Xalapa, a lo largo de 45 años de existencia, una institución reconocida en el ámbito nacional, de la que han egresado casi mil 500 biólogos, muchos de los cuales hoy son reconocidos internacionalmente.
De esta entidad académica, que entró en funciones en 1968 como Departamento, han surgido, gracias al talento y la visión de varios de sus egresados, nuevas entidades dentro de la institución, como el Centro de Investigaciones Tropicales, el Instituto de Investigaciones Biológicas y el de Neuroetología, por ejemplo.
Actualmente, la Facultad de Biología campus Xalapa, que en febrero celebra cuatro y media décadas de feliz existencia, cuenta con 600 estudiantes; de sus académicos, 17 son doctores –y dos de ellos pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores-; el 80% del personal tiene posgrado y el resto está en proceso de obtener su título.
Gracias a los convenios de colaboración que tiene establecidos con destacadas instituciones como el Instituto de Ecología, AC, y con municipios como Xalapa, Banderilla, Teocelo, Alto Lucero, Coacoatzintla, Naolinco, San Andrés Tlalnelhuayocan o Boca del Río, ha logrado una presencia importantísima a través de diversos proyectos encaminados al bienestar social, principalmente.
Ubicada en el máximo nivel de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), la Facultad de Biología campus Xalapa ocupa la presidencia de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Biología.
Sin duda, se trata de una muestra de que la Universidad Veracruzana tiene mucho por aportar a la sociedad. Y que lo puede hacer a través de la generación de conocimiento para su distribución social. Que vengan, pues, muchos años más. ¡Felicidades y enhorabuena!
