Núm. 2 Tercera Época
 
   
encabezado
 
Fernando Vilchis
PAISAJES PAISAJES PAISAJES
 
 
fotos
escudo uv
 
corre
 
  punto    Puntos de venta
  buzón Buzón del lector
  suscribete Suscríbete
FILU
 
 
 
 
 
 
Páginas <<< 1 2 3
 

Y es que en estos tiempos que nos ha tocado vivir, en medio de un ambiente político corrupto y degradado, en los que el ruido y la contaminación visual se han apoderado de nuestros sentidos, aturdiéndolos a tal grado que han convertido a una gran mayoría de personas en meras consumidoras pasivas de basura mediática, no deberíamos echar en saco roto aquello que dijera alguna vez el poeta ruso Joseph Brodsky a propósito del papel de la literatura y sus lectores:

No debe olvidarse que en cualquier cultura la literatura constituye la forma suprema de elocución humana. Dejando de leer o de escuchar a sus escritores, a sus poetas [y a sus investigadores, en este caso], la sociedad se condena a formas inferiores de expresión: las de los políticos, la de los vendedores, la de los charlatanes.

Así, la pretensión de una revista como La Palabra y el Hombre, una revista que abre sus páginas a la literatura de creación, al análisis crítico de la sociedad y el Estado, al ensayo, a la reflexión artística y humanística, es la de poder servir como punto de referencia, como isla de encuentro, entre escritores, académicos y estudiantes de la propia Universidad y de otras entidades académicas del país y del extranjero, con la idea de construir un diálogo democrático e inteligente. No por nada se ha afirmado hasta el cansancio que “la democracia sin ilustración es, en el mejor de los casos, una jungla con orden público, y el objetivo de una democracia, de una real y auténtica democracia, es la ilustración”.

En resumen, habría de volver a plantearse, con aquel asombro radical, propio de un niño que descubre las infinitas posibilidades del juego, el hecho de que, a fin de cuentas, la literatura, el lenguaje hablado y escrito, son los verdaderos misterios que definen al hombre y a lo que es: su identidad y su presencia histórica se hacen explícitas de manera única a través de la palabra. Como sentencia George Steiner en su libro Lenguaje y silencio:

El lenguaje es el que arranca al hombre de los códigos de señales deterministas, de lo inarticulado, de los silencios que habitan la mayor parte del ser. Si el silencio hubiera de retornar a una civilización destruida, sería un silencio doble, clamoroso y desesperado por el recuerdo de la Palabra.

Por ello, y pensando que la literatura no hace otra cosa sino hablar de la vida misma, en verdad creo, como estoy seguro que lo hacen muchos otros, en la importancia de realizar un esfuerzo —individual y colectivo— para lograr transformarnos en una auténtica comunidad interesada por leer y discutir lo que escritores, investigadores, filósofos y académicos de otras latitudes y de nuestro país publican; que logremos convertirnos en una comunidad que lee y que discute sus proyectos de investigación y sus propuestas literarias; es decir, una comunidad que lee y discute sus proyectos de vida.

Luis Horacio Heredia
(2007)

 
 
 
Páginas <<< 1 2 3