-Desde trabalengüas musicales hasta simples ejercicios de puntuación a los murmullos de Gretchen Parlato, “el pianista más lírico de nuestro tiempo”, según Jazz Weekly, recitó en el Festival Internacional JazzUV
-En Casa del Lago, Melissa Aldana, su saxofón y sus apenas 24 años mostraron una afilada técnica y un fraseo preciso
Juan Carlos Plata
El director y fundador del Festival Internacional JazzUV, Edgar Dorantes, lo anticipó al inicio de la velada: “será una noche mágica” y el pianista de Philadelphia, Kenny Barron, procedió a cumplir a cabalidad la promesa.
Desde la velocidad de trabalenguas al tocar piezas de Thelonius Monk, pasando por un susurro al interpretar a Duke Ellington hasta el simple dibujo de puntos y comas para darle más elocuencia a los murmullos de Gretchen Parlato, Kenny Barron discursó con 88 teclas, que sustituyeron a las 27 letras.
No por nada la revista Jazz Weekly lo ha llamado “el pianista más lírico de nuestro tiempo”.
Y todo esto, sólo para la primera noche de concierto del festival JazzUV en la sala Emilio Carballido del Teatro del Estado que registró una excelente entrada. Audiencia atenta a la elocuencia del pianista.
Acompañado con profundidad por el finlandés Peter Slavov en el contrabajo y con punch por el cubano Francisco Mela en la batería, Barron deslizó sus dedos con maestría por el teclado y coronó la quinta jornada de lo que a su juicio es “uno de los mejores festivales en los que he estado”.
Luego de dos veloces piezas, Barron llamó al escenario a la cantante angelina Gretchen Parlato, quien se dijo afortunada por haber integrado una canción de su autoría al set: Winter wind. Luego, además del envolvente murmullo de su voz, Parlato usó un par de caxixis –suerte de sonajas africanas hechas de mimbre- para Free bird.
Más noche, y de vuelta en Casa del Lago, la saxofonista chilena Melissa Aldana hizo gala de técnica y dominio de instrumento siempre al servicio de la expresividad emocional y discursiva, inusual para una persona de apenas 24 años.
Acompañada con precisión por Rafael Alcalá en el piano, Óscar Teherán en el contrabajo y John Ransay en la batería, la andina egresada del Berklee College of Music fraseó con delicadeza y paseó por entre los tonos profundos del sax tenor y las notas altas con el desparpajo propio de los latinos y los jóvenes.
La noche, a punto de volverse madrugada, cerró con el habitual jam session de alumnos del Centro de Estudios de Jazz JAZZUV.
Pies de foto:
1-5
Aspectos del concierto de Kenny Barron
6-8
Aspectos del concierto de Melissa Aldana