Estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV) obtuvieron el primer lugar en la Competencia Internacional de Derechos Humanos “Eduardo Jiménez de Aréchaga”, realizada en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con sede en San José, Costa Rica.
La competencia se hace en honor a este reconocido jurista uruguayo, y es organizada desde hace 15 años por la Asociación Costarricense de Derecho Internacional; en esta ocasión el triunfo fue para la UV.
El equipo estuvo integrado por: Luis Eduardo Coronel Gamboa, Pedro Castillo Meza y Mariana Torres López, quienes representaron el papel de oradores; Rafael Beltrán Ramos fue el coach; Socorro Alfaro y Yeralding Sánchez fueron los observadores, así como la coordinadora del Programa de Derechos Humanos de la UV, Namiko Matzumoto Benítez.
Luis Eduardo Coronel –de tercer semestre– narró: “Esto empezó hace cuatro meses, cuando se seleccionó a los competidores por parte de universidad. Fue una preparación, primero hacer la demanda y contrademanda, después preparar la exposición oral de argumentos, que es la parte que fuimos a presentar a Costa Rica”.
En tierras costarricenses se desarrolló una semana de audiencias: tres de ronda preliminar, semifinal y final. Ahí los jóvenes veracruzanos compitieron contra sus iguales de países como Colombia, Perú, Costa Rica y Panamá.
Precisamente la final –que se desarrolló el 4 de noviembre– fue contra el equipo que representaba a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La audiencia fue presidida por el actual juez de la CIDH, Manuel Ventura Robles.
“El tema –hipotético– era una concesión otorgada dentro de una comunidad indígena sin el consentimiento de dicha comunidad, que además impactó en su forma de ver el mundo, en sus sitios tradicionales”, explicó Coronel Gamboa.
La dinámica consistió en que al azar, a un equipo le correspondía ser la defensa del Estado y a otro de las víctimas. En este caso, al equipo de la UNAM le correspondió defender a las víctimas y al de la Veracruzana ser el Estado.
“El rol más a modo siempre es la representación de las víctimas, porque, obviamente, los casos hipotéticos van a tener violaciones a los Derechos Humanos, de lo contrario, no hay caso. En tres audiencias nos tocó ser representantes, pero en la final ganamos como Estado, que es el papel más difícil”, añadió el estudiante.
Por su parte, Pedro Castillo –de quinto semestre– comentó que a pesar de que les tocó desenvolver el papel más difícil, pues va en contra de lo que generalmente dice la Corte Interamericana de Derechos Humanos, los argumentos “fueron mejores” que los de la UNAM.
“Los argumentos de los alumnos de la UNAM también eran muy buenos, pero afortunadamente los de la Veracruzana fueron mejores”, expresó orgulloso.
Castillo Meza destacó la interacción que se propicia entre universitarios de diversos países, a raíz de este tipo de convocatorias: “Más allá del desarrollo intelectual que se practica para tales ejercicios, está el hecho de hacer nuevos amigos, con quienes las conversaciones son completamente diferentes, de temas que en la Facultad no logras conversar, por el simple hecho de que los Derechos Humanos no se encuentran difundidos tal y como se encuentran otras ramas del Derecho, como la penal, civil y mercantil”.
Apropósito, lamentó que en las facultades del país los Derechos Humanos no sean difundidos con la importancia que amerita el caso.
