Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



El viento distante

Por  José Emilio Pacheco

En un extremo de la barraca el hombre fuma, mira su rostro en el espejo, el humo al fondo del cristal. La luz se apaga, y él ya no siente el humo y en la tiniebla nada se refleja.

El hombre está cubierto de sudor. La noche es densa y árida. El aire se ha detenido en la barraca. Sólo hay silencio en la feria ambulante.

Camina hasta el acuario, enciende un fósforo, lo deja arder y mira lo que yace bajo el agua. Entonces piensa en otros días, en otra

noche que se llevó un viento distante, en otro tiempo que los separa y los divide como esa noche los apartan el agua y el dolor, la lenta oscuridad.

Para matar las horas, para olvidarnos de nosotros mismos,

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Agua del recuerdo

Por   Nicolás Guillén

¿Cuándo fue? No lo sé. Agua del recuerdo voy a navegar.
Pasó una mulata de oro, y yo la miré al pasar: moño de seda en la nuca, bata de cristal, niña de espalda reciente, tacón de reciente andar.
Caña ¡febril la dije en mí mismo! caña temblando sobre el abismo, ¿quién te empujará? ¿Qué cortador con su mocha te cortará? ¿Qué ingenio con su trapiche te molerá?
El tiempo corrió después, corrió el tiempo sin cesar, yo para allá, para aquí, yo para aquí, para allá, para allá, para aquí, para aquí, para allá. .
Nada sé, nada se sabe, ni nada sabré jamás, nada han dicho los periódicos, nada pude averiguar, de aquella mulata de oro que una vez miré al pasar, moño de seda en la nuca, bata de cristal, niña de espalda reciente, tacón de reciente andar.

Tomado de: http://www.los-poetas.com/



Felipe Garrido habla de sus conjuros (entrevista)

Por Silvina Espinosa de los Monteros

Integrado por 303 cuentos breves, Conjuros (Jus) de Felipe Garrido es una suerte de libro recopilatorio que reúne  tanto textos ya previamente publicados como material inédito.

-Todos los textos giran alrededor de varios ejes temáticos -dice Garrido-: las crónicas de Antón Gil, el marinero ilustrado y el  profesor, las comidas en casa de Martucha, los cuentos de fantasmas y las  historias de san Barlaán para el príncipe Josafat; en fin, todos esos lugares  del imaginario personal a donde uno siempre regresa.

Su estructura «justamente está relacionada con estos temas. Algunas  personas me dijeron que por qué no tomaba los textos de cada eje temático y los  juntaba. Pero a mí como lector me aburriría leer un libro donde todos  los cuentos de fantasmas estuvieran uno tras otro. Creo que algo que sí logré  fue hacer una buena mezcla, ya que yo mismo he leído varias veces el libro y no  recuerdo su secuencia. Así que tú, como lector, podrás leer un cuento y el  siguiente, que no se parece nada al anterior, se estará asomando ya para  asombrarte».

-¿Por qué Conjuros?

-Porque el primer texto que aparece en el libro fue el primer conjuro que  escribí allá por 1988 para ver si podía enamorar a doña Sonia, y funcionó muy  bien. El día que me otorgaron el premio, autoricé a todo el mundo a que lo usara  libremente, incluso sin darme crédito. Además de esto, en medio del libro hay  uno más que tiene que ver con una época en que cada Semana Santa y Día de  Muertos íbamos con Peter Smith a un campamento de maestros en Michoacán. Él  alquilaba un molino antiguo y ahí nos invitaba a dar pláticas, a donde siempre  iba María Luisa Puga, Bertha Hiriart y también llegó a ir Guillermo Samperio.  Así que ese conjuro tiene que ver con la atmósfera de aquellos campamentos que,  por cierto, ya no existen debido a la situación de violencia en ese estado.  Muchos de los textos incluidos en el libro son eso: un conjuro, una suerte de  fórmula mágica. De hecho, cada palabra es un conjuro. Me gustan los títulos  breves, por lo que es un nombre que solito se impuso.

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Libros para ser libres

El Gobierno de Brasil publicó en el Diario Oficial de la Unión que recortará, en las cuatro prisiones federales en las que están confinados los reclusos más relevantes del país, cuatro días de condena por libro leído durante un mes. Si los penados son diligentes podrán ver reducida su condena en 48 días por año, si consiguen leer 12 obras y redactar sus correspondientes informes. No valdrá cualquier cosa. En la nota se explica que en esos textos deben “hacer un uso correcto de los párrafos, estar libre de correcciones y utilizar los márgenes y una escritura legible”.

No es poca cosa si se tiene en cuenta que de los 513.000 reclusos que hay en Brasil, sobre una población de 191 millones de habitantes, un informe de 2005 aseguraba que un 70% de ellos no había completado la escolarización básica. Tampoco sirve cualquier libro. Solo valen los de literatura, filosofía, ciencia y los clásicos. La idea que alienta la iniciativa es que nunca viene mal ilustrarse un poco.

Para los que creen que la lectura es capaz de transformar a una persona, la medida es oportuna, sobre todo si consideran que el cambio que produce es para bien. Los más escépticos seguro que aceptan que, cuando menos, mientras estén embarcados en un libro los presos no tendrán tiempo de hacer cosas peores. No conviene olvidar tampoco que la iniciativa ayudará al sector editorial, cada vez más frágil por la crisis: las bibliotecas de esas cuatro cárceles federales tendrán que estar mejor surtidas.

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28 autores eligen sus hijos predilectos

Winston Manrique Sabogal

Este es un viaje a los aleph de 28 escritores a través de sus propias voces. A los lugares elegidos por ellos por condensar lo más representativo, logrado, emblemático o preferido de su creación literaria. Todo en 757 páginas a bordo de  Mil bosques en una bellota (Duomo), un libro a cargo de Valerie Miles después de casi cinco años en los que convenció a estos escritores de crear una especie de autorretrato literario. “Una suerte de testamento en el que a través de sus pasajes elegidos ellos se presentan y dicen: ‘Este soy yo”, resume la editora y periodista neoyorquina cuya relación con la literatura en español va camino de cumplir dos décadas.

Las estaciones del viaje incluyen universos tan conocidos en el mundo como los de Mario Vargas Llosa, Javier Marías, Ricardo Piglia, Ana María Matute, Carlos Fuentes, Juan Marsé, Enrique Vila-Matas, Antonio Muñoz Molina o Juan Goytisolo; así como otros muy prestigiosos en sus países y que merecen más reconocimiento fuera de ellos como Aurora Venturini, Cristina Fernández Cubas, Ramiro Pinilla, Rafael Sánchez Ferlosio, Hebe Uhart o Evelio Rosero.

La antología pretende, en palabras de Miles, hacer una lectura desde la distancia y la extrañeza. “Redibujar parte de la literatura hispanohablante a través de una nueva mirada donde hablan los propios escritores. Dejar a un lado prejuicios, tratar de ir más allá de la tradición, quitarnos el corsé, con un espíritu más lúdico”.

“La nena fue el primer relato de la máquina de contar historias de La ciudad ausente. Por eso lo elijo (…) A veces pienso que lo que he escrito después son en realidad historias de la máquina”, cuenta el argentino Ricardo Piglia sobre la elección de su bellota literaria. ¿Y qué es la bellota en esta antología? Una idea que surge de la frase de Ralph Waldo Emerson: “La creación de mil bosques está en una bellota”, que sirve para reflexionar sobre la manera en que, según Miles, “hay una mente común a todos los hombres y por lo tanto, toda la historia existe en cada hombre, que toda la historia se encuentra plegada en una experiencia individual única”.

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Breve romance de la ausencia

Por Salvador Novo

Único amor, ya tan mío que va sazonando el Tiempo: ¡qué bien nos sabe la ausencia cuando nos estorba el cuerpo!
Mis manos te han olvidado pero mis ojos te vieron y cuando es amargo el mundo para mirarte los cierro.
No quiero encontrarte nunca, que estás conmigo y no quiero que despedace tu vida lo que fabrica mi sueño.
Como un día me la diste viva tu imagen poseo, que a diario lavan mis ojos con lágrimas tu recuerdo.
Otro se fue, que no tú, amor que clama el silencio si mis brazos y tu boca con las palabras partieron.
Otro es éste, que no yo, mudo, conforme y eterno como este amor, ya tan mío que irá conmigo muriendo.

Tomado de: http://www.los-poetas.com/