Afirmó la académica y actriz Adriana Duch Carvallo

– Duch impartió tres conferencias sobre el arte de la máscara basadas en el trabajo del artista francés Jean Marie Binoche, como parte del proyecto de creación La cabeza en los pies

– La actriz sostuvo que la máscara, a pesar de usarse como símbolo de lo que se esconde, libera al actor de la carga de ser él mismo

 

Marcelo Sánchez Cruz

 

La máscara regularmente se entiende como un símbolo de lo que se esconde pero lo que sucede es exactamente lo opuesto: al emplear una máscara se revelan todas las posibilidades creativas e interpretativas del actor, al liberarlo de la carga de ser él mismo, afirmó Adriana Duch Carvallo, académica de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV).

Duch Carvallo impartió tres conferencias sobre el arte de la máscara, basadas en el trabajo del escultor y director de teatro francés Jean Marie Binoche, como parte del proyecto de creación La cabeza en los pies, estructurado en diversas etapas que incluyen una exposición teatralizada, conferencias didácticas, la publicación de un método de actuación sobre la máscara teatral y lenguajes afines; la realización de un video documental y una exposición fotográfica del trabajo realizado en el proyecto.

El proyecto cuenta con el apoyo del programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y de la Dirección General del Área Académica de Artes de la UV.

“Con una máscara el actor no se reconoce, no sabes quién es. Es un acercamiento al personaje distinto al del realismo, porque se deja llevar por el personaje, es una dualidad en la que el actor es parte de una escultura de la cual también es el escultor. Esto abre un mundo de posibilidades creativas para el intérprete, que no se ve limitado por tener que ser fiel a la imagen de sí mismo”, explicó Duch Carvallo.

La actriz, académica e investigadora expuso el proceso de creación de un espectáculo con personajes en máscara, desde el entrenamiento físico y mental al que se deben someter los actores para la construcción del personaje, la incorporación del vestuario y la elaboración de la propuesta escénica.

“La máscara es una escultura dramática que sólo adquiere significado en el rostro del actor; con ella también hay que hacer del cuerpo una escultura, se debe aprender a llevarlo de un momento estático al siguiente para que el personaje con máscara transmita en cada punto de inmovilidad un mensaje, una emoción única”, dijo.

Duch Carvallo explicó que el actor representando un personaje con máscara basa sus movimientos en una serie de tensiones y equilibrios corporales que le permiten transmitir ideas y emociones sin necesidad del lenguaje, por eso debe ser muy claro y preciso, por lo que los talleres de creación de este arte se enfocan mucho en el reaprendizaje del movimiento corporal.

Con el apoyo de la actriz Tania Hernández, Duch ejemplificó la transformación de un actor en el personaje de máscara mediante lo que se denomina la arquitectura del vestuario, proceso por el cual desaparece el cuerpo del actor para que éste no se reconozca. Una vez ataviada, Hernández ejemplificó las diversas formas de expresión teatral del personaje enmascarado.

Duch Carvallo continuará con las actividades del proyecto La cabeza en los pies en agosto, realizando estas conferencias didácticas para el programa Corredores culturales de la Dirección General del Área Académica de Artes y montando nuevamente la exposición teatralizada Los jardines de la máscara, en el segundo patio de la Unidad de Artes.

 

Pie de foto:

Máscaras del proyecto La cabeza en los pies.